Hoy hablaremos acerca reacción psicológica conocida como síndrome de Estocolmo, la cual puede ser un poco extraña y confusa para aquellas personas que no han pasado por una situación similar (algo que afirman aquellos que lo han padecido). A continuación te explicaremos de qué se trata, cuáles son las causas y algunos datos de interés acerca del síndrome en cuestión.
¿De qué se trata el síndrome de Estocolmo?
Este síndrome se define, como comentábamos al inicio, de una reacción psicológica; la cual se produce cuando una víctima deja de lado el miedo hacia sus captores y a su vez, desarrolla empatía hacia ellos. Es decir, una persona secuestrada o retenida contra su voluntad siente afecto hacia los secuestradores (sin importar si hubo o no daños hacia la víctima).
- Las víctimas desarrollan diferentes tipos de relaciones con sus captores.
- Es posible que las personas afectadas protejan a los secuestradores de la justicia o les ayuden a cumplir sus objetivos.
- Los captores también suelen desarrollar una relación con las personas que sufren del síndrome.
Por muy extraño y poco común que parezca, este síndrome tiene una incidencia del 28% en los casos recogidos por el FBI de secuestros y similares. Siendo un número bastante interesante para tan rara afección.
¿Cómo se descubrió la existencia del síndrome?
En el año 1973 en Estocolmo, Suecia (por ello el nombre), un ciudadano llamado Jan Erik Olsson interrumpió las puertas del banco Kreditbanken disparando un arma contra el techo y tomando rehenes (un hombre y tres mujeres). Su objetivo no sólo era robar el banco, sino también pedir la liberación de uno de los criminales más peligrosos del país de aquella época, el cual se llamaba Clark Olofsson.
Aunque logró que liberaran al criminal y que ambos permanecieran dentro del banco junto a los rehenes, la policía logró entrar al sexto día haciendo uso de bombas lacrimógenas y se apresaron a ambos.
Sin embargo, los rehenes desarrollaron una relación afectiva con Olsson y seguidamente con Olofsson, teniendo mucho más miedo de la policía que de ellos. Incluso después de frustrado el secuestro y robo, las víctimas siguieron defendiendo a sus captores, una reacción que llamó la atención del sector de psicología; principalmente del psiquiatra Nils bejerot, que en ese momento era el asesor de la policía y el que le dio nombre al síndrome para poder referir a esa reacción.
Después de un año de dicho acontecimiento, la hija de William Randolph fue secuestra y fue liberada después de dos meses. Aunque, en ese momento ella empezó a formar parte del grupo de sus secuestradores para intentar robar un banco. Debido a que se utilizó el síndrome de Estocolmo para apelar al juicio, este se hizo más famoso en la comunidad científica; aunque no le sirvió para defenderse, por lo que igualmente fue condenada por el robo.
¿A quiénes afecta y cuáles son las causas del síndrome de estocolmo?
Las personas afectadas por el síndrome han sido categorizadas según el abuso por el psiquiatra Nils Bejerot. Entre ellos podemos encontrar a los rehenes, miembros de sectas o hermandades, abusos en la familia o de pareja, prisioneros de guerra, niños con abuso psicológico, entre otros.
Con respecto a las causas del síndrome de Estocolmo, hasta ahora se sabe que puede desarrollarse en algunas situaciones específicas, como por ejemplo:
- Los rehenes a veces sienten que están olvidados y desprotegidos, es decir, sienten que las fuerzas policiales se han olvidado de ellos o simplemente no les importan.
- Las víctimas siempre tienen el mismo objetivo que los secuestradores, que es salir vivos del problema en el que están envuelto. Sin embargo, en los casos que se desarrolla el síndrome, ambos pueden cooperar.
- El rehén o víctima evita cualquier situación peligrosa o incómoda, por lo que cumplen cualquier petición que el captor pueda hacerle.
- A veces algunos secuestradores toman el papel de “salvadores” o que no harán nada que pueda poner en riesgo la vida de los rehenes. En ese caso, como símbolo de agradecimiento las víctimas crean un vínculo con ellos.
Por otra parte, según las investigaciones que se han hecho con respecto a las causas del síndrome de Estocolmo; los investigadores han concluido que es necesario que entren en juego tres aspectos para poder desarrollar dicho síndrome.
- El secuestro, abuso o situación similar debe durar más de dos días.
- Los rehenes o víctimas no están separados de los captores, es decir, conviven con ellos durante la situación.
- Los captores no son agresivos ni lastiman a sus víctimas.
Cabe destacar que también se descubrió que las personas que sufren de estrés y que tienen sentimientos de importancia en casos donde este se presenta, son mucho más vulnerables a desarrollar el síndrome en caso de ser un rehén.
Síntomas del síndrome de Estocolmo
A pesar de que el síndrome aún es objeto de estudio y existe información escasa acerca de él, aún no se han determinado síntomas específicos. Sin embargo, existen algunos de ellos que normalmente suelen encontrarse en las personas afectas:
- La persona evita realizar acciones que puedan ayudarle a ser liberado.
- Tanto el agresor como la víctima desarrollan pensamientos positivos hacia el otro.
- Defienden a los agresores y si es necesario, le demuestran su apoyo.
Diagnóstico, prevención y tratamiento
- El diagnóstico es realizado por un psiquiatra y la evaluación suele ser trastorno de estrés postraumático o agudo.
- Hoy en día aun no es posible saber cómo prevenir el desarrollo del síndrome, ya que aún sigue siendo objeto de estudio, como mencionamos anteriormente.
- El tratamiento suele ser por un largo período de tiempo (incluso varios años), donde se aplican medicamentos y psicoterapia en la mayoría de casos. Además, se necesita el apoyo de la familia, amigos y pareja para poder sobrellevar la terapia.
Esperamos que la información suministrada acerca de este síndrome tan particular haya sido de tu agrado. Si conoces algún caso familiar o quieres dejar tu opinión, no olvides usar la caja de comentarios. Además, también te invitamos a compartir la entrada en tus redes sociales para que otras personas también puedan enterarse.