Los 10 tipos de trastornos de la personalidad recogidos en el DSM-V

El concepto de trastorno de la personalidad aparece por primera vez en el año 1801 de la mano de un médico francés llamado Philippe Pinel.

Este médico lo definía como una condición que se caracteriza por estallidos de rabia y violencia en ausencia de enfermedades otras enfermedades mentales como la psicosis, el trastorno bipolar,…

En 1896, el psiquiatra Emil Kraepelin describe siete formas de comportamiento antisocial bajo el paraguas de la «personalidad psicopática».

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En el DSM-V se enumeran diez trastornos de la personalidad que se reparten en tres grandes grupos.

Antes de pasar a caracterizar estos diez trastornos de personalidad, hay que destacar que se deben en gran medida al producto de la observación histórica que de un estudio científico, y por lo tanto son construcciones más bien vagas e imprecisas.

La mayoría de las personas con un trastorno de personalidad no suelen acudir a los profesionales de la salud y los que acuden es porque hay otro trastorno mental de fondo o porque han tenido una crisis grave que frecuentemente acaba con la comisión de algún delito.

Los trastornos de personalidad son importantes para los profesionales de la salud ya que son la antesala de algún trastorno mental más grave. Además, estos trastornos de personalidad son fuente de gran angustia para los afectados y es necesario que haya un profesional de la salud que les trate.

GRUPO A

1) Trastorno de personalidad paranoide.

Trastorno de personalidad paranoide

Se caracteriza por una desconfianza generalizada hacia los demás, incluyendo amigos, familia y pareja. Como resultado de esta desconfianza, la persona está constantemente buscando pistas para validar sus temores.

También tiene un fuerte sentido de sus derechos individuales: es demasiado sensible a los reveses y desaires, fácilmente siente vergüenza o humillación y el rencor está muy presente en su vida. Como resultado de todo ello, tiende a aislarse de los demás.

Un estudio realizado con personas que sufrían este tipo de trastorno concluyó que es moderadamente hereditario.

2) Trastorno de personalidad esquizoide.

Trastorno de personalidad esquizoide

El término «esquizoide» designa una tendencia natural a dirigir la atención hacia la vida interior de uno mismo. Una persona con este trastorno es independiente, distante y con tendencia a la introspección y la fantasía.

No tiene ningún deseo de relaciones sociales o sexuales, es indiferente a los demás y a las normas sociales. Carece de respuesta emocional.

Experimentan un profundo anhelo de intimidad y así se refugian en su mundo interior. Las personas con este trastorno rara vez buscan ayuda médica, ya que, a pesar de su reticencia a las relaciones sociales, por lo general no tienen grandes problemas.

3) Trastorno esquizotípico.

Trastorno esquizotípico

Se caracteriza por las rarezas en la apariencia, el comportamiento, el habla, experiencias perceptivas inusuales, y anomalías de pensamiento similar a los observados en la esquizofrenia. Estas últimos pueden incluir creencias extrañas, pensamiento mágico (por ejemplo, pensar que al hablar del diablo puede hacer que él se aparezca), suspicacia y reflexiones obsesivas.

Las personas con trastorno esquizotípico y esquizoide evitan la interacción social, pero en el primer caso es porque tienen miedo de los demás, mientras que en el segundo es porque no tienen ningún deseo de interactuar con los demás o encuentran que relacionarse con otros es demasiado difícil.

Las personas con trastorno esquizotípico tienen una mayor probabilidad de desarrollar esquizofrenia.

GRUPO B

4) Trastorno de personalidad antisocial.

Trastorno de personalidad antisocial

Este trastorno es mucho más común en hombres que en mujeres y se caracteriza por una indiferencia insensible a los sentimientos de los demás.

La persona no tiene en cuenta las normas y obligaciones sociales, es irritable y agresiva, actúa impulsivamente, carece de culpa y no logra aprender de la experiencia.

En muchos casos, no tienen dificultad para encontrar relaciones, e incluso pueden aparecer superficialmente encantadores (el llamado ‘psicópata con encanto’), pero estas relaciones suelen ser ardientes, turbulentas y de corta duración.

Es el trastorno de personalidad más estrechamente relacionado con el crimen.

5) Trastorno límite de la personalidad.

Trastorno límite de la personalidad

Las personas con este trastorno carecen de un sentido de sí mismas, y, como resultado, experimentan sentimientos de vacío.

