Es posible que hayas tenido alguna vez hayas escuchado el término de parestesia sin saber qué es exactamente. Cuando se tiene parestesia se tiene una sensación o un conjunto de sensaciones anormales de cosquilleo, calor o frío que se experimenta en la piel, sobre todo cuando se tiene algún tipo de enfermedad en el sistema nervioso o circulatorio.
Pero no hace falta que estés enfermo para padecerlo, si alguna vez sentiste que tu piel ardía, estaba entumecida o picaba sin razón aparente, quizá también hayas experimentado lo que es la parestesia. De hecho, casi todo el mundo ha experimentado esta condición en algún momento de sus vidas. Sobre todo, es como si notases alfileres y agujas en tus extremidades cuando sientes que “se duermen”.
Es una sensación que se produce cuando se presiona un nervio y se resuelve cuando se cambia la posición y por tanto, se elimina la presión del nervio afectado y la sangre vuelve a circular sin problemas. Este tipo de parestesia es temporal y se resuelve solo sin necesidad de ir al médico. Aunque si la parestesia persiste u ocurre de forma anormal sin que los nervios hayan estado apretados, entonces será necesario acudir al médico porque es posible que este tipo de parestesia sí que necesite tratamiento.
Síntomas de la parestesia
Aunque ya podrás intuir cómo puede afectar la parestesia a cualquier parte de tu cuerpo, es una condición que suele afectar sobre todo a las extremidades: manos y pies, brazos y piernas. Es una condición que por lo general es temporal aunque en otras ocasiones puede ser crónica. Cuando ocurre la parestesia suele sentirse como entumecimiento en las extremidades, debilidad, estremecimiento, sensación de ardor o de frío.
Cuando la parestesia es crónica puede causar dolores agudos y que la persona tenga cierta torpeza al caminar o moverse. Si la parestesia se produce en piernas o pies puede haber dificultad para caminar con normalidad. Si tienes síntomas de parestesia habitualmente o notas que comienzan a afectar tu calidad de vida, entonces tendrás que acudir a tu médico porque quizá estés padeciendo una condición subyacente que necesite tratamiento inmediato.
Causas
No siempre se puede saber cuál es la causa de la parestesia. Cuando es temporal ya se sabe que es causada por una presión en el nervio o porque se están teniendo períodos breves de mala circulación. Esto ocurre por ejemplo cuando se “te duermen” las piernas por estar sentado en una mala posición demasiado tiempo o por tener las piernas cruzadas también más tiempo de lo normal. En cambio, si tienes parestesia crónica es posible que sea causado porque tienes dañados los nervios, existen dos tipos: la radiculopatía y la neuropatía. A continuación vamos a hablar sobre estas dos condiciones.
Radiculopatía
La radiculopatía es una afección en la cual las raíces nerviosas se comprimen, se irritan o se inflaman. Esto puede ocurrir cuando tienes:
- Una hernia discal que presiona un nervio
- Un estrechamiento del canal que transmite el nervio desde la médula espinal hasta la extremidad
- Cualquier masa que comprime el nervio cuando sale de la columna vertebral
La radiculopatía que afecta su espalda baja se llama radiculopatía lumbar. La radiculopatía lumbar puede causar parestesia en la pierna o el pie. En casos más severos, la compresión del nervio ciático puede ocurrir y puede llevar a debilidad en sus piernas. El nervio ciático es un nervio grande que comienza en la médula espinal inferior.
La radiculopatía cervical involucra los nervios que brindan sensación y fuerza a sus brazos. Si tienes radiculopatía cervical, puede que sientas dolor crónico en el cuello, parestesia en extremidades superiores, debilidad en brazo y mano.
Neuropatía
La neuropatía se produce debido a un daño nervioso crónico. La causa más común de neuropatía es la hiperglucemia o un nivel alto de azúcar en la sangre. Las causas de la neuroatía puede ser un trauma, lesiones por movimientos repetitivos, enfermedades autoinmunes, enfermedades neurológicas, enfermedades renales, de hígado, tumores cerca del cerebro o de los nervios, trastornos de la médula ósea o del tejido conectivo, hipotiroidismo, deficiencias de algunas vitaminas, infecciones, algunos medicamentos, exposición a sustancias tóxicas…
El daño a los nervios puede eventualmente llevar a un entumecimiento permanente o parálisis.
Riesgos
Hay personas que pueden tener más probabilidades de tener parestesias que otras, aunque la temporal puede ser padecida por cualquier persona de cualquier edad. El riesgo de la radiculopatía aumenta con la edad, por ejemplo. Además puedes tener más probabilidades si:
- Realizas movimientos repetitivos que comprimen los nervios como escribir, tocar un instrumento musical o practicar un deporte como el tenis.
- No tienes una buena dieta y sueles tener deficiencia en vitaminas
- Padeces diabetes tipo 1 y 2
- Tienes una condición autoinmune
- Tienes una condición neurológica
Diagnóstico y tratamiento
Si la parestesia persiste sin causa evidente será necesario ir al médico para ver qué te ocurre. El médico mirará tu historial médico, tendrás que mencionar las actividades en la que participes con implique movimientos repetitivos, también deberás enumerar los medicamentos de venta libre o recetados que estés tomando. Tu médico tendrá en cuenta todas las afecciones que puedas tener para poder realizar mejor tu diagnóstico.
Te realizará un examen físico completo e incluirá un examen neurológico. Los análisis de sangre y otras pruebas de laboratorio como punción lumbar, pueden ayudar a descartar ciertas enfermedades. Si tu médico sospecha que tienes un problema en el cuello o la columna vertebral pueden recomendarte pruebas de imagen como radiografías. Si lo considera necesario es posible que te derive al profesional adecuado.
En cuanto al tratamiento, dependerá según la causa que esté provocando la parestesia. Puede ser ajustando tu estilo de vida o haciendo terapia física o tomando medicamentos o con intervenciones quirúrgicas. Si tu parestesia se debe a una enfermedad subyacente, recibir tratamiento para esa enfermedad puede aliviar los síntomas de la parestesia… Aunque existen algunos tipos de daños nerviosos que son irreversibles.
¿Se puede prevenir?
La parestesia no siempre se puede prevenir porque en la mayoría de ocasiones no se puede evitar, como si te quedas dormido encima de un brazo. En cambio, sí puedes tomar algunas medidas para reducir su aparición o disminuir la gravedad. Por ejemplo:
- Evita los movimientos repetitivos si es posible
- Descansa a menudo si tienes que realizar movimientos repetitivos
- Levántate y muévete con frecuencia en lugar de permanecer sentado demasiado tiempo
- Usa férulas en la muñeca para evitar que se te duerman los brazos por la noche
Si tienes diabetes o alguna enfermedad crónica tendrás que hacer un buen seguimiento de tu enfermedad y de los tratamientos para reducir las probabilidades de tener parestesia.