¿El narcisismo es natural del ser humano? encuentra la respuesta aquí

El ser humano en su complejidad es una laberinto de emociones y estados de ánimo que confluyen para determinar en cada persona lo que se denomina como patrones de conducta, los cuales definen los rasgos psicológicos de un individuo; muchos estudios e investigaciones han tratado de catalogar un patrón ideal de estabilidad emocional aceptable como estándar de salud y bienestar psicológico, sin embargo debido a la gran variedad de sentimientos y pensamientos del género humano, no ha sido sencillo determinar con objetividad que grupo de actos o costumbres, así como de aptitudes y talentos se consideran óptimos en cuanto a la salud mental.

Uno de los trastornos particulares en el ámbito de la conducta humana es el narcisismo, cuyo distintivo fundamental es la admiración propia que puede sentir un individuo, llegando en ocasiones a extremos contraproducentes para su salud mental y de las personas que lo rodean.

El narcisista siente amor por si mismo en gran medida, otorgándose en muchas oportunidades una cualidad imaginaria tal cual si fuera un objeto de valor; muchos estudiosos del tema afirman que cierto grado de narcisismo es normal en la mayoría de los seres humanos y que aporta ciertos beneficios como el afianzamiento de la autoestima y el respeto propio, sin embargo, el problema se presenta cuando esta conducta se vuelve una patología incontrolable y dañina en el ser humano. En el siguiente post te mostraremos las curiosidades que probablemente no sabías sobre las personas narcisistas, ayudándote a tratar con ellos sin que sea causa de incomodidad.  

narcisismo

Origen del término

El término narcisismo nace de una leyenda elaborada por Ovidio, poeta romano que adquirió notoriedad con las obras Arte de amar y Las metamorfosis, apareciendo en esta última el personaje Narciso, joven de extraordinaria belleza que despierta sensaciones con sus encantos pero incapaz de sentir nada por nadie más que por si mismo. En el poema Narciso muere ahogado al abalanzarse sobre su propio reflejo visible en el agua de una lago.

Alude a una baja autoestima

Contrario a lo que puede llegarse a pensar, un exceso de narcisismo representa rotundamente una baja autoestima en el individuo, ya que la persona en cuestión es incapaz de sentirse apreciado por el resto de la sociedad y entonces busca suplir esta supuesta falta de afecto concentrando todo su amor y admiración en si mismo. Este tipo de narcisismo es más bien visto como una consecuencia de la baja autoestima y no como una conducta propia y natural del individuo, volviéndose con el tiempo una marca habitual de la persona, que aun corrigiendo el problema de la autoestima, el narcisismo queda presente en el subconsciente por largo tiempo.

Narcisismo eventual

Los analistas del psicoanálisis en general han estudiado lo que se denomina un narcisismo estable o definitivo, rasgo común en la mayoría de los sujetos con esta característica, donde el factor de amor y admiración propia se encuentra presente en cada uno de los actos de la persona, reflejando una conducta homogénea, sin embargo, existe otro tipo de autoadmiración que se desencadena a partir de circunstancias muy especificas que hacen que el individuo reaccione con conductas narcisistas como método de defensa. Los antecedentes de vida pueden ser clave en este tipo de reacciones de autoprotección, por ejemplo, un pasado marcado por maltratos y abusos, ciertas fobias o situaciones de peligro son factores que suelen influir en estos episodios.

Autocomprensión absoluta

Una de las características presentes en los individuos que poseen rasgos de narcisismo es que alegan que nadie los comprende y que solo ellos se pueden comprender, y que tal vez sólo ciertas personas con alto nivel intelectual o social pueden llegar a tener una interacción productiva con ellos. En general esta conducta está asociada a fantasías de grandeza, de poder ilimitado y de constituirse como el ejemplo ideal a seguir, llegando incluso a requerir de altos elogios para poder mostrar rendimiento y voluntad en el ámbito laboral y sentimental. Este tipo de personas sobre valoran los derechos a que son acreedores asumiendo que se les debe el máximo de consideración en todos los momentos, aun cuando cometen faltas.

Incapacidad de admirar a los demás

El hecho de ocupar su tiempo y espacio para admirarse a si mismo hace que una persona narcisista tenga la mayor dificultad para detenerse y brindar tiempo a los demás que no sea para engrandecerse a si mismo, esto podría denominarse como la invisibilización del otro, encerrando al individuo en su propia burbuja de puntos de vista. El ser humano se caracteriza por ser una entidad sociable, capaz de resolver problemas en conjunto y de reforzar e incluso generar nuevos aprendizajes a partir de la interacción con los demás; desde el punto de vista narcisista, no es necesario enriquecerse de las experiencias de otros individuos ya que él se considera a si mismo como el óptimo patrón o modelo a seguir.

Muchas veces sin tratamiento

En la inmensa mayoría de los casos, las personas que padecen de narcisismo quedan sin ningún tipo de tratamiento, ya que precisamente por su peculiar condición se les dificulta demasiado asumir el error o la forma desequilibrada en que se comportan y nunca buscan ayuda profesional adecuada, y si tal vez alguna otra persona, familiar o ser querido, los estimula a visitar un psicólogo o psiquiatra, pueden mostrarse heridos y conflictivos. Sólo hasta que el problema empieza a afectar severamente su vida y sus relaciones interpersonales es cuando suelen acudir a un profesional de la salud mental.

Hacen daño sin saberlo

Las personas narcisistas con su conducta egocéntrica y su trato poco cordial suelen herir frecuentemente a las personas que los rodean sin darse cuenta del daño que están causando, esto sucede porque a pesar de comportarse de forma inadecuada, sin darle valor a los puntos de vista del otro y utilizando un lenguaje abusivo en ciertas ocasiones, piensan que lo están haciendo de la manera más adecuada y que su postura, por más radical que parezca, debe ser aceptada y acatada sin vacilaciones. Es importante identificar a las personas que padecen este trastorno de conducta para saber cómo tratar con ellas; tal vez para un profesional de la salud mental es fácil reconocer estos síntomas pero incluso sin ser psicólogos o psiquiatras debemos estar atentos a los patrones de comportamiento de nuestros familiares y amigos a fin de apoyarlos y no darles la espalda pero sin dejarse atrapar por algún chantaje o manipulación que su condición narcisista pueda promover.


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