Tienen un patrón de intensas pero inestables relaciones, inestabilidad emocional, arrebatos de ira y violencia (especialmente en respuesta a las críticas), y comportamiento impulsivo. Las amenazas de suicidio y los actos de autolesión son comunes por lo que muchas personas con este trastorno acaban recibiendo atención médica.

Se cree que yacen en la «frontera» entre los trastornos neuróticos y los trastornos psicóticos como la esquizofrenia y el trastorno bipolar.

Se ha sugerido que el trastorno límite de la personalidad a menudo es consecuencia de una infancia de abuso sexual, y que es más común en las mujeres, en parte, porque las mujeres son más propensas a sufrir abusos sexuales.

6) Trastorno histriónico de la personalidad.

Trastorno histriónico de la personalidad

Las personas con este trastorno carecen de autoestima y para estar bien necesitan la atención y la aprobación de los demás. A menudo parecen estar dramatizando o «interpretando un papel», en un intento de llamar la atención. De hecho, «histriónico» deriva del latín ‘histrionicus’, ‘perteneciente al actor’.

Cuidan mucho su apariencia y se comportan de una manera que es demasiado encantadora o inapropiadamente seductora.

Sus relaciones con los demás parecen poco sinceras o superficiales, lo que, a largo plazo, puede tener un impacto negativo en sus amistades y relaciones románticas. Esto es especialmente preocupante para ellas ya que son muy sensibles a la crítica y al rechazo, y reaccionan mal a las frustraciones de la vida.

Se meten en un círculo vicioso en el que cuanto más rechazadas se sienten, más histriónico es su comportamiento; y cuanto más histriónicas son, más rechazadas se sienten.

7) Trastorno de personalidad narcisista.

Trastorno de personalidad narcisista

Las personas con este trastorno tienen un sentimiento extremo de su propia importancia y una gran necesidad de ser admiradas.

Suelen tener sentimientos fuertes de envidia, carecen de empatía y fácilmente explotan a otras personas para lograr sus objetivos.

Para los demás, pueden parecer controladores, intolerantes, egoístas o insensibles.

Si se sienten ridiculizados pueden tener un ataque de ira y son muy vengativos. Tal reacción suele ser conocida como la «rabia narcisista» y puede tener consecuencias desastrosas para todos los involucrados.

GRUPO C

8) Trastorno de la personalidad por evitación.

Trastorno de la personalidad por evitación

Las personas con este trastorno creen que son socialmente ineptas, poco atractivas o inferiores. Viven con un constante miedo a ser avergonzadas, criticadas o rechazadas.

Evitan el contacto con los demás a menos que estén seguras de caer bien.

Este trastorno está fuertemente asociado con los trastornos de ansiedad y también puede estar asociado con el rechazo por parte de los padres o compañeros de infancia.

La investigación sugiere que las personas con este trastorno monitorean excesivamente sus reacciones internas, tanto propias como ajenas, lo que les impide participar de forma natural o con fluidez en las situaciones sociales.

Un círculo vicioso en el que se van atrapadas: cuanto más se monitorean sus reacciones internas, más ineptas se sienten; y cuanto más ineptas se sienten, más vigilan sus reacciones internas.

9) Trastorno de personalidad dependiente.

Trastorno de personalidad dependiente

Se caracteriza por una falta de confianza en sí mismos y una necesidad excesiva de ser atendidos. Son personas que necesitan mucha ayuda en la toma de decisiones.

Tienen mucho miedo al abandono.

Una persona con este trastorno se ve sí misma como inadecuada e impotente. Las personas con trastorno de personalidad dependiente terminan relacionándose a menudo con personas con un trastorno de la personalidad del grupo B, que se alimentan de la alta estima incondicional que les profesan este tipo de personas dependientes.

10) Trastorno Anancástico de la personalidad.

Trastorno Anancástico de la personalidad

Se caracteriza por una excesiva preocupación por los detalles, reglas, listas, orden, organización u horarios; su perfeccionismo es tan extremo que les impide completar una tarea;

Son muy devotos al trabajo y la productividad a expensas del ocio y las relaciones. Una persona con este trastorno suele dudar y es cautelosa, rígida, controladora y sin sentido del humor.

Su ansiedad subyacente surge de una supuesta falta de control sobre un mundo que escapa a su comprensión; y cuanto más intenta controlarlo, más fuera de control se siente. En consecuencia, tiene poca tolerancia a la complejidad y tiende a simplificar el mundo.

Sus relaciones con sus amigos, familia y compañeros de trabajo son a menudo tensas por las exigencias irrazonables e inflexibles que él hace sobre ellos.

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Fuente: Psychology Today
Imágenes: Shutterstock


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