Tipos de drogadicción y su explicación

Muchas veces escuchamos de personas con problemas de drogas, ya sean de nuestra comunidad, personajes célebres o incluso amigos y miembros de nuestra familia. A pesar de ello, lo cierto es que el conocimiento general de este tema es muy pobre en la población. Es por ello que en este artículo presentamos información detallada sobre los diferentes términos ligados a ella, y los tipos de drogadicción que se conocen hasta el momento.

¿Qué es la drogadicción?

En primer lugar, definiremos lo que es la drogadicción. Se trata de una condición o padecimiento, en la que el individuo siente la necesidad de consumir determinadas cantidades de droga, con el fin de sentirse bien y «aliviar sus problemas» de distintas índoles.

La drogadicción también es conocida como farmacodependencia o drogodependencia. En términos más técnicos, otros la definen como un estado de intoxicación periódica ocasionado por el consumo recurrente de sustancias psicoactivas. Éste genera la necesidad de consumirlas en forma repetida, y a su vez incentiva al individuo a recurrir a todo tipo de medios para conseguirlas. Además, como ya se dijo, desencadena una serie de síntomas que dan pie a una dependencia física, psíquica o ambas que traerá serias repercusiones en su desenvolvimiento diario.

De aquí en adelante se manejaran términos como dependencia y tolerancia, que deben ser explicados para poder adentrarnos en los tipos de drogadicción, y garantizar el entendimiento del tema en general. En este caso, se puede definir el hábito como el uso frecuente de una sustancia, motivado principalmente por el deseo de consumirla. Sin embargo, pocas veces implica una necesidad o deseo de aumentar las dosis de la misma. Contrario a lo que se cree, el hábito no implica una dependencia de la sustancia a nivel físico; aunque sí puede considerarse dependencia psíquica, al añorar los efectos que le la misma produce.

Es por ello que es importante explicar ahora el término de dependencia. Esta es una condición en la que la interrelación entre el organismo, la sustancia psicoactiva y el entorno, origina lo que se considera un impulso irreprimible hacia el consumo de drogas. La misma puede ser física o psíquica, y estas se explican a continuación:

  • Dependencia física: El organismo, acostumbrado al consumo de determinada sustancia, desarrolla una serie de síntomas en ausencia de la misma; esto como consecuencia de un proceso de adaptación a falta de la sustancia.
  • Dependencia psíquica: La existencia de un sentimiento de insatisfacción o de malestar, en conjunto con un impulso psíquico, origina la necesidad de consumir drogas. En este caso el fin de su administración es aliviar la condición emocional, o simplemente provocar una sensación de placer.

Las descritas comprenden dos tipos de drogadicción, de acuerdo con la naturaleza de la dependencia que presente el adicto. Sin embargo, existen otros tipos basados en las causas que la originan y en el tipo de sustancia psicoactiva que se emplee. Las mismas se describen a continuación.

Tipos de drogadicción según el motivo o causa

La drogadicción se considera una dependencia; la cual origina una serie de síntomas fisiológicos, cognitivos y en el comportamiento, los cuales a su vez, impiden el abandono del hábito aún en plena consciencia del daño que ocasiona. Esto viene dado por una serie de causas que determinan su clasificación.

A continuación, se explican las cuatro categorías de drogadicción propuestas por Cancrini en su trabajo de investigación sobre la dependencia a las drogas presentado al IX Congreso Mundial de Comunidades Terapéuticas:

Drogadicción traumática

La drogadicción traumática es aquella que se da como consecuencia de la necesidad del individuo por mitigar sentimientos negativos, los cuales son ocasionados por alguna situación traumática y repentina en su vida. Entre las causas de la misma se pueden citar la muerte de un familiar o ser querido, divorcio, una ruptura amorosa, violación, ansiedad por pérdida del trabajo, entre muchas otras.

La ruptura repentina del concurrir normal de la vida debido a un acontecimiento como los citados, conlleva al individuo a una búsqueda desesperada por rehabilitar el orden en su vida. En este punto se recurre a la sustancia, cuyos efectos magníficos le permiten volver a sentir la seguridad del pasado, el placer y la tranquilidad tan añorada por el ser humano.

Este tipo de drogodependencia se caracteriza por la actitud de negación ante el trauma que mantiene el adicto; puesto que los efectos de la sustancia revierten los sentimientos de pesar que lo aquejan hasta olvidarlos. Sin embargo, en ausencia de la misma, estos afloran y el individuo se ve en la necesidad de conseguirlos a toda costa para encubrirlos rápidamente.

En este tipo de casos, la droga se convierte en el centro de la vida de la persona que la consume, y existe una gran probabilidad de sobredosis; esto debido a que el adicto busca de forma frecuente el adormecimiento como mecanismo de evasión.

Sin embargo, se trata de una categoría en la que el tratamiento da resultados satisfactorios y los pacientes logran superar su adicción. Entre las técnicas empleadas para su cura se encuentran las terapias individuales, verbalización, y fármacos bajo estricto control. No obstante, antes de la aplicación de las mismas es necesario hacer conexión con el trauma que dio origen a la adicción.

Drogadicción por neurosis actuales

Este tipo de adicción tiene su origen en conflictos internos del individuo, el cual desarrolla y mantiene una firma actitud desafiante con su entorno.

