La cara positiva de la ira

¿Qué te viene a la mente cuando escuchas la palabra «ira»?:¿Frustración?, ¿gritar?, ¿pérdida de control?, ¿violencia?, ¿miedo?, ¿silencio?, ¿evasión? Todas las respuestas son razonables … ¿O no?

La ira también puede tener una cara positiva o más amable: confrontación, energía, tenacidad u honestidad.

No existe mucha gente que haya crecido en familias donde realmente se sentía seguro expresando sus sentimientos de enojo. Tal vez todas estas asociaciones negativas no son tan sorprendentes considerando que la mayoría de nosotros no tiene un modelo de rabia sana. La ira, como la mayoría de las cosas en la vida, puede tener aspectos positivos (energía, honestidad, tenacidad) y negativos (frustración, violencia, miedo). cara positiva ira

 La ira, por definición, es «un fuerte sentimiento de desagrado y beligerancia que suscita respuestas agresivas».

Sin embargo, una descripción clínica más amplia establece que la ira es un estado de activación elevada o excitación del sistema nervioso autónomo (por ejemplo, el aumento de la frecuencia cardíaca, respiración rápida, cara enrojecida, dolores en el pecho, palmas sudorosas, etc) que se nutre de nuestra interpretación de los hechos.

Podemos aprovechar esa explosión de energía constructivamente y con un propósito o intención. Necesitamos para ello un alto grado de autocontrol. Controlar la respiración y no perder de vista nuestro objetivo nos ayudará. Si logramos buscar una utilidad a un sentimiento tan salvaje tendremos poder para hacer otras muchas cosas.

Os dejo con un ejemplo de ira mal controlada:


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