La terapia de grupo como tratamiento efectivo en multitud de campos

Debido a los fantásticos resultados que la terapia de grupo consigue en multitud de problemas psicológicos, vamos a profundizar más con el objetivo de conocer los detalles de este tipo de psicoterapia que además se presenta como una alternativa muy útil en gran cantidad de campos diversos, por lo que a menudo se puede adaptar a cualquier tipo de complicación que se presente en la mayoría de pacientes, ya sean dependencias, problemas emocionales, problemas psicológicos, depresiones, etc.

Qué es la terapia de grupo

Vamos a comenzar definiendo la terapia de grupo, que no es otra cosa que un tratamiento terapéutico que tiene como objetivo ayudar a pacientes mediante el soporte que aporta un grupo de personas que generalmente también se ven afectadas por los mismos problemas de naturaleza psicológica, de manera que se consigue no sólo crear una unión y apoyo adicionales al aportado por el profesional, sino que además también se consigue abrir la mente del paciente con el objetivo de darle a entender que no está solo para hacer frente al problema, además de que cualquier tipo de dificultad se puede presentar con múltiples caras en función del ojo desde el que se mire.

Este tipo de psicoterapia se realiza en un lugar habilitado donde un terapeuta o psicólogo se encargará de gestionar el grupo, el cual estará integrado habitualmente por personas que tienen en común algún tipo de dependencia o problema psicológico que afecta negativamente a sus vidas.

A través de estas terapias se busca conseguir liberar al paciente de parte de su peso, además de darle a entender que cuenta con mucho apoyo para dejar atrás todo aquello que ha estado minando su calidad de vida en los últimos tiempos.

Tipos de terapia de grupo

Cabe destacar que existen distintos tipos de terapia de grupo, y de hecho son tantos que resulta bastante complicado establecer una clasificación específica, pero vamos a analizar algunos de los detalles que caracterizan a los tipos de terapia de grupo más efectivos y habitualmente utilizados.

La terapia de grupo anónima o familiar

Comenzamos por una elección que se hará en base al tipo de problema psicológico o dependencia que vayamos a tratar, y en este sentido podemos encontrar terapias de grupo en la que todos los integrantes actúan de forma anónima y comparten entre sí el mismo problema, y por otra parte tenemos las terapias en la que tan sólo uno padece el problema, mientras que el resto generalmente será un grupo formado por familiares y amigos e incluso voluntarios que intentarán ayudar al paciente a aclarar sus ideas y demostrarán de esta forma su apoyo incondicional hacia esa persona.

El número de participantes en la terapia de grupo

Otro de los elementos diferenciadores entre los distintos tipos de terapia de grupo es el hecho de que vamos a poder encontrar grupos grandes y grupos pequeños, de manera que podríamos considerar un grupo de terapia pequeño cuando hablamos de un máximo de 10 miembros, y a partir de ahí ya estaríamos ante un grupo de terapia grande.

En este sentido cabe destacar que, salvo terapias muy particulares, en la mayor parte de los casos es recomendable optar por los grupos de terapia pequeños pero al límite con los grandes, es decir, contar con un volumen de entre 9 y 10 asistentes puede ser la cifra ideal.

La homogeneidad dentro del grupo

La homogeneidad es también un factor importante a la hora de definir la terapia, ya que podemos encontrar grupos homogéneos y grupos heterogéneos, de manera que un grupo homogéneo será aquel en el que los integrantes del mismo cuentan con idénticos problemas, y un grupo heterogéneo contará con pacientes con problemas diversos que habitualmente podrán tener algún tipo de relación.

En este sentido debemos tener en cuenta que generalmente se va a optar por grupos homogéneos, pero en determinados casos en los que hay problemas que pueden servir de apoyo a otros, puede ser interesante estructurar los grupos como heterogéneos.

Las características de los integrantes del grupo

También se puede distinguir el tipo de grupo en función de características como puede ser el género de los participantes, la edad de los integrantes del grupo, e incluso otros aspectos importantes como puede ser la etnia e incluso la raza, ambos componentes culturales que pueden afectar positiva o negativamente en función del problema que se esté tratando.

A su vez, también existe la posibilidad de ir realizando modificaciones a lo largo de la terapia, es decir, aunque se comience con un grupo muy específico, en las siguientes fases existe la posibilidad de ir añadiendo y variando el tipo de grupo, lo cual en muchos casos puede suponer también una experiencia enriquecedora para los pacientes que forman parte de los distintos grupos que se unirían o combinarían en función del número de participantes, la evolución individual y las características.

La entrada y salida de participantes en el grupo

Finalmente tenemos otro componente importante que nos ayuda a distinguir entre los distintos tipos de terapia de grupo, y que es el hecho de que el grupo sea abierto o cerrado a la participación de otras personas.

Es decir, hay grupos cerrados en los que el objetivo es que todos los participantes empiecen el proyecto y lo finalicen juntos, de manera que se establecen unos lazos más fuertes y sobre todo hay una mayor confianza entre los participantes, pero por otra parte tenemos los grupos abiertos que son aquellos que facilitan la entrada y la salida de sus miembros, de manera que, aquellos que ya se hayan recuperado o se encuentren en mejor estado pueden abandonar el grupo, mientras que su silla podrá ser ocupada por otra persona que se integre en las siguientes reuniones.