El perfil psicológico del mismo encaja con alguien sin intereses, completamente ensimismado y con una profunda sensación de malestar ante las personas a su alrededor. El aislamiento lo vuelve completamente indiferente a las demostraciones de afecto, explícitas o implícitas; a su vez el malhumor y la intolerancia se vuelven constantes en su día a día. De esta forma, el individuo se siente amenazado por todo aquel que intente prestarle ayuda, incluso con sus padres o familiares cercanos.

A propósito de los padres, la drogadicción por neurosis actuales está muy ligada a problemas en el núcleo familiar. De hecho, son comunes los casos en los que uno de los padres, en vista de su incapacidad para tratarlo, se hace cómplice de la adicción del hijo; mientras que el otro hace caso omiso de la situación. En estos casos, por lo tanto, el tratamiento implicará tanto terapias individuales como terapias familiares.

Drogadicción de transición:

En este caso, la persona adicta tiene un mecanismo de defensa de carácter “transicional”, que por lo general consiste en trastornos maníaco depresivos, obsesivos y paranoias. Estas se manifiestan por medio de actitudes autodestructivas y una marcada agresividad, y dan pie al consumo de las drogas.

Este tipo de casos se originan en grupos familiares conformados por miembros poco tolerantes, con tendencia a la discusión, agresivos y prepotentes. Se trata de personas incapaces de soportar opiniones o posiciones diferentes a la suya, y que reaccionan de forma violenta ante la expresión de las mismas.

El adicto en este caso creará situaciones imaginarias en las que se involucre a otras personas para culparlas, y con ello justificar el consumo de las sustancias psicoactivas. Se maneja la actitud de autosacrificio, empleando la enfermedad como un medio para solucionar los problemas.

Se trata de uno de los tipos de drogadicción más complejos debido a que es difícil determinar la situación que da origen a la dependencia, y hay una alta probabilidad de recaídas y de suicidio por la influencia del trastorno en ella.

Drogadicción por problemas sociales:

Este tipo de drogadicción es también denominada como sociópata, y es frecuente en personas pertenecientes a los siguientes tres tipos de grupos familiares:

  • Hijos de familias en las que abundan los problemas económicos y de desestructuración.
  • Personas que han sido criadas en institutos de la minoridad.
  • Aquellos hijos de familias adineradas que fueron degradadas en su estatus social por diversas razones, presentando luego problemas económicos y sociales comunes en la clase baja.

Los casos de drogadicción por problemas sociales por lo general cumplen con el perfil de personas antisociales, aún antes de desarrollar la dependencia a la sustancias. Se trata de individuos con un alto nivel de indiferencia y desconsideración ante sus semejantes, poco solidarios, y carentes de sentimientos como ternura y compasión. En este grupo entran delincuentes y personas en situación de calle, sin hogar, carentes de un núcleo familiar definido.

En estos casos, el tratamiento consiste en terapias individuales y de integración social, en conjunto con asistencia de servicios sociales y otros de tipo asistencial.

Tipos de adicción a las drogas según la sustancia

Existe otro tipo de clasificación de la drogadicción basada en el tipo de sustancia que se consume. Si se trata de alcohol, cigarrillo, drogas estimulantes, entre otras. No obstante, a partir de la OMS las clasificaremos en: estimulantes, depresoras y alucinógenas.

  1. Adicción a estimulantes:

Entre las drogas estimulantes se encuentran la cocaína, el éxtasis, las anfetaminas y las metilxantinas, cuyo método de administración puede ser a través de ingestión, por vía intravenosa y aspiración por mucosas nasales.

Los efectos de las mismas en quienes las consumen radican en el aumento de la actividad funcional, por medio de la estimulación del cerebro y del sistema nervioso central.

  1. Adicción a depresores:

Los depresores aquellas sustancias cuya acción se basa en inhibir la actividad del cuerpo e inducir al sueño del individuo, pues relajan su sistema nervioso.

Su vía de administración puede ser oral, como en el caso de las bebidas alcohólicas y las pastillas, fumándolas o por vía intravenosa.

Entre los depresores se encuentran:

  • Los hipnóticos, entre los cuales se encuentran en el alcohol y barbitúricos.
  • Los tranquilizantes (benzodiacepinas).
  • Los analgésicos narcóticos como la codeína, heroína, morfina, metadona.
  • Los anestésicos como éter y cloroformo.
  • Los disolventes inhalantes como acetona y toluenos.

  1. Adicción a alucinógenas:

Las sustancias alucinógenas, como su nombre lo indica, provocan en el individuo que las consume estados de confusión, delirio, alucinaciones y despersonalización. Su acción comprende lo que en términos técnicos es una alienación momentánea de la actividad mental, en la cual se estimula la actividad imaginativa y se producen alteraciones en la percepción general.

Entre los alucinógenos se pueden mencionar el famoso LSD (dietilamida del ácido lisérgico), el peyote, la mezcalina y el PCP.

Como podrá haberse constatado, se trata de un tema sumamente delicado en el cual influyen una variedad de factores conformados por:

  • Relaciones en el grupo familiar.
  • Las condiciones económicas y sociales.
  • La percepción que tenga el individuo sobre su entorno.
  • El relacionamiento de la persona con sus semejantes.
  • Situaciones traumáticas.
  • Presencia de enfermedades maníaco-depresivas.

Esto derrumba una serie de mitos establecidos al rededor de la drogadicción, en los cuales se presentaba al adicto como un ser antisocial y de bajos recursos económicos. Al estudiar los tipos de drogadicción presentados en este artículo, se concluye que a pesar de que estos estén más propensos a este padecimiento, los factores de riesgo son bastante amplios y no dependen únicamente de la marginalidad.

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