Los medicamentos son drogas especialmente diseñadas para aliviar determinadas afecciones que aquejan el organismo y la mente. Sin embargo, deben ser bien prescritos y sus dosis bien seguidas por los pacientes; ya que de manera contraria, el efecto de los mismos no será el esperado. A parte, también habrá casos en los que la enfermedad requerirá de altas dosis de determinados fármacos, haciendo al individuo más propenso a desarrollar los efectos secundarios. Un ejemplo de esto es el síndrome de Cushing, que aparece por exceso de cortisol. En el siguiente artículo explicamos qué es, los síntomas que produce, las causas por las que se origina, su diagnóstico y tratamiento.
¿Qué es el Síndrome de Cushing?
El síndrome de Cushing, también denominada como hipercortisolismo, es una enfermedad que se presenta como resultado de un exceso de la hormona cortisol. Esta puede surgir como resultado de una exposición excesiva y durante tiempos prolongados a los glucocorticoides, o bien a raíz de tumores en la hipófisis.
Para poder entender la forma en que se produce esta enfermedad, es necesario introducir algunos términos que se emplearán de manera recurrente a lo largo del artículo.
- Los glucocorticoides son hormonas producidas por las glándulas suprarrenales, que se encargan de la regulación del metabolismo de los carbohidratos, proteínas y grasas. Entre ellas se encuentra el cortisol, por ejemplo.
- El cortisol, también conocido como hidrocortisona u “hormona del estrés”, es una hormona glucocorticoide que se encarga de aumentar el nivel de azúcar en la sangre bajo situaciones de estrés, o cuando los niveles de la misma estén bajos.
- La hormona adrenocorticotropa (ACTH) es una hormona producida por la hipófisis, y que estimula la estructura y funcionamiento de las glándulas suprarrenales.
- La hormona liberadora de hormona adrenocorticotropa (CRH) es una hormona neurotransmisora que se encarga de activar la secreción de la ACTH por parte de la hipófisis.
Las glándulas suprarrenales se encargan de la producción de hormonas glucocorticoides, como el cortisol, la cual es la más importante en el ser humano. Ésta se encarga de nivelar los niveles de glucosa en la sangre al detectar que se encuentran bajos. Sin embargo, este proceso está estimulado por la hipófisis, que de igual forma, segrega la ACTH que estimula la producción de la hormona del estrés.
Una gran cantidad de medicamentos glucocorticodes de la actualidad, son recetados debido a sus propiedades antiinflamatorias, y a su capacidad de regulación de respuestas del sistema inmunológico humano. Se recetan en los tratamientos de enfermedades como los linfomas y la leucemia.
Los resultados de los estudios epidemiológicos han arrojado que se trata de una enfermedad poco frecuente, puesto que afecta a 40 de cada millón de personas, y que la padece con mayor frecuencia el sexo femenino en comparación con el masculino. El síndrome de Cushing se manifiesta en edades adultas, comprendidas entre los 20 y 40 años. Además, entre un 60% y 90% de los casos lo ha desarrollado a raíz de un adenoma en la hipófisis.
La complejidad de esta enfermedad radica en la falta de un diagnóstico específico, a través del cual poder identificarla. Esto va de la mano con la ausencia de un tratamiento comprobado como cura definitiva, por lo que el paciente que padezca el síndrome de Cushing deberá mantenerse en bajo un estricto seguimiento ante las altas probabilidades de recurrencia.
Síntomas del síndrome de Cushing
Los síntomas del síndrome de Cushing dependerán en gran medida de la intensidad del mismo, así como de factores como la edad y el género del o la paciente. Entre ellos, se encuentran los siguientes:
- Obesidad, la cual es evidente a nivel de cara, cuello y abdomen principalmente, con extremidades delgadas.
- Distribución central de la grasa.
- Tendencia a ganar peso fácilmente.
- Dificultad para perder peso.
- Estrías de color rosado a nivel del abdomen, la cara, muslos, brazos, axilas y glándulas mamarias.
- Debilidad de la musculatura proximal.
- Equimosis, lo cual es una alteración del color de la piel, originada por la sangre extravasada debajo de la piel, tal como los hematomas.
- Las heridas tardan en sanar más tiempo del normal.
