Los estudios muestran que un 97 por ciento de los adultos estadounidenses hacen menos de 30 minutos de ejercicio al día.
Una nueva investigación de la Universidad de Missouri sugiere que ciertos rasgos genéticos pueden predisponer la motivación de una persona para hacer ejercicio y mantenerse activa. Los investigadores fueron capaces de criar selectivamente ratas que mostraron rasgos de actividad extrema o rasgos de pereza extrema. Indicaron que la genética de estas ratas podría desempeñar un papel en la motivación para hacer ejercicio. Estas conclusiones podrían extrapolarse a los seres humanos.
«Hemos demostrado que es posible estar genéticamente predispuestos a ser perezosos», dijo uno de los investigadores. «Esto podría ser un paso importante en la identificación de las causas adicionales en la obesidad de los seres humanos, sobre todo teniendo en cuenta el aumento espectacular de la obesidad infantil en los Estados Unidos. Sería muy útil saber si una persona está genéticamente predispuesta a tener una falta de motivación para hacer ejercicio, porque eso podría hacerla más propensa a convertirse en una persona obesa».
Para el estudio, los investigadores pusieron las ratas en jaulas con rueda y tomaron tiempo de la cantidad de veces que la rata corría voluntariamente en su rueda durante un período de seis días . A continuación, cruzaron los mejores 26 corredores entre sí. Hicieron lo mismo con las ratas más perezosas. El proceso se repitió a través de 10 generaciones y encontraron que el grupo de ratas activas resultante después de 10 generaciones, corría 10 veces más que la generación de ratas perezosas.
Una vez que los investigadores crearon su grupo de «super-corredoras» y «super-perezosas», se estudiaron las mitocondrias en las células musculares, la composición corporal y llevaron a cabo exhaustivas evaluaciones genéticas a través de la secuenciación del ARN.
«Si bien hemos encontrado pequeñas diferencias en la composición corporal y en las mitocondrias de las células musculares, lo más importante que hemos identificado son las diferencias genéticas entre las dos clases de ratas», dijo uno de los investigadores. «De los más de 17.000 genes diferentes que existen en una parte del cerebro, se identificaron 36 genes que pueden desempeñar un papel en la predisposición a la motivación de la actividad física.»
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