14 trastornos mentales que no sabias ni que existían

Miedo a las alturas, trastornos en el sueño, terror nocturno, ataques de pánico, son  algunos de los síntomas clásicos de los trastornos mentales, sin embargo, existen muchos trastornos de este tipo que de seguro no tenías idea de que existían.

En el siglo XXI, la liberación de patrones del pensamiento, y el avance de los estudios en el campo de la psicología permitieron dar grandes pasos en lo referente al estudio de alteraciones de la conducta. ¿Cuál es la causa de ellas? Muchos afirman que la exposición prolongada a estímulos fuertes y traumas profundos, originan estos desórdenes. A continuación les mostramos los trastornos mentales comunes en nuestra era, de los que seguramente nunca habías oído hablar.

trastornos mentales

¿Qué es un trastorno mental?

Un trastorno mental puede definirse como un desajuste a nivel de las estructuras mentales, que modifica la conducta del individuo dentro de límites que escapan de los definidos dentro de la “normalidad” de su grupo social, por lo que los individuos con desórdenes de este tiempo presentan dificultades para establecer relaciones acordes con el entorno, adicional a esto pueden presentar alteraciones repentinas en su estado de ánimo, alteración de los patrones del sueño, déficit de atención y respuestas no acordes con los estímulos a los que son sometidos.

Los trastornos mentales que no conocías

A continuación te explicaremos los trastornos mentales que seguramente no habías escuchado nombrar:

Síndromes en la literatura: Muchos autores clásicos caracterizaron a sus personajes con afecciones que hasta hoy en día son aceptadas como tal. Entre los síndromes que encontramos en los cuentos, tenemos:

Síndrome de Quasimodo: Nombrado así en honor al personaje de la obra literaria de Victor Hugo “Nuestra señora de Paris”, obra en la que Quasimodo era un jorobado deforme a quien su protector “Claude Frollo” confina en un campanario para ocultar su fealdad. Las personas con esta afección ven afectada su autoestima, ya que tienden a ver deformidades en diversas regiones de su cuerpo, muchas de las cuales no son reales, y pertenecen a su imaginación. Sienten una necesidad enfermiza de mirarse al espejo, buscando continuamente un ángulo que oculte su desperfecto; otra característica es que se concentran mucho en su apariencia personal.

Síndrome de Wendy: Afecta a la población femenina, quienes muestran un deseo enfermizo de satisfacer las necesidades de su pareja e hijos. Está asociado al síndrome de “Peter pan” (individuos que se niegan a crecer). Las personas que desarrollan esta afección no controlan su vida, por lo que tienden a ejercer un control excesivo sobre las personas que aman, a fin devolverse absolutamente necesarios en sus vidas, garantizando que nunca los abandonarán.

Síndrome de “wonderland” (micropsia): Este trastorno tiene causas en enfermedades físicas como la mononucleosis y migrañas crónicas. Fue denominada así, porque en el famoso cuento para niños “Alicia en el país de las maravillas”, el autor hace referencia a este extraño trastorno una y otra vez, por lo que muchas personas creen que el mismo Lewis Carroll (autor de la obra) la padecía.

Las personas que padecen este síndrome tienden a distorsionar el tamaño de los objetos, sintiéndose pequeños (o grandes) respecto a ellos, ya que afecta los nervios ópticos, por lo que la persona puede desarrollar cierta paranoia a moverse. Otro nombre con el que se ha popularizado es con el síndrome del Lilliputense, debido a que el autor Jonathan Swift hizo referencia a una sociedad de pequeño tamaño (los lilliputs) en su obra “los viajes de Gulliver”.