- Amenorrea o ausencia de la menstruación, en el caso de las mujeres.
- En los niños, retraso del crecimiento y desarrollo lento del esqueleto.
- Problemas ligados a la psiquis, como baja autoestima, depresión, irritabilidad, labilidad y paranoia.
- Secreción inapropiada o excesiva del cortisol.
Es importante señalas que los síntomas asociados con la mente no se deben directamente a los niveles altos de cortisol, sino a rasgos acentuados en la personalidad del paciente.
Causas del síndrome
Causas exógenas: Se refieren a los estímulos externos que favorecen el desarrollo de la enfermedad. La principal causa del desarrollo de esta enfermedad es la administración de medicamentos glucocorticoides.
Causas endógenas: Las causas del síndrome de Cushing son las que dan origen a la clasificación de las diferentes formas de la enfermedad. De manera, que se presentarán las mismas de acuerdo a la dependencia o independencia de la ACTH.
a) Causas del ACTH dependiente:
- Hipersecreción crónica de la hormona ACTH, como consecuencia de un adenoma en la hipófisis. Esto origina la enfermedad de Cushing.
- Hipersecreción de la ACTH por la existencia de tumores no hipofisarios.
- Comorbilidad con el síndrome de neoplasia endocrina múltiple.
b) Causas del ACTH independiente:
- Tumores suprarrenales, denominados como adenomas y carcinomas, que aumentan la producción de cortisol.
- Hiperplasia suprarrenal macronodular.
- Hiperplasia nodular autónoma del síndrome de McCune-Albright.
- Displasia suprarrenal micronodular.
Diagnóstico
El diagnóstico del síndrome de Cushing es principalmente clínico, basado en los síntomas descritos con anterioridad, como es el caso de secreción inapropiada o excesiva de cortisol. Sin embargo, resulta de importancia comprobarlo por medio de las siguientes pruebas, que basan la verificación de la existencia de la enfermedad, la confirmación del síntoma principal, que es el hipercortisolismo y la determinación de las causas de ella.
Para poder entender los procedimientos, es necesario tener en consideración que:
- Las pruebas consisten en la determinación de los niveles de cortisol en la saliva o en la sangre.
- En presencia del síndrome, la secreción de cortisol no se frenará ante la administración de dexametasona, siendo esta última un corticoide que inhibe el ACTH.
- El tipo de síndrome, de acuerdo a su origen, se identificará por medio de los niveles de ACTH.
En base a la demostración de la existencia de hipercortisolismo
- Cortisol libre urinario (CLU): Es una prueba en la que se recoge orina durante 24 horas, en el que se mide la concentración del cortisol libre. Si el valor de CLU excede en un 30% el valor normal, entonces el hipercortisolismo existe. En cambio, si se encuentra dentro de los niveles normales, la probabilidad es mínima.
- Determinación nocturna del cortisol: Es una prueba que consiste en la recolección de orina durante 23 horas en ausencia total de estrés y condiciones de reposo, y tiene una especificidad del 100% en la identificación del síndrome de Cushing, el pseudo-Cushing o personas normales.
- Frenación nocturna con 1 mg de dexametasona (test de Nurgent): Es la última prueba, y consiste en observar si el descenso del cortisol plasmático (CP) es inferior a los 5 µg/dL ante la administración, 23 horas antes, de 1mg de dexametasona.
La confirmación del hipercortisolismo
- Frenación débil con dexametasona, 2mg/día, dos días (test de Little I): Se descarta el síndrome de Cushing siempre que los niveles de cortisol plasmático se encuentren menores a 5 µg/dL y los de CLU menores a 10 µg/24h.
- Test de dexametasona (CRH): Esta prueba evalúa la respuesta del cortisol ante el estímulo con la hormona hipotalámica liberadora de corticotropina (CRH), manteniendo el bloqueo con dexametasona. Tiene una sensibilidad de 100% en el diagnóstico del síndrome, y permite precisamente identificarlo en situaciones de pseudo-Cushing.
Determinación de las causas hipercortisolismo
La determinación basal del hipercortisolismo es precisamente el punto del que se origina la clasificación del síndrome de Cushing según su origen. A continuación se explican todas las pruebas aplicables a la diferenciación entre su origen hipofisario y el ectópico.
