Hay quienes piensan que las personas que disfrutan del poliamor están enfermas o tienen algún tipo de trastorno mental porque no saben ser monógamas. En realidad, el amor tiene muchas formas de manifestarse y no tiene que ser algo malo tener una relación de amor tipo poliamor, aunque eso sí, se deben establecer algunas reglas para evitar que existan conflictos entre las personas que la componen. Si no sabes bien de qué va todo esto del poliamor, sigue leyendo.
El poliamor
Se da poliamor cuando se mantienen más de una relación sexual y/o emocional consensuada a la vez. Los expertos en relaciones dejan claro que este tipo de relaciones consensuadas no monógamas pueden enseñar muchas cosas a quienes las quiera aprender.
El poliamor no es lo mismo que tener una relación abierta, donde una pareja de dos puede tener relaciones sexuales pero no emocionales con otras personas. En el poliamor se tiene sexo y amor con más de una persona, pero es una relación entre todas las partes. Una relación con compromiso entre todos los miembros que forman parte.
Las mujeres que son poliamorosas suelen tenerlo en secreto a amigos y familiares por el estigma social que existe en la actualidad. Tienen miedo de perder el trabajo, de no conseguirlo, de que sus familiares no lo entienda o que sus amigos no les respeten. Incluso, aquellas mujeres que tienen hijos, tienen miedo que la sociedad se entere y que al no entender este tipo de relación por salirse de la norma, piensen que no están estables emocionalmente y les quiten la custodia de los hijos.
Una relación poliamorosa no es para todo el mundo, hay quienes pueden disfrutar de este tipo de relaciones y otras personas que simplemente, no quieren. Todas las personas son muy diferentes y esto es clave a la hora de tener o no tener una relación poliamorosa.
Debe haber buena comunicación
Para que una relación poliamorosa tenga éxito será imprescindible que exista una comunicación abierta. Las relaciones monógamas más exitosas son aquellas que tienen buena comunicación, comentan las necesidades y los problemas y sobre todo, buscan soluciones en su día a día. En éste área las parejas poliamorosas deben destacar.
Las personas en relaciones consensuales no monógamas se comunican para negociar acuerdos, horarios y límites, y trabajar a través de los tipos de problemas que surgen al negociar poliamor, entre los típicos problemas relacionales que pueden surgir en cualquier relación.
Las personas que optan por el poliamor tienden a comunicarse mejor con su pareja principal que con las parejas secundarias, porque una mayor comunicación puede ser necesaria para que las relaciones primarias perduren mientras se persiguen otras relaciones.
Existen límites
La relación poliamorosa debe tener pautas y límites, es decir, debe estar bien definida. En este tipo de relaciones se establecen acuerdos sobre cómo debería ser cada relación. Quizá se quieran tener varias parejas y éstas deben estar de acuerdo en que existen más parejas en la relación, se pueden tener dos amantes estables y no haber nadie más, tres amantes que éstos tengan también otros amantes, dos parejas como relación principal y un tercer amante como relación secundaria, ser bisexual y tener una pareja de cada género, etc.
Hay personas poliamorosas que viven con sus parejas/amantes, otras que viven en diferentes hogares, otros que tienen hijos y los crían con sus parejas poliamor, etc. Hay muchas combinaciones de poliamor porque el amor no tiene límites… pero lo que importa es que la estructura que se escoja sea cómoda para todas las partes implicadas y siempre exista sinceridad y respeto. Para este tipo de relaciones además de la comunicación también es muy importante ser honesto y tener conciencia de la situación y de los sentimientos de las demás personas implicadas en la relación.
En estas relaciones deben existir reglas y acuerdos, saber qué se espera de la relación y qué comportamientos son aceptables o no es fundamental para el éxito de este tipo de relaciones. Como no existen dos relaciones iguales, no existen una serie de normas o ‘pautas básicas’, cada relación de poliamor deberá tener las suyas propias. Se deben acordar libremente y sobre todo es necesario ser flexible y mordicar las reglas o normas a medida que la relación evoluciona… Lo que funciona se deja y lo que no, se cambia.
El sexo en el poliamor
El poliamor se basa más en las relaciones emocionales y en el amor que en el sexo, pero el sexo, también es importante. Aunque lo que se busca es intimidad y conexión, el sexo puede ser sentido más que vivido. Las personas que son asexuales también pueden ser poliamorosas sin necesidad de practicar sexo. El sexo no tiene que ser una condición clave para que exista poliamor.
Cuando hay sexo, se practica con seguridad, el sexo seguro es principal. Cada persona tendrá que cortar con cada una de sus parejas cuáles son las medidas de protección adecuadas, pero no solo entre ellos si no también con el resto de amantes que tengan las parejas, en caso de que las haya. En este sentido, es importante tener en cuenta el hacerse análisis médicos de tanto en tanto.
Los celos
Es posible que pienses que tener múltiples parejas románticas provocaría más celos que estar en una relación monógama… pero esto no tiene que ser así, y más si se siguen las normas y las pautas con respeto y sinceridad. Aunque en realidad, las personas que tienen relaciones de poliamor pueden tener celos en mayor o menor medida en algún momento dado.
Si tienes una relación monógama y tu pareja tiene un amante, lo vivirás como una traición porque ha roto ‘el código’ de una relación de pareja monógama. Se pierde la confianza y la relación suele romperse. Esto no suele ocurrir en las relaciones poliamorosas a no ser que se haya acordado tener una relación cerrada o de polifidelidad. Las personas poliamorosas también quieren sentirse queridas y especiales. Es necesario revisar las normas de la relación cuando surgen celos, en ocasiones, este tipo de relaciones no son aptas para todo el mundo por estas cosas.