Síndrome del Burn Out: Cuando la vida pierde su sentido

El Dr. Herbert Freudenberger fue la primera persona en describir el síndrome conocido como «burn out» (quemado). El Dr. Freudenberger explicó que el desgaste que sufren algunas personas estreseadas es muy similar al de un edificio quemado. Aunque el exterior permanece más o menos intacto, sus recursos internos se consumen por el fuego, dejando un gran vacío en el interior.

El descubrimiento del síndrome del Burn-out se produjo en la década de los 70, una época de gran tensión social y personal en los EEUU. Había corrupción (Watergate), protestas contra la guerra (Vietnam), un aumento de los divorcios, la escasez de petróleo, y un mercado laboral inestable en el que las largas horas de trabajo y ambientes estresantes fueron la norma.

Este estrés crónico llevó a muchas personas a perder su entusiasmo.

El Dr. Freudenberger observó que muchas personas que habían vivido con vigor, entusiasmo, optimismo,… con el tiempo, su pasión se había resentido notablemente. Comenzaron a sentirse desencantados y, para muchos, la vida parecía haber perdido su significado.

¿Te suena familiar? El mundo de hoy es muy similar. Los problemas económicos, la desconfianza en el gobierno, el aumento del desempleo, jornadas de trabajo interminables y agotadoras,… Todo esto está pasando una elevada factura a nuestras mentes, lo que lleva a la fatiga crónica, la desilusión, el descontento y la falta de compromiso. En pocas palabras… al agotamiento.

complejo de inferioridad

Voy a compartir con vosotros algunas perlas de la sabiduría del hombre que descubrió este síndrome llamado Burnout.

¿Quiénes son más vulnerables de sufrir este agotamiento?

Aquellas personas decentes que se han esforzado duro para alcanzar un objetivo. Suelen ser líderes que nunca han sido capaces de admitir sus limitaciones. Están quemados porque ellos mismos se han presionado durante demasiado tiempo.

Síntomas del «Burn out».

1) Agotamiento:

Por lo general es la primera señal de socorro entre las víctimas del «burnout».

2) Desprendimiento:

El Dr. Freudenberger explica que cuando las personas se sienten defraudadas por otras personas o situaciones (lo que inevitablemente ocurre), hay una fuerte tentación de pensar «no me importa ya que no era importante», lo que lleva al desapego.

3) El aburrimiento y el cinismo:

Lo que antes era emocionante ahora es aburrido y se empieza a cuestionar el valor de las actividades y amistades, incluso de la vida.

4) Impaciencia e irritabilidad mayor:

A medida que empeora el desgaste y se vuelve cada vez más difícil realizar las tareas, la impaciencia crece y se convierte en irritabilidad con todos a su alrededor.

5) Un sentimiento de omnipotencia:

El Dr. Freudenberger señala que los sentimientos tales como «Nadie más puede hacerlo. Sólo yo puedo», son expresiones de un ego no saludable. Él dice: «Tenga la seguridad de que alguien más puede hacerlo, a lo mejor no de la misma forma que lo habría hecho usted, o con el mismo grado de excelencia, pero puede ser una situación que no requiera de la excelencia.»

6) Una sospecha de ser poco apreciado:

Los individuos quemados a menudo se vuelven molestos por lo que consideran una falta de reconocimiento en todo lo que hacen. En consecuencia, cada vez se sienten más amargados y enojados.

7) Paranoia:

Cuando la gente se siente engañada y maltratada, se vuelven más suspicaces con su entorno.

8) Problemas psicosomáticos:

El Dr. Freudenberger dice que los dolores de cabeza, los resfriados o los dolores de espalda son signos de que algo está mal, y por lo general es algo que la persona no quiere ver.

maestra estresada

Cómo superar el síndrome del «burn out»

El Dr. Freudenberger ofrece dos ingredientes básicos para superar el síndrome del Burn-out:

1) Conciencia de sí mismo.

El Dr. Freudenberger recomienda hacer un álbum de fotos. Explica que las viejas fotografías nos enseñan mucho… cuando te sientas con tu álbum y miras a ese niño desde el punto de vista de lo que eres ahora…Recuerda que ese niño pequeño no ha desaparecido de la tierra.

Él nos recuerda que el niño que llevamos dentro está vivo y coleando en algún lugar dentro de nosotros y que podemos ayudar al niño a salir aceptando lo que somos y averiguando hacia dónde queremos ir.

2) Cambiar.

Si has dejado de intentar actividades nuevas, haz un esfuerzo consciente para volver a empezar. Desentierra tu espíritu aventurero de la infancia y ponlo en marcha. Correr, patinar, nadar, jugar al tenis o bailar, lo que sea, pero trata de hacer algo.

Antes de dejarte con el último vídeo te dejo el enlace a un test para saber si padeces este síndrome: Test Burn Out

Vídeo, pinguino quemado:


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