Fases de la terapia de grupo

En cuanto a las fases de la terapia de grupo debemos tener claro que pueden variar en función del tipo de terapia o problema que se vaya a tratar, y en este sentido encontramos varias clasificaciones por lo que vamos a destacar las principales:

Las fases de la terapia de grupo según Bennis y Shepard

Es la más antigua de las clasificaciones que se tienen en cuenta a día de hoy, ya que data de 1956. Sin embargo, es de gran importancia conocerla ya que es a partir de ella de donde se originan las siguientes clasificaciones de fases de terapia de grupo.

En este caso se dividen las fases en dos, las cuales son las siguientes:

  • Fase 1 – Etapa de dependencia: esta primera fase se centra en los problemas con el poder e incluye tres procesos que son Dependencia-Huida, Contradependencia-Lucha, y Resolución y Catarsis.
  • Fase 2 -Etapa de independencia: esta segunda fase se centra en los problemas con el afecto, e incluye tres procesos que son Ilusión-Huida, Desilusión-Lucha y Validación y Catarsis final.

Las fases de la terapia de grupo según Wilfred Bion

En cuanto a esta clasificación que data del año 1961, se presenta con un total de tres fases principales que son las siguientes:

  • Dependencia.
  • Ataque-Fuga.
  • El emparejamiento.

Las fases de la terapia de grupo según Mills

Mills, por su parte, contemplaba las siguientes cuatro fases:

  • Adaptación: es la fase a través de la cual se coordinan los recursos necesarios para alcanzar la solución a los problemas que se van a tratar.
  • Logro de objetivos: es también conocida como la fase de consumación, y el objetivo es el de conseguir a la vez que mantener la satisfacción en los miembros que forman parte del grupo, de manera que se establecen diversas tareas colectivas que tienen como objetivo mejorar la expresión emocional y permitir de esta forma una mejor relación con otros grupos y, por supuesto, también con el líder del grupo.
  • Integración: el objetivo es el de dirigir la acción en las relaciones con la misión de buscar una armonía y una adecuada coordinación para alcanzar la máxima funcionalidad del grupo.
  • Mantenimiento de pautas: esta sería la fase de motivación en la que se crea una cultura grupal y se ensalzan las creencias, los valores y las reglas como sostén del propio grupo.

Las fases de la terapia de grupo según López Yarto

Y finalmente tenemos está clasificación que data de 1997 y que por tanto es la más actual hasta la fecha:

  • Etapa I: es la etapa de la inclusión y la dependencia.
  • Etapa II: es la etapa de la contra dependencia y lucha.
  • Etapa III: a partir de esta etapa es cuando surge la confianza.
  • Etapa IV: esta etapa marca el momento en el que comienza la preocupación por lo emocional.
  • Etapa V: se trata de la última etapa que incluiría la finalización de la terapia y la despedida.

Las ventajas de la terapia de grupo frente a la terapia individual

En gran parte de tratamientos, la terapia de grupo presenta algunas ventajas muy interesantes que pueden favorecer considerablemente la evolución del paciente, y una de las principales es el hecho de que ayuda a entender que no estamos solos ante el problema, sino que a nuestro alrededor hay personas que se encuentran en la misma situación, lo cual nos ayuda a entender que hay más posibilidades y más comprensión de la que podemos imaginar en un primer momento.

Además, esto estimula distintos puntos de vista, lo cual hace comprender que no estamos ante un problema único sino ante una circunstancia que afecta a muchas personas de nuestro entorno.

Por otra parte, el hecho de formar parte de un grupo también ayuda a mejorar considerablemente la capacidad para poder apoyar a otros pacientes y por supuesto también para aceptar el apoyo hacía nuestra persona, lo cual permite no sólo avanzar en las fases de la terapia de grupo, sino también acabar con el aislamiento y la soledad que muchas personas que padecen determinadas dependencias o problemas emocionales/psicológicos suelen experimentar.

A su vez también es una forma fantástica de conseguir que las personas más tímidas aprendan a participar dentro del grupo, lo cual les dará mucho más valor y más fuerza para hacer frente a sus problemas. Esto se consigue a través de la muestra de interés por parte del resto del grupo por lo que nos afecta, de manera que empezamos a entender que esas personas pueden ayudarnos y sobre todo nos entienden y dan valor a nuestra opinión.

En cierto modo, la terapia de grupo también es una importante fuente de disciplina, ya que nos ayuda a escuchar, comprender y participar en conversaciones de manera que no sólo podemos aportar información, sino que también buscaremos razonarla y por tanto meditaremos acerca de nuestro problema. En ocasiones muchas personas hacen lo posible por encontrar la solución a problemas de terceros, mientras que para los suyos son incapaces de encontrar una salida, y de esta manera estaremos autoayudándonos a través de nuestra intención positiva por echar una mano a nuestros compañeros.

El hecho de compartir un problema o una dependencia de cualquier tipo con otras personas, también nos va a ayudar a crear unos lazos mucho más fuertes con ellas, logrando de este modo crear nuevas amistades y vínculos emocionales que nos servirán de apoyo para vencer nuestros miedos y conseguir la energía necesaria para seguir luchando y salir adelante.

El enfoque de estas personas acerca de nuestro problema puede ser muy enriquecedor para nosotros, ya que están viéndolo desde fuera y, aunque lo compartan, pueden darnos su opinión acerca de experiencias muy particulares que hayamos vivido a título personal, lo cual será de gran apoyo para salir del pozo en el que nos encontramos.


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