Bulimia — Origen, síntomas, diagnóstico y tratamiento

En nuestra sociedad han sido implantados estereotipos relacionados tanto a la forma de ser, como al aspecto físico de las personas; por ello, muchas de estas en busca de aceptación se dedican día a día a buscar diferentes formas para cumplir con ellos. Entre los métodos ligados a la obtención del cuerpo ideal, se encuentran dietas que implican cambios drásticos en la alimentación y empleo de fármacos para perder peso; cuya aplicación en algunos casos puede resultar en lo que denominamos Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA).

La anorexia y la bulimia representan los principales trastornos alimentarios en la población, y la aparición del segundo está ligada al previo desarrollo de la primera. En el siguiente artículo explicaremos qué es la bulimia y hablaremos de forma detallada referente a sus principales síntomas, causas que la originan, diagnóstico y tratamientos existentes con el fin de superarla.

Descubre qué es la bulimia

El término bulimia proviene del vocablo latino, que a su vez tiene origen en dos palabras griegas: bus, que significa buey, y limos que significa hambre. De esta forma, puede traducirse literalmente como hambre de buey o hambre que le da al buey. Sin embargo, en el área de la psiquiatría es conocida formalmente como bulimia nerviosa y bulimarexia.

A pesar de haber sido retratada desde tiempos antiguos por egipcios y hebreos, fue reconocida como una enfermedad apenas en el año 1980 por la Asociación Americana de Psiquiatría.

La bulimia nerviosa es un trastorno de conducta alimentaria en el que el individuo experimenta episodios de ingesta de grandes cantidades de alimentos de forma irracional y descontrolada. A estos siguen sentimientos de vergüenza y remordimiento, que conllevan a conductas compensatorias caracterizadas por vómitos autoinducidos y la ingesta de laxantes, purgantes o ejercicio físico intenso.

La bulimia se diferencia de otros en el hecho de que las personas que lo padecen son conscientes de que han obrado mal en su alimentación; sólo que ellos buscan desesperadamente remediar o equilibrar su comportamiento por medio de las actividades mencionadas. Además, el enfermo presenta tendencia a mantener esta situación en secreto.

Se trata de una enfermedad de difícil diagnóstico debido a que, a diferencia de la anorexia, no se presentan cambios de peso y a la actitud reservada que suelen adoptar quienes la padecen.

Es uno de los trastornos alimentarios más comunes en la población adulta, y se observa frecuentemente en el sexo femenino, siendo el 90% de los casos, es decir, de cada 10 casos de bulimia, 1 de ellos es hombre y el resto mujeres. Se presenta de forma frecuente en la adolescencia (cerca del 4% de los adolescentes en edades comprendidas entre 14 y 18 años) y al inicio de la edad adulta; aunque también existen numerosos casos de mujeres que la desarrollan luego de los 40 años de edad. Además, existen grupos con mayor tendencia a presentarla, tales como modelos, bailarines y deportistas en general.

Conoce todos los tipos de bulimia

Al igual que en el trastorno alimenticio de la anorexia, este cuenta con una clasificación que se basa en el método empleado para compensar la ingesta de alimentos indiscriminada. Existen dos tipos de bulimia entonces: restrictiva y purgativa.

  • Bulimia restrictiva o no purgativa: es donde la persona tiende abusar del ejercicio físico en busca de compensar el consumo de grandes cantidades de comida. Además, los atracones suelen alternarse con largos períodos de ayuno.
  • Bulimia purgativa: donde el método empleado para compensar el alto consumo de alimentos es la inducción del vómito y purgas. Se emplean medicamentos como laxantes, diuréticos y enemas.

Te enseñamos las causas de la bulimia y sus factores de riesgo

Como ya mencionamos, a pesar de ser uno de los trastornos de conducta alimentaria más incidentes en la población, aun no se conocen a ciencia cierta las razones por las que se origina. Numerosos estudios científicos recientes lo atribuyen a trastornos asociados al cromosoma 10, caracterizados por una alteración en los niveles de sustancias neurotransmisoras como la dopamina, serotonina y noradrenalina.

