El pasado 22 de mayo nos dejó un grande de nuestra sociedad. Después de una larga enfermedad, Eduard Punset falleció a los 82 años en Barcelona. Desde 2007 que fue diagnosticado con cáncer de pulmón luchaba contra esta enfermedad, pero al final, la enfermedad pudo con él. Ha sido uno de los mejores comunicadores de la historia y es que su seducción nata le hacía saber cómo hablar perfectamente para llegar a las personas.
Eduard Punset era capaz de llamar la atención de cualquier persona y comunicar lo que tenía en mente. Se ha colado en millones de hogares españoles gracias al programa Redes, que se ha quedado huérfano sin él.
Su vida
Nacido en Barcelona en 1936, su padre era médico y se fue a Madrid a estudiar con 18 años. Licenciado en Derecho que acabó siendo un gran divulgador científico, al que le encantaba hablar de amor y de encontrar la felicidad. Fue consejero de Economía en Cataluña entre 1978 y 1980 y después dio el salto a la política nacional como ministro de Adolfo Suárez. Fue el encargado de llevar la cartera de Relaciones con las Comunidades Europeas de España entre septiembre de 1980 y febrero de 1981. Después, durante 7 años ejerció como eurodiputado. Además de militar en diferentes formaciones políticas, creó un partido propio, Foro, con el que se presentó a las elecciones europeas de 1994, pero no logró ningún eurodiputado. En los últimos años Punset se ha dejado ver en actos de Junts per Catalunya.
Dirigió durante nada menos que 18 años el programa Redes, de 1996 a 2014. Explicaba la ciencia con gran pasión e ironía. En su programa entrevistaba a prestigiosos científicos para hablar sobre diferentes aspectos de ala ciencia como el universo, la vida, el cerebro humano, la naturaleza humana, la Tierra, el cosmos, de la química del amor, etc.
Siempre ha sido un personaje popular en la sociedad, le gustaba escribir textos de autoayuda para las personas y fue reconocido incluso por Deepak Chopra. Igual que era admirado también era fuertemente criticado por la comunidad científica. También fue un reconocido economista y fue redactor económico de la BBC, también trabajó para el Fondo Monetario Internacional en Estados Unidos y Haití. Esto le dio un fluido inglés que le serviría durante toda su vida. Aunque su carrera es aún más completa.
Obtuvo varios premios:
- 2011: Asociación española de científicos y la Cruz de Sant Jordi de la Generalitat catalana
- 2008: Ciencia y Tecnología de la Asociación Española de Editoriales de Publicaciones Periódicas
- 2007: Jaume I de Periodismo de la Generalitat Valenciana
Además de todo esto, compaginaba su profesión y el amor que sentía por el conocimiento con su familia.
Frases célebres de Eduard Punset
Eduard Punset nos ha dejado muchas frases brillantes sobre ciencia, vida, muerte, felicidad, amor… que no nos dejarán a nadie indiferente. Es el legado que nos deja desde su humilde corazón. La felicidad, según Punset se basa en la ausencia del miedo… él no tuvo miedo a la vida, ni a los retos… siempre se enfrentó a los obstáculos con pasión.
A continuación vamos a plasmar aquí algunas de sus frases más célebres para que, de algún modo, le estemos rindiendo homenaje… Ya que a cualquier persona que le haya seguido sabrá que siendo un gran comunicador, nos ha enseñado grandes cosas:
- ¿Qué es la muerte? ¿Qué se muere cuando te mueres? Somos átomos en un 90%. Y los átomos son eternos. O sea, que yo probablemente no muera.
- A más jefes menos felicidad.
- Hay vida antes de la muerte.
- Sin emoción no hay proyecto.
- Para mí, la libertad es que el Rey no tenga más derechos que yo.
- Pasé mi infancia en un pueblo de 300 habitantes, y crecí en la calle. Mis compatriotas fueron los pájaros, y solía criar lechuzas.
- Ninguna de tus neuronas sabe quién eres… ni le importa.
- Es muy probable que las mejores decisiones no sean fruto de una reflexión del cerebro sino del resultado de una emoción.
- Desaprender la mayor parte de las cosas que nos han enseñado es más importante que aprender.
- Uno de los fallos actuales es la ausencia de liderazgo joven. Evolutivamente, la manada siempre recurrió a los jóvenes cuando tenía dificultades: atravesar un río, subirse a una montaña.
- Tengo algunos amigos calvos y les digo que a lo largo de la evolución la calvicie cumplió una finalidad: evitar las infecciones de piojos, pulgas e insectos.
- La gente no sabe imaginar el futuro y tiende a repetir el pasado cuando lo intenta.
- La felicidad es efímera, es un estado transitorio.
- Lo que hace falta es más conocimiento.
- La política es la peor invención humana.
- Si la vida fuera eterna no pondríamos en ella la misma intensidad.
- Yo he aprendido más de los animales que de los hombres.
- El poder se ha ejercido de manera abyecta durante miles de años.
- El alma está en el cerebro.
- Yo no veo imposible que en la mitad de la vida pueda uno dedicar unos años a estudiar otros universos y aplazar luego la fecha de jubilación.
- He conocido a muchos hombres que no eran ni la mitad de cariñosos que los monos.
- Creo que primero hay que darse cuenta de que hay vida antes de la muerte y no estar obsesionado todo el rato para saber si hay vida después de la muerte.
- Hoy no se puede ser pesimista, porque, cuando miras atrás, cualquier tiempo pasado fue peor.
- Sé bondadoso con la gente cuando subas; los encontrarás a todos cuando bajes.
- Al sexo le pasa como a la memoria, si no se utiliza, desaparece.
- En la vida hay tres momentos cruciales: la etapa del amor maternal, la escuela y la entrada a la madurez.
- Hasta las bacterias funcionan por consenso, o no funcionan.
- Dios es cada vez más pequeño y la ciencia es cada vez más grande.
- Sin duda, el sector seguirá creciendo. El problema es que estas ansias de impulsar su crecimiento creará también la tentación de controlar. Lo hemos intentado con las mujeres, hasta que vimos que no eran de nuestra propiedad. Luego a los niños y los animales… espero que no nos pase lo mismo con Internet.
- La felicidad está escondida en la sala de espera de la felicidad.
Si te has quedado con ganas de más, no te pierdas estos libros de Punset que tienen que estar en tu biblioteca.