Los ataques de ansiedad son un fenómeno que experimentan muchas personas en situaciones extremas. Afortunadamente podemos preparar la mente para poder controlarlos y evitar que lleguen a ser más graves de lo que lo son en realidad.
Antes de entrar en materia, recordemos el ataque de ansiedad que sufrió un futbolista profesional en pleno partido:
[mashshare]Con estos 5 sencillos pasos, podrás tenerlos perfectamente bajo tu control y aprender a sofocar ese pánico tan característico.
1) Respira de forma adecuada
Lo más importante que tienes que saber cuando tienes un ataque de ansiedad es que debes de intentar acompasar tu respiración. Cuando entramos en pánico nuestro cuerpo empieza a respirar de forma incorrecta.
Intenta relajarte y conseguir que tu abdomen se expanda con naturalidad. Inhala por la nariz y exhala por la boca. Algunos expertos recomiendan hacer el sonido «shh» cuando estamos exhalando. La razón de ello es que es capaz de ayudarnos a hacer que la respiración sea mucho más lenta y acompasada.
2) Trata de controlar tus pensamientos
¿Algunas vez has hecho una llamada telefónica y te han puesto en espera? En ese momento empezamos a escuchar música hasta que alguien nos atiende.
Esto lo podemos utilizar como una efectiva técnica para controlar el estrés. En el momento en el que sentimos que el pánico nos está entrando nuevamente, tenemos que poner nuestra mente «en espera».
Dedica unos minutos a relajarte, aislarte de todo (tanto mental como físcamente) e intenta recrear en tu mente esa música que puedes utilizar para relajarte. De esta forma conseguirás reducir el impacto del ataque de pánico sobre tu cuerpo.
3) Relaja tu cuerpo
La tensión está relacionada con el estrés y la ansiedad. Estés en la situación que estés, intenta siempre encontrar la posición que te resulte más cómoda: puede ser acostado, sentado en una silla o de pie.
Lo realmente importante es que controles tu ritmo cardíaco y saber determinar el momento exacto en el que empiece a aumentar.
Si hay una situación que te pone especialmente tenso, puedes tratar de evitarla o enfrentarte a ella. Ya te avisamos de que esto puede ser complicado porque requerirá de mucha concentración para conseguirlo pero, con esfuerzo y trabajo, lo podemos lograr.
4) Controla las circunstancias del ambiente
Este punto es similar al que comentábamos anteriormente. Intenta siempre que las condiciones sean las mejores para ti. Trata de moldear el entorno para hacerlo adecuado para ti.
Muchas veces nos enfrentaremos a situaciones que pueden superar nuestras capacidades. Si sabemos que van a ocurrir de antemano, podemos utilizar alguna técnica de relajación para prepararnos. Al habernos mentalizado será mucho más sencillo controlar la ansiedad.
5) Pide ayuda
No tengas miedo de pedir ayuda cuando la necesites. Algunas personas prefieren la soledad y otras prefieren sentir gente a su alrededor.
Cada persona tiene una determinada manera de pedir ayuda, no siempre es fácil entenderla. Es por ello por lo que conviene ser claros con nuestras intenciones y así conseguiremos que la gente de nuestro entorno pueda darnos la ayuda que necesitemos.
Esto se puede aplicar tanto a problemas derivados de la ansiedad como a cualquier otro tipo de problema que puedas tener.