Vivimos en un momento en el que no hacemos más que movernos a toda velocidad; tenemos tantas preocupaciones y compromisos que somos incapaces de pararnos un simple minuto a observar lo que nos rodea y, sobre todo, a quienes nos rodean. No podemos dedicar nada de tiempo a los demás, solo tenemos ojos para nosotros mismos…
Yo, yo y yo. Esas son nuestras palabras más frecuentes y nuestros pensamientos más cercamos. ¿Quiénes son los demás? ¡Ah! ¿Pero es que hay alguien más?
Sí, hay mucho más ahí fuera; si nos escapamos por una vez de esa aura de círculos concéntricos que hemos creado a nuestro alrededor única y exclusivamente, seremos capaces de abrir la mente y detenernos a pensar en que quizá, y solo quizá, podríamos hacer algo más por alguien.
Sí, estamos atravesando una situación muy difícil y complicada, donde lo material, desafortunadamente, ha afectado en gran medida a nuestro entorno personal. Una economía deficiente y la falta de oportunidades laborales no han hecho más que mella en el resto de aspectos de nuestra vida.
No obstante, la falta de posibilidades no implica que no podamos hacer algo bueno por nosotros mismos y por el resto de la gente; no significa tener que ser agresivos y, por lo tanto, enfocar nuestra carrera profesional hacia un ataque continuo hacia el resto de personas donde solo la ley del más fuerte es la que vale.
Una de las profesiones que más auge está teniendo en estos momentos es precisamente una que persigue el bienestar de los que nos rodean. Es necesario contar con profesionales plenamente cualificados que sepan entender la situación y la naturaleza humana y encaminarnos por un sendero que conduzca al éxito profesional y personal sin tener que pisar a nadie más para conseguirlo. La psicología ha desarrollado esta rama de estudio, un campo muy específico que está abriendo las puertas a grandes y, sobre todo, numerosas posibilidades laborales centrándose en una profesión que, además, resulta gratificante para el experto.
Vídeo «El trabajo de los psicólogos»
Bien es cierto que no todo el mundo puede dedicarse a estudiar una disciplina que exige tanta dedicación y tiempo como esta; no obstante, los expertos, conscientes de las dificultades que atravesamos y de la necesidad de formar a profesionales que sepan ayudar a los demás cuando más lo necesitan, han elaborado estrategias que permitan a los interesados dedicarse a una actividad laboral que tanta plenitud otorga.
Es por este motivo por el que ahora es posible estudiar psicología a distancia, con independencia de la ciudad en la que residas y de tus horarios, ya sean personales o laborales. La modalidad de estudios a distancia, por supuesto, exige un compromiso pleno por parte del estudiante, pues al fin y al cabo supone un esfuerzo mayor centrarse en contenidos y analizarlos sin tener a un docente delante que pueda explicarte los conceptos cuantas veces sean necesarios.
Sin embargo, todo está muy bien pensado, pues siempre podrás optar a tutorías tanto virtuales como presenciales, de manera que nada se quede en el tintero. Además, la universidad a distancia cuenta con una gran ventaja añadida, y esta es su gran prestigio: el esfuerzo y la implicación del alumno son mucho mayores.
Ahora mismo sí podemos permitirnos no solo estudiar una carrera, sean cuales sean nuestras circunstancias particulares, sino que también podremos emprender un rumbo profesional sumamente atractivo y con grandes posibilidades, cuya aspiración es brindar nuestra ayuda a personas que realmente lo necesitan. Dar bienestar a los demás es una de las cosas más gratificantes que hay y hacer de ello tu medio de vida es, sin duda alguna, una gran decisión laboral.