Los gusanos podrían ayudar a explicar la capacidad humana de manejar el estrés

Según los científicos, los gusanos podrían ayudar a entender por qué algunas personas sufren trastornos de ansiedad que amenazan su vida, mientras que otros son más capaces de lidiar con el estrés.

gusanos redondos

El profesor Maureen Barr junto con su grupo de trabajo en el Departamento de Genética de la Universidad de Rutgers en Estados Unidos, descubrieron que la estructura de las seis neuronas sensoriales del gusano, responsables de recibir información, sufrieron cambios importantes al ser puesto el mismo en un ambiente con un alto grado de estrés.

Los científicos han sabido desde hace tiempo que los cambios en las estructuras dendríticas que conectan las neuronas en el cerebro humano y que permiten que nuestros procesos de pensamiento funcionen correctamente, pueden verse afectadas bajo situaciones de presión extrema, así como alterar el desarrollo de las células cerebrales y causar desórdenes de ansiedad como la depresión y el trastorno de estrés postraumático.

Sin embargo, se desconocen la causa de estos cambios moleculares en el cerebro.

«Este tipo de investigación nos proporciona pistas necesarias que, en última instancia, podrían conducir al desarrollo de medicamentos para ayudar a aquellos que sufren de trastornos de ansiedad severa«, sugiere el profesor Barr.

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En el estudio, que fue publicado en Current Biology, los científicos identificaron seis células nerviosas sensoriales en un pequeño y transparente gusano, llamadas C elegans y una enzima KPC-1, las cuales desencadenan en los seres humanos una reacción química que se necesita para funciones esenciales, como puede ser la coagulación de la sangre. Mientras que la enzima también parece desempeñar un papel en el crecimiento de tumores y la activación de varios tipos de virus y enfermedades en los seres humanos, en el gusano redondo la enzima permite a sus neuronas simples transformarse en nuevas formas más complejas y ramificadas cuando se lo somete a condiciones adversas que le generan estrés.

Estos gusanos, cuando son puestos en condiciones de estrés, que incluyen hacinamiento, hambre y altas temperaturas, el gusano se transforma en una etapa larval alternativa conocida como la dauer, en la cual llega a ser tan resistente a la tensión que puede sobrevivir a casi cualquier cosa. Cuando la amenaza concluye, estas pequeñas criaturas se normalizan de nuevo, como si nada hubiera ocurrido. Bajo el microscopio, sus neuronas y dendritas vuelven a estar como antes de producirse el trauma.

Este tipo de reacción neuronal difiere en los seres humanos, los cuales pueden sufrir de ansiedad extrema meses, o incluso años, después de un acontecimiento traumático, a pesar de que ya no están en una situación amenazante. El objetivo final, concluyó Barr, es determinar cómo y por qué el sistema nervioso responde ante el estrés. Fuente


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