Es posible que alguna vez al escuchar las noticias o en algún otro momento hayas escuchado el término; “sociópata” o “sociopatía”. Este término se usa de forma informal y se refiere a un patrón de comportamientos y actitudes antisociales de una persona. La sociopatía está estrechamente representada por el trastorno de personalidad antisocial.
Qué es
Desde fuera, una persona que se describe con sociopatía parecen personas perturbadas, aunque también son capaces de mostrar cariño, sinceridad y confianza hacia los demás. En realidad, son personas que manipulan y mienten a menudo para conseguir sus intereses. No tienen empatía y tienen una conciencia débil que les permite actuar de una manera imprudente o agresiva, incluso cuando saben que su comportamiento no es correcto.
Ser sociópata nada tiene que ver con ser psicópata. Éste último se caracteriza por no tener un sentido del bien y del mal. Son personas más audaces y más manipuladoras. Además son personas mucho más egocéntricas que las personas sociópatas.
Por lo tanto, la sociopatía es un trastorno de la personalidad antisocial, una condición crónica de salud mental que se caracteriza por ignorar los sentimientos y los derechos de los demás. Pueden causar daños a otros sin sentir arrepentimiento ni sentimientos de culpa.
Las personas con trastorno de personalidad antisocial engañan, manipulan y hacen lo que sea necesario para obtener cosas en su beneficio, como poder o dinero. Son capaces de estafar a personas bajo nombres falsos para evitar que se les encarcelen, pueden robar o tener un comportamiento agresivo solo para conseguir lo que quieren. No tienen empatía y pueden actuar de manera impulsiva, esto en muchas ocasiones, les hará tener problemas con la ley e incluso, acabar en la cárcel. Suelen ser personas irresponsables, no aprovechan las oportunidades y no saben llevar una vida correctamente, sin problemas. También es probable que tengan una esperanza de vida más corta debido a conductas impulsivas como el abuso de sustancias y la actividad criminal.
Aunque en ocasiones es posible que las personas no hagan caso de los sentimientos de otras personas, o se pueden comportar de forma manipuladora, egoísta o despreocupada… las personas con sociopatía o trastorno de personalidad antisocial se comportan así siempre. Tienen un comportamiento emocional inusual que estropea las relaciones y lleva a las personas a tener patrones inestables de relación con los demás. Los niños también pueden ser diagnosticados con este tipo de trastorno de personalidad.
Causas
En la actualidad las causas exactas del trastorno de la personalidad antisocial o sociopatía no se conoce. Se piensa que los factores genéticos, ambientales y culturales tienen mucho que ver para que una persona desarrolle este tipo de trastorno en su vida.
Las personas que pasan por traumas infantiles, que sus padres tienen este tipo de trastorno o cuando desde la infancia ven que sus padres tienen adicciones al alcohol o tienen comportamientos autodestructivos pueden ser más vulnerables a desarrollar este tipo de personalidad antisocial. La sociopatía afecta más a hombres que a mujeres en la sociedad actual.
Síntomas
Para que una persona sea diagnosticada con este tipo de trastorno no basta con que tenga un síntoma o pocos de ellos de forma puntual o esporádica. Deben formar parte de su patrón de comportamiento normal. Además, los comportamientos que se explican por otras causas como la adicción, el trauma o una discapacidad cognitiva, tampoco se pueden diagnosticar como un trastorno de personalidad antisocial.
Las personas con este trastorno de personalidad antisocial quieren comprender las reglas sociales para interactuar bien con otros, pero no son capaces de lograrlo en la mayoría de ocasiones. Piensan que los demás no son seres dignos de consideración o de amabilidad, no tienen en cuenta sus derechos y no sienten empatía o culpa de ningún tipo. Solo pueden mostrar este comportamiento de aparente arrepentimiento cuando quieren conseguir algo, pero no porque realmente lo sientan.
No existen pruebas clínicas para el trastorno de personalidad antisocial. En cambio, el diagnóstico se basa en los síntomas de una persona. Para diagnosticar a una persona con trastorno de personalidad antisocial, la persona debe mostrar los siguientes síntomas:
- Toma decisiones basadas en las propias necesidades y deseos, sin tener en cuenta las necesidades o los deseos de los demás.
- Tiene una falta de preocupación por las necesidades, sentimientos o dolor de los demás, y falta de remordimiento después de hacer daño a otros.
- Explota a otros en las relaciones en su propio beneficio, esto dificulta mantener relaciones saludables con los demás.
- Usa mentiras, domina e intimida para controlar a otras personas.
- Tiene comportamientos manipuladores, incluido el uso del encanto para beneficio propio.
- Tiene comportamientos deshonestos o fraudulentos.
- No se preocupa por cómo se sienten los demás. Algunas personas con el trastorno de personalidad antisocial disfrutan de comportamientos sádicos, como herir a otros.
- Sienten hostilidad, ira o agresión, especialmente en respuesta a problemas relativamente pequeños.
- Muestra falta de inhibiciones, que pueden hacer que una persona desobedezca las reglas, abandone sus compromisos o tome riesgos innecesarios.
Tratamiento
Una persona sociópata o con un trastorno de personalidad antisocial pocas veces irá a buscar ayuda por su propio pie, porque piensa que no tiene ningún problema a tratar. Esta persona se siente bien siendo así… Solo suelen buscar ayuda cuando es un tribunal el que le ordena que lo haga. También puede buscar ayuda profesional cuando experimenta serias consecuencias como ir a la cárcel o la pérdida de una relación que considera importante en su vida.
La gran mayoría de personas con este tipo de trastorno de personalidad nunca son diagnosticadas ni tampoco buscan tratamiento. En este sentido, es necesario reconocer a este tipo de personas para saber cómo actuar ante ellas y saber que una relación personal es hasta peligroso.
Cuando una persona busca ayuda profesional cuando tiene este trastorno de personalidad antisocial, el tratamiento se centra en ayudar a la persona a trabajar en torno a sus patrones de pensamiento, en sus conductas y en la forma en que se relacionan con los demás. Esto, por supuesto, involucra una psicoterapia donde la persona tiene que poner de su parte no solo en las sesiones, si no también en su día a día.
La terapia se centra en entender las emociones de las demás personas, es decir, en trabajar la empatía. Un terapeuta se puede centrar en que una persona encuentre mejores formas de lidiar con la agresión o para entender el comportamiento de los demás, y entender también cómo un mal comportamiento puede ser perjudicial para otros, pero también para él mismo.
No existen medicamentos para este tipo de trastorno, pero los síntomas adicionales como la ansiedad o la depresión, puede hacer que el profesional de salud mental derive a la persona a tomar medicamentos y que de esta manera la psicoterapia sea más exitosa.