Síndromes en el aspecto amoroso: Sin duda todos alguna vez hemos sido víctimas de los efectos de cupido, sin embargo cuando la persona desarrolla su amor al límite de una obsesión, los resultados pueden ser catastróficos:

Síndrome de Clerambault: Este síndrome se ha desarrollado por excelencia en la población femenina, y las afectadas tienen la creencia de que son amadas por una persona (usualmente de mayor clase social), sin que esta le haya dado motivos para generar esa creencia. El afectado cree que la otra persona objeto de su amor, se desenvuelve con indiferencia debido a que desea mantener su amor en secreto. Lo peligroso de este, es que la persona puede verse afectada por fuertes episodios paranoides, incurriendo en actos violentos que pueden incluso atentar contra la vida de su “amor platónico” o de las personas que los rodean.

Trastorno de Kluver-bucy: Se presenta en individuos con alteración en la actividad de los lóbulos cerebrales en la parte media de la estructura, el efecto sobre las amígdalas es directo. Como efectos secundarios, el individuo experimenta manifestaciones de sexualidad y enamoramiento inadecuado por el tono exagerado que el individuo le confiere.

Síndrome de Bergerac: La persona que posee este síndrome no se cree en capacidad de proyectar con suficiente seguridad sus ideas, por tal motivo recurre a terceros que le ayuden a hacer eco de ellas. En el plano amoroso, se observa que estas personas no se atreven a desarrollar su propia historia, por ello buscan su satisfacción observando la felicidad en terceros.

Trastornos de la personalidad: Muchas veces la exposición prolongada a situaciones de angustia, estrés o miedo, pueden devenir en actitudes que se escapan de la normalidad, cuyo objetivo es el de proporcionar un mecanismo de defensa ante estos estímulos.

Trastorno de personalidad múltiple: Es un raro caso, en el que dentro de una persona pueden convivir dos o más personalidades, las cuales poseen cierta autonomía. Se cree que la disociación de la personalidad se debe a traumas fuertes, por lo que el individuo desarrolla como mecanismo de defensa múltiples formas de ser, acordes con la circunstancia que le toca enfrentar. Muchos lo confunden con trastornos de alucinación, sin embargo, el hecho curioso es que cada personalidad presenta características propias: forma de hablar, edad, sexo, idioma/acento. Este trastorno fue observado en el caso del violador Billy Sullivan, en quien se encontraron 24 personalidades diferentes, las cuales surgieron en respuesta a una infancia llena de abusos.

Distimia: Algunas personas lo denominan trastorno depresivo de la personalidad, y se caracteriza por un estado de tristeza constante. Aunque la intensidad de la sensación es menor a la del trastorno depresivo mayor, su persistencia tiene mayor frecuencia. Entre los síntomas se pueden considerar:

  • Alteración de patrones alimenticios (excesiva ingesta o inapetencia).
  • Baja autoestima.
  • Dificultad para dormir.
  • Cansancio y fatiga que no responden a esfuerzos físicos.

Trastorno dependiente: Muestran incapacidad para tomar decisiones propias sobre temas importantes, es por eso que crean dependencia en torno a terceras personas. No son capaces de desarrollar ni emprender proyectos propios, porque muestran una inseguridad enfermiza.

Muestra temor exacerbado a ser abandonado, y puede llegar a desarrollar síntomas físicos ante situaciones de estrés.

Trastorno narcisista: La megalomanía se caracteriza por el culto excesivo hacia el propio ser. Un narcisista muestra escaza empatía ante sus semejantes, y requiere posicionarse como centro de atención. Pese a dar muestras de “elevadísima” autoestima, los psicólogos opinan que se trata de todo lo contrario, un caso de baja autoestima.

Los narcisistas tiene grandes expectativas respecto a su desempeño, el cual consideran debe ser brillante y exitoso.

Trastorno histriónico: Son aquellas personas que tienden a percibir sus experiencias desde una perspectiva dramática, por lo que se muestran insatisfechos cuando no son el centro de atención, por tal motivo tienden a asumir el papel de víctimas, buscando ser objeto de la compasión de terceros.

Trastorno paranoide: Los portadores de este trastorno mental, sienten excesiva desconfianza de su entorno, por lo que se consideran en peligro inminente. Ven enemigos en todas partes, por lo que tienen tendencias al aislamiento. Pueden presentar problemas para dormir debido a su estado de alerta continuo.


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