Siempre existen personas que son muy susceptibles en sus relaciones sociales.
No existe ningún problema cuando todo va bien pero si por alguna razón, la otra persona te dice que no puede quedar contigo, que mejor otro día, y este tipo de respuesta se repite en el tiempo, la relación con esa persona puede terminar acabándose porque puedes interpretar que esa persona no quiere estar contigo.
Si eres una de esas personas, este vídeo te puede ayudar a ser un poco más flexible:
El ego puede resultar muy perjudicial para el ser humano. Le gusta crear barreras, separar y continuamente está comparándose con los demás. Todo esto genera miedo. Y así construimos muros. Sin embargo, construir muros tiende a ser más dañino para la persona.
Entonces, ¿cómo podemos empezar a construir puentes en lugar de muros? Una forma es elegir sentir curiosidad por la gente. La curiosidad está llena de entusiasmo. La curiosidad te abre la mente y sustituyes el miedo por cosas que te sorprenden.
Leo F. Buscaglia dijo una vez: «Nunca idealices a los demás. Ellos nunca estarán a la altura de tus expectativas. No sobre-analices tus relaciones».
Creo que una de las cosas más importantes en una relación de cualquier tipo es que te permita ser tú mismo. Pocas cosas son tan potentes como la comunicación genuina, poder sentirte libre de expresarte como desees y decir lo que quieras.
Una relación comunicativa con otra persona alcanza su grado óptimo cuando los silencios no se vuelven incómodos, cuando no estás preocupado por lo que dirás o cómo lo dirás. Simplemente la relación fluye.