- Test de supresión con dexametasona a dosis elevada: Permite diagnosticar la enfermedad cuando su origen es un tumor hipofisario, puesto que a elevadas dosis de dexametasona se suprime la capacidad de recepción del cortisol.
- Test de estimulación con CRH: La administración intravenosa de CRH, ocasiona en los pacientes con síndrome de Cushing un aumento en los niveles de ACTH y cortisol. Por ello esta prueba es empleada para el diagnóstico de la enfermedad en su forma dependiente.
- Test de desmopresina: La desmopresina se usa como alternativa en situaciones de poca disponibilidad de CRH. La demospresina aumenta los niveles de cortisol y ACTH cuando los pacientes padecen síndrome de Cushing de origen hipofisario, pero no ejerce influencia sobre los niveles de estos en sujetos que padezcan el síndrome en su forma ectópica, y menos en aquellos que no lo padecen.
- Cateterismo selectivo de los senos petrosos inferiores (CSSPI): Involucra estímulos simultáneos con CRH y desmopresina.
- Pruebas de imagen: En lo que respecta a pruebas de imagen, la resonancia magnética y la tomografía axial computarizada son las principales en la identificación de tumores y adenomas hipofisarios. Ambas son útiles, sin embargo, la primera resulta mucho más costosa que la TAC.
- Gammagrafía suprarrenal con colesterol marcado.
- Cateterismo de las venas suprarrenales.
Tratamiento del síndrome de Cushing
Cirugía
a) Cirugía transesfenoidal de la hipófisis: Puede realizar por medio de tres procedimientos:
- Adenomectomía, la cual está indicada para cuando el adenoma está bien ubicado.
- Hemihipofisectomía, cuando no se encuentra el microadenoma.
- Hipofisectomía, indicada para la extirpación de tumores grandes, pacientes en edad no gestacional o cuando no se haya encontrado el tumor durante una intervención previa.
b) Suprarrenalectomía: Representa una alternativa rápida y eficaz para el controlar la secreción descontrolada del cortisol, sin embargo está indicada para aquellos casos en los que la cirugía en la hipófisis no es realizable, cuando la hipofisectomía no surte efecto, o cuando el tumor no sea localizable. También, cuando los pacientes presenten intolerancia ante los efectos secundarios ocasionados por el tratamiento farmacológico.
Tratamiento farmacológico
La administración de medicamentos está indicada principalmente para aquellos pacientes que no requieren cirugía, aunque también es de gran ayuda para aquellos que se someterán a una, en presencia de hipercortisolismo acentuado.
- Ketoconazol: Este es el medicamento más empleado para el tratamiento del síndrome de Cushing, debido a su efectividad. No obstante, a él se asocia algunos efectos secundarios como el prurito, molestias digestivas, y alteraciones hepáticas.
- Amigoglutetimida.
- Ciproheptadina.
- Valproato sódico.
- Metopirona.
Radioterapia
Consiste en irradiación hipofisaria, y se emplea como tratamiento inicial en niños y adolescentes. La radioterapia es frecuentemente utilizada como tratamiento de la afección específicamente en niños y adolescentes. De hecho, se ha registrado una afectividad de hasta un 80% en niños, sin embargo, en los adultos solo un 15%.
Es importante resaltar que se trata de una alternativa efectiva pero lenta, pudiendo empezar a observarse los efectos de la misma 1 o 2 años después de iniciada la terapia.
El pronóstico luego del empleo de cualquiera de estas técnicas es positivo, siempre y cuando el origen del problema, que es la secreción crónica de altos niveles de cortisol, se regule. No obstante, el diagnóstico a tiempo en el caso de carcinoma suprarrenal, se traducirá en mayores posibilidades de superar la enfermedad. De lo contrario, el avance del tumor resulta mortal para el paciente.
Para culminar, es importante resaltar que a pesar de la eficiencia de los procedimientos descritos, si el origen del síndrome de Cushing es un tumor, este podría reincidir aun luego de después de 10 años posteriores a la intervención quirúrgica. Por lo que, es necesario que el paciente se mantenga en un control médico periódico. Esperamos que este artículo haya sido de utilidad, y te invitamos a indagar sobre otros síndromes, sus síntomas y tratamientos en otras entradas de esta página.