En el hogar, para que exista armonía, debe haber buena convivencia y para que ésta exista es necesario que hayan normas. Las normas marcan los límites que son importantes para que de esta manera las personas puedan tener una buena convivencia y que de este modo, se disminuyan los conflictos interpersonales al mínimo.
En un hogar donde además hay niños, resulta más importante la existencia de normas, porque de esta manera los pequeños podrán aprender a convivir en familia, armonía y basándose en el respeto y el amor hacia las demás personas.
Las reglas de convivencia
Las reglas de convivencia son un conjunto de normas sociales que es tan importante inculcar a los niños como enseñarles el alfabeto o comer con cubiertos. Son las normas que nos aseguran a convivir pacíficamente y en armonía, evitando la discordia. Saludar cuando se llega a un lugar, ser agradecido, pedir perdón… son algunas de ellas.
Las normas de convivencia ayudan a a crear un ambiente de respeto y tolerancia donde los malos modos no tienen cabida. Las reglas de convivencia deben enseñarse desde que los niños son pequeños para contribuir a la paz en el hogar y a mejorar el vínculo entre todos los miembros de la familia.
¿Por qué enseñar normas de convivencia a los niños?
Las normas son esenciales en el hogar desde que los niños son pequeños porque aprenderán a interactuar con los demás con respeto. Así, serán capaces de comportarse con otros de forma ordenada y tolerante. Sin reglas o normas en el hogar, cada persona haría lo que querría y no habría orden, siendo el hogar un auténtico caos donde nadie se sentiría seguro ni física ni emocionalmente.
Las normas también existen en sociedad para que las personas puedan convivir de manera cívica. Aunque estas normas sociales no están escritas en ningún lugar donde todo el mundo pueda leerlas, con una educación adecuada desde la infancia se aprende a ser cívico con los demás. Es necesario enseñar las reglas de manera positiva para evitar que los pequeños se vuelvan inseguros o se sientan perdidos en sus propias vidas.
Los niños necesitan encontrar el equilibrio entre lo que quieren conseguir y las necesidades de los demás. Cuando se practican las reglas de convivencia desde la infancia, los niños que crecen con estas normas basadas en el respeto y el amor entre los integrantes del hogar, los niños crecen y se convierten en adultos más felices.
Cómo crear las normas en el hogar
Todos los miembros de una familia debe saber cuáles son las normas del hogar, porque no se puede pedir a alguien que siga algo que no conoce. Se debe establecer qué es tolerable de lo que no lo es. Los padres son los encargados de crear las reglas en el hogar y si los hijos tienen la capacidad de comprender las cosas, hacerlo entre todos aún sería mucho mejor para aumentar el nivel de compromiso de todos.
Cada familia deberá establecer las normas acorde a su propia idiosincrasia pero teniendo esto en cuenta, todas deben tener algunas características para que sean exitosas. Las normas deben:
- Ser imparciales
- Ser claras
- Corresponderse al nivel de madurez los miembros de la familia
- Ser informadas a todos los miembros de la familia
- Ser aceptadas y comprendidas por todos
- Ser cumplidas por todos
Que no falten las consecuencias
Una vez que se han creado las normas de convivencia en el hogar, será necesario establecer consecuencias. De esta manera todos sabrán qué ocurrirá cuando no se cumplan las normas. Los efectos pueden ser positivos en el caso de que se sigan las normas o habrán consecuencias negativas en el caso de que no se cumplan. Las consecuencias positivas siempre serán más atractivas que las negativas.
Las consecuencias deben ser inmediatas, de esta manera si se aplican tan pronto como sea posible, tendrán mayor efecto para todos. La relación entre acción y consecuencia será más fuerte y la conducta mejorará. Las consecuencias deben aplicarse según la importancia que tenga la norma, tanto si es positiva como negativa. Esto quiere decir que las consecuencias deben ser proporcionadas a los actos.
La importancia de los padres
Los padres son fundamentales en la creación y aplicación de las normas. Los padres deben saber que su papel no se limita a ser sargentos por el cumplimiento de las normas, si no que ellos deben ser los guías para favorecer los comportamientos correctos en los niños o el resto de los miembros de casa.
Los padres deben ser los primeros que respeten las normas puesto que ellos serán los máximos ejemplos y la mayor referencia para sus hijos. Si no se cumplen las normas por parte de los padres, esto podría dar lugar a muchos conflictos en la familia. Por este motivo, el cumplimiento de las reglas es fundamental para todos.
Cómo crear las normas
Para poder crear las normas del hogar hay que tener algunos consejos en cuenta para que todo sea más fácil y llevadero tanto para padres como para hijos:
- Comunicación. Debe haber comunicación y diálogo para comprender por qué las normas son importantes. Este diálogo permitirá que los niños también sean capaces de expresar sus opiniones.
- Normas para todos. Las normas deben ser pensadas para todos, para facilitar la convivencia. Deben ser explicadas teniendo en cuenta esto.
- Beneficiosas para todas. Las normas deben ser beneficiosas para todos… deben ser equitativas con beneficios y obligaciones para todos.
- Ser un buen ejemplo. Los padres deben ser el mejor ejemplo.
- Flexibles. No tienen que ser normas rígidas e inamovibles, puede tener cierto grado de flexibilidad para mejorar la convivencia entre todos.
Normas de convivencia en el hogar
A continuación vamos a darte algunos ejemplos de reglas de conciencia en el hogar para que puedas escoger y adaptar las reglas a la idiosincrasia de tu familia. También te pueden servir para darte ideas de cuáles serían las más adecuadas, solo tendrás que reflexionar y escoger las normas que mejor vayan en vuestro hogar.
10 reglas básicas de convivencia para los niños y adolescentes
- Saludo y me despido al entrar y salir de casa
- Cuando llego de la escuela dejo la mochila y la chaqueta en su lugar
- Hago las tareas de clase después de comer
- Pedir permiso cuando quiero coger algo diciendo “por favor” y dando las “gracias” después
- Para hablar es mejor hacerlo sin gritar, con un tono suave
- No doy portazos, si me enfado respiro y cuento hasta 10
- Comparto las cosas con mi familia
- Pedir perdón cuando sea necesario
- Responder cuando me pregunten y escuchar cuando me hablen
- Llamo a la puerta antes de entrar