La anorexia es un trastorno de alimentación que puede ser peligroso para la persona que lo padece. Es un trastorno que distorsiona la realidad y que está muy relacionado con la baja autoestima y la depresión. Existen algunos mitos que es necesario dejar de creer para poder entender mejor este trastorno y que las personas que lo padecen puedan tener el mejor tratamiento desde el comienzo… sin caer en pensamientos erróneos.
Es necesario tener toda esta información en cuenta para no desvalorizar este trastorno ya que, desgraciadamente, se ha cobrado demasiadas vidas de personas que necesitaban atención urgente tanto médica como mental. No te pierdas estos mitos para dejar de creer en ellos lo antes posible.
La anorexia es una opción que se escoge
La anorexia es un trastorno alimentario que en realidad es una enfermedad médica y psiquiátrica compleja… Los pacientes no eligen tener anorexia ni tampoco lo causan. Existen diferentes tipos de trastornos alimentarios:
- Anorexia nerviosa
- Bulimia nerviosa
- Trastorno por atracón
- Trastorno por ingesta de alimentos restrictiva
- Otros especificados trastorno de la alimentación
Existen factores biológicos que desempeñan un papel importante en quien desarrolla anorexia u otro trastorno alimentario. Suelen haber también otras afecciones de salud mental como la depresión, ansiedad, fobia social o el trastorno obsesivo compulsivo. Por lo tanto, los trastornos alimentarios son causados por factores genéticos y ambientales, es una enfermedad bio-sociocultural.
Los padres tienen la culpa de la anorexia de sus hijos
Es esencial saber que los padres NO causan la anorexia de sus hijos ni tampoco ningún trastorno alimentario. Hasta no hace tanto se les culpaba a los padres sobre este trastorno en sus hijos, pero en realidad no tienen nada que ver como has podido comprobar en el punto anterior.
Un trastorno alimentario se desarrolla de forma diferente en cada persona afectada, no existen unas reglas que puedan prevenir el trastorno ni unas instrucciones concretas para que se curen. Pero merece la pena recordar que hay cosas que sí se puede hacer desde la familia para la recuperación. La familia es fundamental para el procesos de recuperación.
La anorexia no es un problema real
La anorexia sí es un problema real y nada menos que el 20% de las personas con anorexia nerviosa mueren como resultado de esta enfermedad. Todos los trastornos de alimentación tienen una tasa de mortalidad similar, además que existen complicaciones médicas que pueden aparecer por los hábitos destructivos que se adquieren con estos trastornos (vomitar, excesos de ejercicio, inanición, intentos de suicidio…). La calidad de vida de una persona afectada con este tipo de trastornos se ve enormemente afectada.
La anorexia es más grave que cualquier otro trastorno alimentario
Nada menos que 1 de cada 20 personas con un trastorno de alimentación muere a causa de la enfermedad. Las personas que abusan de laxantes, diuréticos o que se obligan a vomitar tendrán un riesgo mayor de muerte súbita que quienes no lo hacen, también pueden tener más probabilidades de aumentar el riesgo de muerte a causa de un ataque cardíaco o del estrés que padece el cuerpo.
Si no ves al paciente con un raro comportamiento hacia la comida, no pasa nada
Muchos enfermos con trastornos alimentarios ocultan su enfermedad, pero que no veas qué ocurre no significa que no esté pasando. Puede que sientan vergüenza por lo que hacen, que tengan miedo de las consecuencias de sus acciones. En muchas ocasiones los seres queridos se sorprenden por la gravedad de las circunstancias cuando se les realiza un diagnóstico o cuando se es consciente de lo que realmente está pasando.
Es fundamental que los familiares estén atentos al comportamiento de la persona afectada, porque puede estar empeorando aunque no lo parezca.
No está listo para su recuperación
Algunos enfermos de trastornos alimentarios tienen dificultades para reconocer que están enfermos o para darse cuenta de la gravedad de su situación. Otros pueden querer detener sus comportamientos pero tienen miedo o no saben cómo hacerlo. A veces el tratamiento no funciona… pero es necesario comenzar el tratamiento tan pronto como cuando se tenga el conocimiento del problema.
Una intervención temprana está asociado a tener mayores tasas de recuperación. Si l paciente es un adulto, la familia y los amigos también deben expresar sus preocupación y motivarle a buscar la ayuda de un profesional.
Como padre o madre no puedo hacer nada para que se recupere si no quiere hacerlo
En realidad la familia, y sobre todo los padres y las madres, tienen un papel crucial para la recuperación de un paciente. La participación de los padres en el tratamiento de este trastorno aumenta las posibilidades de que exista una buena recuperación. Es posible que los padres deban controlar de forma temporal la alimentación de su hijo y que le vigilen hasta que tenga un peso saludable y unos buenos patrones de alimentación.
Otros seres queridos pueden apoyar a la persona afectada ayudando a reducir la ansiedad por comer… será el profesional quien dé las pautas adecuadas a la familia para qué sepan cómo actuar en cada caso concreto.
No habrá recuperación hasta que no se conozca la causa de la anorexia
Si bien pueden haber razones que causan el trastorno alimentario, no tiene que haber ninguna razón específica para que ocurra. No tiene por qué haber evidencia de que exista una causa que se relacione con la recuperación. La prioridad del tratamiento siempre se centrará en restaurar la alimentación y que tenga el paciente un peso normal que le posibilite tener una buena salud una recuperación óptima.
Si dice que está bien, es mejor creerle
Es posible que la persona afectada no tenga auto conciencia de lo que le está pasando, por lo que no lo reconocerá y te dirá que todo está bien, cuando en realidad no lo está. La persona puede creer y decirte que está bien cuando tiene una gran enfermedad. Incluso es posible que niegue que tiene una enfermedad o que tema al tratamiento. Es necesario que la persona afectada tenga la atención de un profesional de salud mental capacitado y un seguimiento médico regular para su recuperación.