A pesar de ello, algunos expertos piensan que el origen de este padecimiento se deben a la combinación de otros trastornos; donde encontramos tres tipos.

  • a) Problemas emocionales

Aun cuando la sintomatología de la bulimia está ampliamente ligada a costumbres alimenticias poco sanas y a esfuerzos apresurados por remediarlas, lo cierto es que el origen de este trastorno puede encontrarse en realidad en problemas emocionales.

Los períodos de comer exageradamente representan una vía de escape ante las diferentes aflicciones que aquejen a la persona; ya que se obtiene satisfacción al consumir alimentos ricos en grandes cantidades. Durante estos pueden olvidar, aunque sea por poco tiempo, su malestar. Sin embargo, al culminar esta fase, se sobrevienen los remordimientos y las medidas para revertir los efectos de la ingesta. Al ser conscientes de sus excesos, intentan recuperar el control de la situación ejercitándose de forma desmedida o recurriendo a fármacos para evacuar o vomitar.

  • b) Anorexia

También se estima que la bulimia tiene su origen marcado en la anorexia. La persona que la padece, en su afán por cumplir con un estereotipo relativo a la figura corporal, evita consumir alimento. Al no consumir alimento, se pierde peso de forma considerable y esto es notado por las personas de alrededor, lo cual origina preocupación y comentarios desagradables para quien padece el trastorno.

De esta forma, se sabe que este trastorno es altamente influenciada por agentes externos que podrían parecer adversos a los de la anorexia. En este caso, los comentarios se harán con el fin de motivar a la persona a comer para que suba de peso o para que luzca más sana, sin imaginar que esto puede estar guiado por un caso de anorexia latente. El paciente intentará complacer a las personas a su alrededor al comenzar a comer, y de manera simultánea conseguirá un placer momentáneo para sí, al poder satisfacer sus necesidades diarias. Sin embargo, será atacada por sentimientos de culpa y remordimiento, los cuales la motivarán a tomar medidas para remediarlo. Esta medida implica retirar lo ingerido de su organismo.

  • c) Trastornos de personalidad

Numerosos autores han encontrado relación entre la incidencia de bulimia y diferentes trastornos de personalidad, alcanzando un porcentaje de relación en estos casos de hasta 84%. El trastorno más frecuente ligado a la bulimia nerviosa es el trastorno límite de personalidad, presentándose entre el 9 y 40% de los casos. Es importante resaltar que esta situación dificulta aún más su tratamiento.

Factores de riesgo

En base a todo esto, se resumen a continuación los factores de riesgo para el desarrollo de este trastorno alimentario:

  • Malos hábitos alimenticios ligados al ritmo de vida, muy agitado o demasiado calmado, en los que no hay control del horario, ni de la cantidad o calidad de las mismas.
  • Influencia social, en la que los medios de comunicación ejercen un importante papel al difundir estereotipos poco realistas sobre la figura ideal; que por lo general corresponde a un cuerpo muy delgado.
  • La aplicación de dietas inapropiadas, basadas en la eliminación total de algún tipo de nutrientes, como los carbohidratos, lo cual origina la necesidad desenfrenada de consumo de los mismos. De igual forma, estas pueden desencadenar en desequilibrios en neurotransmisores cerebrales como la serotonina, los cuales están muy ligados al desarrollo de esta enfermedad.
  • Baja autoestima y problemas emocionales, relacionados con divorcio de los padres, pérdida de algún ser querido, entre otros.

¿Cuáles son los síntomas de la bulimia?

Como se ha dicho, la bulimia es un trastorno bastante difícil de detectar debido a que no implica pérdidas de peso cuando sólo tiene dicho padecimiento y a que la persona suele mantenerlo oculto. No obstante, existen algunos comportamientos que sirven de señal de advertencia en su detección. Entre ellos se encuentran los siguientes:

  • Compra o adquisición repentina de grandes cantidades de alimentos de alto nivel calórico, los cuales consumen de forma rápida y desaforada.
  • Visitas frecuentes al cuarto de baño inmediatamente después de las comidas.
  • Interés por adquisición de laxantes, medicamentos para vomitar y pastillas para adelgazar.
  • Demasiado tiempo haciendo ejercicio físico.
  • Actitud demasiado reservada en temas referentes a la alimentación.

