El ser humano se distingue del resto de los seres vivos por su capacidad de pensar. La actividad de pensamiento es un proceso complejo, cuya formación y tendencia obedece a multiplicidad de factores propios de cada ser humano. Los seres pensantes nos caracterizamos por hacer un ejercicio consciente de nuestra voluntad y en base a ella ejecutamos nuestras acciones.
La mente no cesa de pensar, el pensamiento al igual que los latidos del corazón, es una actividad ininterrumpida, que no cesa jamás y nos acompaña, a lo largo de nuestra vida; y puede ser que sea más o menos intenso en un momento que en otro, pero siempre es constante, hasta cuando no estamos conscientes, la mente está trabajando.
Todo el tiempo, y a partir del medio externo que nos rodea o de nuestro propio ser interno estamos pensando, reflexionado, razonando, acerca de nuestro hacer, sobre el de los demás o de los hechos sucesos pasados, presentes o futuros. Razonar es analizar a la luz del conocimiento la verdad que encierra la realidad con la que estamos en contacto, por medio del razonamiento establecemos relaciones entre ideas y conceptos para formarnos un juicio sobre alguna determinada situación y buscar soluciones si ese fuese el caso necesario.
Pensar es crear
El pensamiento es una actividad intelectual, producto de nuestra mente. El pensamiento es una actividad creadora, cuyo producto es elaborado por la mente y que puede surgir por procesos conscientes racionales del intelecto, o bien por abstracciones de la imaginación. El producto del pensamiento son las ideas, los conceptos, e incluso los sentimientos, que si bien, se perciben con todo el cuerpo comienzan en la mente. Pero acerquémonos a una actividad más elaborada del pensamiento como lo es el razonamiento. El pensamiento abarca todas aquellas operaciones en las que interviene la razón, entre ellas: el análisis, la síntesis, la generalización, comparación, imaginación, abstracción, el razonamiento.
Las actividades de pensamiento se manifiestan a través del lenguaje, e incluso lo condicionan. El lenguaje y el pensamiento están estrechamente relacionados y es difícil demarcar límites entre ellos. El pensamiento eficiente recurre a reglas, métodos y procedimientos para obtener mejores resultados, de ahí, surgen múltiples formas de pensamiento.
Razonamiento deductivo
El razonamiento es una variedad del pensamiento encaminada específicamente a la resolución de problemas y hacia la búsqueda de soluciones, es un ejercicio del intelecto que permite establecer conclusiones, además de tomar consciencia de hechos y fenómenos, permitiendo establecer relaciones causa-efecto.
Pensar racionalmente implica necesariamente poder dar justificaciones, ofrecer pruebas y argumentos acerca de lo que se estar diciendo; para que pueda ser tener validez y sea aceptado además ce comprendido y comprobado
El razonamiento es una acción de pensamiento a través de las cuales se obtiene algo desconocido a partir de algo conocido. Se realiza en base a proposiciones, suposiciones o juicios. A las proposiciones que sirven de punto de partida se les denomina premisas y al resultado o análisis de estas premisas se les denomina conclusión, que vendría a ser lo nuevo lo desconocido, el resultado final del proceso
Tipos de razonamiento
Existe diversos tipos de razonamiento: El razonamiento inductivo y el razonamiento deductivo.
- El razonamiento inductivo: este tipo de razonamiento se realiza partiendo de una idea particular, que se analiza y estudia, en forma individual particular, para luego ser llevada a una realidad general, asumiendo que el comportamiento particular, específico se mantendrá en casos similares. El razonamiento inductivo va de lo particular a lo general
- El Razonamiento deductivo: esta variedad de razonamiento se aplica cuando, se parte de una o de varias proposiciones y a partir de su análisis se obtiene una conclusión. Es decir, al contrario de lo que ocurre en el razonamiento inductivo, el razonamiento deductivo se parte de lo general, para llegar a lo particular. Es el tipo de pensamiento más comúnmente empleado, que utilizamos los seres humanos en forma intuitiva, para comprender el mundo que nos rodea y analizar los hechos que ocurren a nuestro alrededor
- Deducir para concluir: este es el tipo de razonamiento que aplica la lógica al proceso mental. En este ejercicio de intelecto se parte, como dijimos anteriormente de una premisa, a partir de ella se realiza una inferencia para en forma posterior establecer una conclusión. La conclusión puede ser o no consecuencia lógica de las premisas, pero no obstante así, puede dar lugar a un razonamiento; bueno, malo; quizá correcto o incorrecto, igual en un sentido amplio es un razonamiento.
Podemos considerar que un razonamiento es lógicamente correcto, cuando las premisas ofrecen un soporte lo suficientemente sólido y comprobable en la práctica, capaz de sustentar la conclusión establecida y ser verificable por quien la establece o por cualquier otro ser pensante.
Variables que intervienen en este tipo de razonamiento
La premisa
Una premisa, es una afirmación o idea que se da o se presume como cierta y que sirve como base a un razonamiento. Constituye el punto de partida para iniciar la revisión, análisis y posterior establecimiento de una conclusión. También podemos definirla como cada una de las proposiciones anteriores a una conclusión.
La Inferencia
Realizar una inferencia es un proceso mental que implica la valoración entre proposiciones. Inferir implica deducir, sacar una consecuencia de otra cosa que nos conduzca a un resultado nuevo. El proceso de inferir surge a partir de la evaluación mental de dos o más opciones posibles de solución, que al ser relacionadas como abstracciones permiten descubrir o formular una implicación lógica.
La conclusión
La conclusión es una proposición final que se realiza sobre un argumento, una vez que las premisas planteadas han sido debidamente analizadas y estudiadas.La intención general al momento de revisar un argumento es la de poder llegar a establecer una conclusión, se suele procurar que las premisas impliquen la conclusión y que sean verdaderas, apoyadas en argumentos coherentes, reales y sólidos. Es importante recordar que una conclusión no es una opinión subjetiva, una conclusión es una proposición lógica final, resumen de todo lo analizado y estudiado y debe estar realizada en base a premisas ciertas susceptibles de verificación real.