Minimizar los síntomas de la angustia

3 síntomas de la angustia y cómo minimizar tales síntomas:

1) Aparición de aislada y temporal de miedo o malestar de carácter intenso.

La angustia es una manifestación del miedo. Percibimos una amenaza como real e inminente. El control de la emoción del miedo ha de ser inmediata pues si dejamos que invada nuestro ser, será más difícil controlarla. La manifestación inmediata del miedo es la ansiedad.

Fundamental: céntrate, inspira hondo y pregúntate si esa amenaza es real y si va a condicionar tu vida en el futuro. ¿Estará presente esa amenaza dentro de 5 años? seguramente la respuesta es NO. No merece la pena esa respuesta tan exagerada como es la angustia.

2) Alteraciones físicas.

Durante un estado de angustia se producen una serie de reacciones físicas como hiperventilación, sudoración, taquicardias, temblor…Es necesario no asustarse ante estos síntomas pues añadiríamos más angustia a la que ya tenemos. Intentar controlar la respiración es clave para lograr minimizar el resto de síntomas. Estos síntomas son los mismos que los de la ansiedad aunque en mayor grado.

3) Sentimientos de pena.

La pena es inherente a la angustia. A la persona le invade un profundo sentimiento de tristeza que puede conllevar, incluso, pensamientos suicidas. Una vez más, la clave está en hacer un ejercicio de realismo objetivo. ¿Es para tanto? ¿No tiene solución? ¿Me preocupará esto dentro de 10 años? ¿Merece la pena amargar mi vida por esto? La mejor arma para combatir la pena y la tristeza es el optimismo.


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