7 técnicas de relajación para el estrés y calmar la ansiedad

Todas las personas nos enfrentamos en muchas ocasiones has situaciones estresantes a lo largo de la vida. Puede ser desde molestias menores, preocupaciones serias o incluso afrontar una gran enfermedad propia o de un ser querido. No importa cuál sea la causa, el estrés siempre un inundará cuerpo de hormonas de cortisol.

A sentir estrés el corazón y la respiración se aceleran y los músculos se tensan. Esta es la llamada respuesta al estrés, y es una reacción normal cuando una persona siente que está en una situación amenazante. Es una técnica perfeccionada en respuesta a nuestros antepasados prehistóricos, nos ayudaba sobrevivir amenazas como el ataque de un animal feroz o una inundación.

Hoy en día enfrentarse a estos tipos de peligro no es posible, no nos va a comer ningún animal feroz y aunque también hay probabilidad de inundaciones no es tanto como todo lo que sufrieron nuestros antepasados. Aunque las situaciones desafiantes de la vida diaria si pueden desencadenar la respuesta de estrés de nuestro cuerpo. En este sentido, tenemos que desarrollar algunas formas para responder a estas situaciones y mejorar de esta manera de nuestra relajación frente al estrés y ansiedad.

relajación respiración

La importancia de aprender técnicas de relajación

Para poder manejar el estrés y calmar la ansiedad es necesario aprender técnicas de relajación. Con una práctica regular las técnicas se aprenderá diferentes formas para calmarse uno mismo siempre que surja la necesidad.

Las técnicas de relajación, son estrategias utilizadas para reducir el estrés y la ansiedad. Aunque estas técnicas también se puede utilizar para controlar otros síntomas como por ejemplo en un trastorno de pánico y ayudar a una persona a superar un ataque de este tipo. También funciona para gestionar mejor la respuesta de lucha o huida en una reacción de estrés, que normalmente ocurre en los trastornos de ansiedad.

La reacción de lucha o huida puede causar sentimientos de miedo extremo, ante una amenaza que aunque no sea real, la persona que lo parece en la siente como muy amenazante. Por ejemplo, las personas que tienen agorafobia tienen terror a lugares abarrotados o a espacios abiertos. La respuesta de lucha o huida también puede usar síntomas físicos molestos, como palpitaciones, respiración acelerada o aumento de la sudoración.

En este sentido, se ha descubierto que las técnicas de relajación hay una cuerpo a mejorar ya poder tener el control en estas situaciones extrema. Se reduce la frecuencia cardiaca, la tensión corporal, disminuyen los pensamientos negativos y además aumenta la autoestima y las habilidades para la resolución de conflictos.

chico con relajación guiada

A continuación vas a conocer algunas técnicas de relajación que te ayudará a evocar una mejor respuesta y poder controlarte en situación de estrés o ansiedad. Lo ideal es que escojas una o varias de las siguientes técnicas y que las incorpores en tu estilo de vida practicándolas al menos 10 minutos al día. A través de una práctica regular podrás usar estas técnicas siempre que lo necesites de forma fácil y eficaz.

Técnicas de relajación

Foco de respiración

Esta técnica es simple y muy poderosa. Tendrás que tomar respiraciones largas, lentas y profundas (también conocidas como respiración abdominal). A medida que se respira, estarás liberando suavemente de tu mente los pensamientos y sensaciones que te distraen o que te causan malestar.

Si te centras en el aire que inhalas y exhalas, será aún más útil, para ayudarte a enfocarte en tu cuerpo de forma positiva y evitar las posibles distracciones del ambiente. Sin embargo, esta técnica puede no ser apropiada para personas con problemas de salud que dificultan la respiración, como enfermedades respiratorias o insuficiencia cardíaca.

Imágenes guiadas

En esta técnica tendrás que pensar en escenas dentro de tu mente, lugares o experiencias relevantes para ayudarte a relajar tu estado y concentrarte en ti. Podrás encontrar aplicaciones gratuitas o grabaciones que te pueden ayudar en la guía. Tendrás que encontrar un audio que vaya bien contigo y que tenga un significado personal. Las imágenes guiadas pueden ayudarte también a reforzar una visión positiva de ti mismo/a. Si tienes pensamientos intrusos todo el tiempo puede resultarte complicado pero con práctica lo podrás conseguir.

Yoga y meditación

Hay personas que consideran que el yoga y la meditación son formas útiles para reducir el estrés y la ansiedad. El yoga puede ayudarte a soltar la tensión acumulada, a concentrarte y a relajarte. La meditación también puede ser una manera de que te sientas más tranquilo y equilibrado. Se pueden combinar o hacer por separado, pero lo que es seguro es que te ayudarán a reducir la ansiedad y a que estés renovado por dentro.

relajación haciendo yoga

Auto cuidado

El auto cuidado también te ayudará a relajarte porque te sentirás mejor contigo mismo/a. Las técnicas de relajación pueden ser aún más eficaces cuando se incluyen con sus prácticas generales de bienestar y auto cuidado. Las estrategias de auto cuidado consisten en actividades que mejoran tu salud, incluidos los aspectos emocionales, físicos, espirituales y relacionales de tu bienestar personal.

Repetir un mantra

Para hacer esta técnica, tendrás que repetir en tu mente una frase corta que sea reconfortante para ti mientras respiras y te concentras. Este método puede ser ideal sobre todo si la espiritual es importante para ti.

Sintonizar con el cuerpo

Examina mentalmente tu cuerpo para tener una idea de cómo el estrés y la ansiedad puede afectarte diariamente. Recuéstate de espaldas o siéntate con los pies en el suelo. Comienza en pensar y relajar los dedos de los pies y avanza hasta tu cuero cabelludo, notando cómo se siente el cuerpo.

¡Muévete!

¿Moverse ayuda a relajarte? ¡Más que nada! Te ayudará a calmar la mente y a destensar tu cuerpo. Todas las formas de ejercicio pueden aliviar los síntomas de la ansiedad o del estrés. Tu cerebro liberará sustancias químicas que te harán sentir bien y tendrás la oportunidad de tener un mayor control sobre los sentimientos que te hacen sentir mal. Puedes dar un paseo, subir y bajar escaleras, ejercicios de estiramientos, etc.

Escoge una de estás técnicas de relajación (o varias de ellas, ¡o todas si quieres!), y aplícalas a tu vida en tu día a día. Empezarás a notar la diferencia cuando pasen unas semanas desde que empezaste a practicarlas. ¡Merece la pena!


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