¿Alguna vez has escuchado el término de ‘reminiscencia’? Trata sobre los recuerdos, sobre recordar las cosas, aquellas que vuelven a la memoria. La terapia de la reminiscencia es imprescindible realizarla sobre todo para las personas que están teniendo síndromes de demencia o que se encuentran con esta enfermedad en el transcurso de sus vidas.
La terapia de reminiscencia es una forma efectiva y agradable de conectarse con una persona que tiene demencia y de ayudar a controlar algunos de los síntomas más angustiantes de la enfermedad. Para entender mejor lo que es esta terapia es imperante que sepas todo lo que te vamos a contar a continuación.
Qué es
Quizá tienes una persona cercana a ti que no recuerda lo que comió en la comida, pero sí que recuerda el día de su boda o cuando nacieron sus hijos. La terapia de reminiscencia utiliza esta capacidad para recordar eventos que ocurrieron hace mucho tiempo, incluso cuando la memoria a corto plazo está fallando.
También puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y estimular una conversación más amplia con la persona que tiene demencia. La evidencia anecdótica sugiere que estimular la memoria a largo plazo también puede mejorar la memoria a corto plazo y aumentar la autoestima y el compromiso de alguien con demencia. Una persona afectada se da cuenta de que puede mejorar la comunicación con otros, esta buena predisposición también puede mejorar la capacidad de memoria a corto plazo y el estado de ánimo. Cuando una persona se siente bien será más capaz de conseguir mejores resultados.
Cómo funciona
Cuando las personas envejecen se tiene una mayor tendencia a recordar las cosas que sucedieron entre los 10 y los 30 años, lo que ocurrió al final de la adolescente y a principio de los 20 años serán los recuerdos más destacados. Los psicólogos llaman a esto ‘ el golpe de reminiscencia’. Para las personas con demencia, las memorias de «reminiscencia» generalmente permanecen vívidas (hasta que su enfermedad está muy avanzada), y a menudo se pueden recordar con bastante facilidad con el uso de algunos factores desencadenantes simples.
El cuidador, pariente, amigo o terapeuta de reminiscencia profesional comenzará mostrando a las personas con las que están trabajando algunos elementos multisensoriales clave diseñados para desencadenar recuerdos.
Por ejemplo, una fotografía de un electrodoméstico de los años 50, una plancha antigua o un evento importante que sucedió tiempo atrás. También puede reproducir una canción popular de la década de 1940, o mostrar clips de una película de la misma época (épocas en las que la persona con demencia tendría entre 10 y 30). Luego, los elementos se utilizan para estimular la conversación y recordar a la persona con demencia su identidad. Si están en una residencia de ancianos o tienen cuidadores profesionales domésticos, también es una excelente manera para que el personal los conozca mejor y comprenda la riqueza y la complejidad de sus vidas antes de tener demencia. De esta manera se pueden estrechar mejor el vínculo entre las personas con esta enfermedad y sus cuidadores.
Por qué SÍ funciona
La terapia de reminiscencia le permite a una persona con demencia disfrutar de una buena conversación y los beneficios que ésta aporta, aunque es probable que sea menos beneficiosa para las personas con demencia frontotemporal (también conocida como enfermedad de Pick) o en las etapas posteriores de la demencia.
Recordar los recuerdos positivos hace que las personas se sientan felices, y si tiene demencia y está luchando contra la depresión, los buenos recuerdos pueden convertirse en una forma poderosa de mejorar su estado de ánimo. La terapia de reminiscencia puede convertir un «mal» día en un «buen» día, o incluso una buena semana. Mucha gente dice que su ser querido parece más brillante y más capaz de recordar eventos recientes de los últimos días o semanas después de una sesión de terapia de reminiscencia. ¡Merece la pena probarlo!
Quién puede hacerlo
La terapia de reminiscencia puede ser llevada a cabo por un profesional. A menudo se lleva a cabo en hogares asistenciales, ya sea en grupos o en sesiones individuales, pero también puedes hacerlo en casa con un ser querido. La capacitación puede ayudar a que la sesión sea más efectiva, pero de ninguna manera es esencial.
Cómo hacerlo
Crea una caja de memoria bien decorada con telas que a la persona con demencia le gusten. Si es dentro de un bolso viejo o de alguna caja vieja de la persona afectada, mejor.
Rellena esta ‘caja’ con elementos que signifiquen mucho. Por ejemplo, el babero de un bebé, una fotografía, algún juguete. Pueden mirar dentro de él cuando lo deseen, pero también asegurarse de pasar algún tiempo con ellos hablando sobre los artículos y lo que significan. La idea no es dejarle la caja y ya, si no trabajar en la conversación y en los recuerdos junto con la persona afectada.
Investiga un poco en la época en que la persona afectada tenia entre 10 y 30 años. Averigua qué pasó en su vida. Por ejemplo, busca un momento de su vida que fuese clave para que pudiese recordar, la ropa que llevaba en aquella época, cómo sería su hogar, en qué año nacieron sus hijos o cuándo fue su boda. Crea un álbum de fotografías o recortes de imágenes de esa época, visita tiendas de artículos antiguos para inspirarte en algunos.
¿Qué pasa si no puede recordar?
En las etapas posteriores del viaje de la demencia, la reminiscencia puede volverse más difícil. Tratar de hacer que las personas con pérdida de memoria más grave recuerden datos sobre sus vidas puede hacer que se sientan incómodos e incluso molestos. Pero aún es posible usar la terapia de reminiscencia estimulando los sentidos de la siguiente manera:
- Olfato. Intenta rociar un perfume favorito por la persona en su ropa o en la estancia donde se encuentra.
- Tacto. Dale un peluche suave, masa para jugar juntos… Esto podría provocar casi de forma automática hermosos recuerdos de su infancia.
- Gusto. Ofrece comida o su bebida favorita, la que solía disfrutar.
- Oído. Pon música que le gustaba o que esté vinculada a su época favorita. Puedes cargar una lista de reproducción personalizada.
- Vista. Podéis mirar juntos un álbum de fotografías o un libro de imágenes de terapia de reminiscencia especial para provocar recuerdos de sus vacaciones en el mar o de sus mascotas favoritas.