Sin embargo, a raíz del ejercicio de estos hábitos de forma indiscriminada el individuo que padece bulimia exhibirá ciertos rasgos fisiológicos característicos de su condición, los cuales podrían ejercer peso en el diagnóstico de la misma. Entre los síntomas de la bulimia se pueden mencionar:

  • Pequeñas heridas en las articulaciones de los dedos debido a la frecuencia con la que se induce el vómito.
  • Lesiones en la garganta.
  • Signos de deshidratación: labios rotos, zona ocular y piel reseca.
  • Vasos sanguíneos rotos en los ojos, debido al esfuerzo al vomitar.
  • Boca seca.
  • Salpullidos y granos.
  • Bolsas en las mejillas.

Diagnóstico del padecimiento

El diagnóstico de la bulimia se realiza en base a lo estipulado en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM) y la Clasificación internacional de enfermedades, décima versión (CIE-10). En estos se plantea que los períodos de consumo excesivo de alimentos y las actitudes compensatorias de los mismos, deben presentarse con una recurrencia de dos veces por semana en un período de tres meses para poder diagnosticar de forma acertada este trastorno.

Además, se realizarán exámenes médicos en los que el especialista notará los síntomas mencionados anteriormente, en conjunto con los que se nombran a continuación:

  • Distención abdominal, con tendencia a estreñimiento.
  • Desequilibrio electrolítico en exámenes de sangre.
  • Infección en las encías (gingivitis).
  • Hipertrofia de glándulas parótidas.
  • Caries dental.
  • Pérdida del esmalte dental.

Terapias y tratamientos de la bulimia

El éxito del tratamiento de la bulimia está influenciado por varios factores, entre los cuales destacan la fase de la enfermedad en la que se recurra a la ayuda médica. Existe una mayor probabilidad de superarla si se detecta durante sus primeras etapas y dependiendo de la disposición y apoyo que tenga el paciente para continuar con el tratamiento.

En cuanto a los métodos terapéuticos empleados para combatirla, se manejan comúnmente la Terapia Cognitivo Cconductual (TCC) en conjunto con el uso de fármacos; además, debe recurrirse al tratamiento con especialistas de la nutrición. A continuación se explica a detalle en qué consisten ambos:

  • La terapia cognitivo conductual: origina los resultados más favorables en el tratamiento de la bulimia. Se basa en la modificación de la percepción negativa que tiene el paciente sobre su imagen; se le informa y educa en lo que respecta a los hábitos alimenticios sanos, la enfermedad que padecen, las consecuencias que puede acarrear la misma a su salud y sobre sus relaciones sociales.

El paciente tomará consciencia por sí mismo de su afección, y esto permitirá que aborde su problema de forma más activa: mejorando su autoestima y reduciendo la depresión; lo que a su vez desembocará en el abandono a voluntad de forma gradual de los hábitos adquiridos por el padecimiento.

  • Entre los fármacos empleados se encuentran los antidepresivos inhibidores de la serotonina (fluoxetina), los cuales tienen un efecto eficaz en el disminución de la ansiedad y la depresión, influenciando de manera positiva en la superación del trastorno. Sin embargo, no representan una solución al problema de raíz, que es mental, pues su abandono trae como consecuencias una recaída que en muchos casos puede ser más grave.
  • El tratamiento con nutricionistas y demás médicos, es sumamente importante ya que las actitudes compensatorias que caracterizan la bulimia tienen repercusiones importantes en la salud corporal. Recurrir a un nutricionista permitirá además acelerar el proceso de restauración del equilibrio metabólico. Es necesario recurrir a especialistas de la salud con el fin de aliviar y sanar los síntomas fisiológicos ocasionados por los vómitos recurrentes, el uso de laxantes, enemas y ejercicio físico.

Esta es la información más completa y detallada que pudimos traerles acerca de la bulimia. En caso de tener dudas o querer aportar con algún testimonio, no olviden dejar un comentario en la caja que se encuentra más abajo.


Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*