Tipos de fobias: cuando el miedo se vuelve irracional

Chica que tiene fobia a la oscuridad

Antes de intentar entender qué tipos de fobias existen, es más importante saber qué es una fobia y todo lo que conlleva padecerla. Una fobia es una reacción de miedo excesiva e irracional. Si alguien tiene una fobia puede experimentar una sensación profunda de temor o pánico cuando tiene delante la fuente de su miedo. El miedo puede ser a una situación, lugar o cosa. Las fobias suelen estar siempre relacionadas a cosas específicas.

Las fobias pueden ser sentir algo molesto a que sea severamente incapacitante. Las personas con fobias suelen saber que sus miedos son irracionales, pero no pueden hacer nada al respecto. Las fobias pueden interferir en la vida laboral personal e incluso, académica. Cuando un miedo no permite a una persona llevar una calidad de vida normal, entonces será necesario comenzar a buscar ayuda profesional.

Fobias específicas

Cuando una persona tiene una fobia específica (también conocido como fobia simple), se tiene un miedo duradero e irrazonable causado por la presencia o el pensamiento de un objeto o situación específica que generalmente no tenga un peligro real. La persona tiene una reacción inmediata que provoca que la persona tenga ansiedad intensa, mucho nerviosismo o que evite por completo la situación.

La angustia que provoca la fobia o la necesidad de evitar la fuente del miedo pueden interferir gravemente en la calidad de vida de la persona. Las personas que tienen una fobia específica reconocen que el miedo es excesivo o irrazonable, pero que no pueden controlarlo ni tampoco superarlo.

Miedo o fobia a hablar en público

Tipos de fobias

Existen diferentes tipos de fobias, en realidad son muchas e innumerables, pero existen algunas fobias que son más comunes y que se repiten en la sociedad. Algunas de ellas son:

  • Agorafobia. Miedo a lugares o situaciones de las que no se puede escapar o a los espacios abiertos. Las personas con este miedo temen a las grandes multitudes o a quedarse atrapadas en el hogar. Suelen evitar las situaciones sociales y si no salen de casa se sienten más seguros.
  • Fobia social. Este tipo de fobia también se conoce como trastorno de ansiedad social. Es una preocupación extrema sobre las situaciones sociales que puede conducir al aislamiento. Una fobia social puede ser tan grave que afecte a las interacciones más simples como contestar al teléfono. Intentan evitar cualquier tipo de situación pública.
  • Glosofobia. Ansiedad de rendimiento o miedo a hablar delante de una audiencia. Sufren ansiedad incluso solo de pensar que deben hablar delante de algunas personas.
  • Acrofobia.  Miedo a las alturas. Estas personas evitan las montañas, los piensas o los pisos altos de los edificios. Suelen presentar vértigos, mareos, sudoración, sensación de desmayo e incluso pérdida de conocimiento.
  • Claustrofobia. Miedo a los espacios cerrados y estrechos. Puede ser grave e incapacitante puesto que puede impedir viajar en coches o ascensores.
  • Hemofobia. Fobia a la sangre o a las lesiones. Una persona con hemofobia puede desmayarse cuando entra en contacto con su propia sangre o con la de otra persona.
  • Aracnofobia. Miedo a las arañas.
  • Nictofobia. Miedo a la noche o a la oscuridad. Comienza con el miedo típico en la infancia y se le resta importancia. Cuando el miedo a la oscuridad se mantiene en la adolescencia, entonces se puede considerar una fobia.

Persona superando la fobia a los espacios abiertos

Otras fobias comunes:

  • Fobias a los animales: fobias a los perros, serpientes, insectos, ratones, etc.
  • Fobias situacionales: miedo a situaciones específicas (como volar, viajar en coche, conducir, estar en un lugar cerrado, etc.)
  • Fobias en el ambiente natural: miedo a las tormentas, a las alturas o al agua.
  • Fobias de lesiones: miedo a lesionarse, procedimientos médicos invasivos, etc.
  • Otras fobias: miedo a caerse, miedo a los sonidos fuertes, miedo a los personajes disfrazados como los payasos, etc.

Síntomas de las fobias

Cuando una persona una fobia tendrá unos síntomas característicos. La gravedad de los síntomas dependerá sobre todo de la intensidad con la que se sienta ese miedo. El síntoma más común e incapacitante es el ataque de pánico o ansiedad extrema. Las características son:

  • Palpitaciones
  • Dificultad para respirar
  • Verborrea o incapacidad para hablar
  • Boca seca
  • Dolor de barriga
  • Náuseas
  • Temblores
  • Dolor o rigidez en el pecho
  • Mareos
  • Aturdimiento
  • Sudores
  • Sensación de fatalidad inminente
  • Dolor de cabeza
  • Hormigueos

Una persona con fobia no tiene que padecer en todas las circunstancias un ataque de pánico y que aun y así, se siga hablando de fobia. La persona con fobias también pueden sentir:

  • Sensación de ansiedad incontrolable cuando se expone a la fuente del miedo
  • Sensación de evitación extrema a la fuente del miedo
  • No poder funcionar correctamente
  • Pensamientos obsesivos con la fuente del miedo
  • Reconocimiento de que el miedo es irracional o desproporcionado pero incapacidad de control

Persona con ataque de pánico por fobia intensa

Cómo funciona el cerebro en una fobia

El cerebro suele recordar y almacenar en el cerebro eventos peligrosos o potencialmente mortales, incluso a través de la genética.

Si una persona se enfrenta a una situación semejante a la que el cerebro tiene almacenada como memoria estresante, el cuerpo experimentará una reacción extrema de estrés porque piensa que la vida está en peligro. Las áreas del cerebro que se ocupan del miedo y el estrés continúan recuperando el recuerdo aterrador de manera inapropiada.

Se cree que la amígdala en el cerebro está relacionada con el desarrollo de fobias. La amígdala puede desencadenar la liberación de hormonas de «luchar o huir». Estos ponen el cuerpo y la mente en un estado altamente alerta y estresado para ‘sobrevivir’.

¿Se pueden superar?

Una fobia se puede superar únicamente si se trata de forma especializada. Normalmente el tratamiento suele incluir terapia, medicamentos o una combinación de ambos… dependiendo del caso concreto.

La terapia cognitiva conductual es la terapia que más se usa en este tipo de casos, es decir, en las fobias. Esto implica la exposición a la fuente del miedo en un entorno controlado y sin presionar más de lo que pueda soportar a la persona con la fobia. Este tratamiento puede desacondicionar a las personas y reducir la ansiedad.

La terapia se centra en identificar y cambiar los pensamientos negativos, las creencias disfuncionales y las reacciones negativas a la situación fóbica. Las nuevas técnicas usan tecnología de realidad virtual para exponer a las personas a las fuentes de sus fobias de forma segura.

La medicación también puede ser una opción, usando antidepresivos o medicamentos contra la ansiedad.  Esto podrá ayudar a calmar las reacciones más graves a nivel emocional y también las reacciones físicas ante el miedo.


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