Vergüenza ajena: ¿qué es y por qué la sentimos?

hombre que se tapa la cara porque siente vergüenza ajena

Sentir vergüenza es algo normal que puedes sentir en momentos en los que sientas que otros se pueden burlar de ti o que has cometido una falta y otros se darán cuenta. Aunque parezca mentira, también se puede sentir vergüenza por lo que otros hacen, esto es lo que se conoce como vergüenza ajena.

Por tanto, la vergüenza es una emoción secundaria o compleja del ser humano. No es una emoción básica como puede ser la alegría o la tristeza. La vergüenza aparece como resultado de transformaciones de otras emociones básicas. Por ejemplo, cuando sentimos malestar ante una acción que ha salido mal.

Qué es

Para sentir vergüenza se necesita tener habilidades cognitivas desarrolladas, como saber que somos seres separados de los demás, también se debe tener cierta auto conciencia (ser capaz de evaluar al propio yo, de forma positiva o negativa teniendo en cuenta una serie de criterios acerca de lo que es según unos valores una acción adecuada en diferentes contextos).

Cuando hablamos de vergüenza ajena debemos saber que va por otro camino. La vergüenza ajena es una emoción social y depende directamente de quien observa y de la capacidad de empatía que tenga. Cuando otras personas rompen las normas sociales tu cerebro activa la empatía a través de la corteza insular y el córtex de cíngulo anterior. Estas dos regiones cerebrales están relacionadas con las emociones viscerales y la sensación de alerta… Todos los componentes necesarios para sentir vergüenza ajena cuando otra persona rompe las normas sociales establecidas en un contexto determinado.

niña con vergüenza ajena

Por qué ocurre

Como hemos comentado más arriba, aparece a causa de la empatía. Al ser capaz de ponerte en el lugar del otro, eres capaz de sentirte a ti mismo en posibles situaciones similares a las que estás observando en un momento determinado. Es decir, sientes el ridículo que sentirías si tú estuvieses en el lugar de la otra persona (aunque la otra persona no sienta vergüenza ni ridículo ni nada).

Cuando sientes vergüenza ajena es porque sientes la realidad ajena como propia y es tu percepción y tu punto de vista personal el que condiciona la emoción que sientes en cuanto a lo que ves hacer a la otra persona. Tus experiencias previas también tienen que ver en esa percepción.

Proyectas tu miedo al ridículo en una situación en las que piensas que te sentirías de ese modo si tú fueses el protagonista de esa escena que ves en ese momento. Incluso puedes sentirte así, a pesar de que la persona que observas está segura de sí misma y no le importa nada lo que puedan opinar los demás.

También establecerás una asociación que han condicionado tus emociones relacionadas con situaciones similares y que quizá hayas vivido en primera persona. Este sentimiento también puede aparecer a través del aprendizaje social. Quieres diferenciarte de las demás personas y de lo que hacen y lo que tú evitarías.

La interpretación que haces de la realidad no es algo innato, sientes vergüenza ajena porque en tu interior hay unos filtros como tus valores, las normas sociales, la educación recibida o los patrones culturales con los que has crecido.

vergüenza ajena tapandose la cara

Los demás son un reflejo de ti

Es posible que sientas vergüenza sobre todo cuando las personas que más quieres realizan acciones que tú no serías capaz de hacer. En ocasiones la vergüenza ajena te puede hacer sentir realmente incómodo. Si algún familiar o amigo dice algo inapropiado según tu criterio o se comporta de forma que consideras que no es correcta, puedes sentir vergüenza ajena y estar realmente incómodo en esta situación… puedes preocuparte por lo que otros puedan pensar de ti al estar cerca de esa persona que se comporta de esa manera. Las personas normalmente quieren causar buena imagen y quieren tener las circunstancias bajo control para sentirse seguras todo el tiempo, y cuando alguien cercano se comporta de manera que te proporciona vergüenza ajena, es como si perdieras el control de la situación.

Si sientes vergüenza ajena por lo que alguien cercano a ti dice o hace, es posible que tu autoestima y tu nivel de seguridad interna debas trabajarlos un poco más. Deberás trabajar tu autoestima y el amor que sientes hacia ti mismo. Recuerda que lo que otros hacen o dicen no lo puedes controlar ni tampoco cambiar, pero sí puedes controlar lo que tú sientes o cómo respondes a ciertas situaciones.

Cómo superar la vergüenza ajena

Si sueles sentir bastante vergüenza ajena por lo que otros hacen o dicen, ha llegado el momento de poner fin a esos sentimientos incómodos. Más que nada, porque son cosas que no puedes controlar ni cambiar en los demás, pero sí en ti mismo. A continuación, sigue estos consejos para que puedas superar este sentimiento si te ocurre demasiado a menudo:

  • Acepta a las personas tal y como son.
  • Trabaja tus propios juicios y prejuicios negativos
  • Intenta aprender de todas las situaciones que experimentar
  • Pon en práctica tu sentido del humor, ¡es mejor reírse que pasarlo mal! Quizá donde tú ves vergüenza ajena otros ves una situación cómica para echarse unas risas.
  • ¡Aprende teatro! El teatro de ayudará a poner distancia emocional a través de la interpretación.
  • Vence al miedo al ridículo para que tu vida no te frene… ¡la vida puede ser más divertida de lo que te imaginas!

mujer con verguenza ajena

Además de seguir estos pequeños consejos, también es muy importante que conozcas las emociones que experimentas cada día. Las emociones te ayudarán a entenderte mejor, podrás saber por qué te sientes de una manera u otra en diferentes contextos, y lo que es más importante, sabrás si tienes que cambiar algo en tu vida para sentirte mejor. Las emociones tienen el poder de poder hacerte ver si todo marcha bien en tu vida o si hay algo que te provoca malestar y que debes entrar en acción para cambiarlo. Pero para que las emociones sean una parte activa de tu vida, debes aprender qué significan y cuándo las sientes. Identifica las emociones cuando las sientes, ponles el nombre que les corresponde… ¡y notarás como tu vida cambia a mejor!


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