La rutina diaria y el ritmo tan acelerado en el que desempeñamos nuestras labores en casa o en la oficina, terminan por generarnos una carga de estrés importante generada por preocupaciones, ansiedad, acontecimientos inesperados, presiones o problemas en general que no hacen más que mitigar nuestra salud mental y física.
Hay, sin embargo, algunos aspectos escondidos relacionados con el estrés, que muchos no saben pero que conviene conocer un poco más para evitar que este problema se agudice y nos cause severos estragos.
- El estrés está en la mente. Muchos investigadores del tema revelan que incluso pensar en las próximas vacaciones en familia puede desencadenar una situación estresante, toda vez que este es un evento que requiere una toma de decisiones y cualquier desviación que indique el que algo pueda salir mal, puede subir los niveles de estrés. Por otro lado, hay quienes indican que las personas con una mentalidad positiva son capaces de manejar situaciones de tensión que eventualmente generan estrés. La conclusión a la que llegan es que no se debe de ver todo el estrés como malo, sino más bien tener una mentalidad positiva que permita afrontar de mejor manera las situaciones estresantes.
Vídeo: La receta para el estrés
- Estrés genera más estrés. Este punto tiene que ver con la hipótesis denominada “Generación del estrés”, donde se explica que las personas forman pieza fundamental de la creación de eventos estresantes propios en base a la forma en la que manejan diferentes situaciones de su vida cotidiana. Se argumenta también que cuando una persona permite que sus sentimientos internos estresantes salgan a flote en su comportamiento externo, se crea un entorno de negatividad que de hecho provoca un distanciamiento con otras personas y a su vez genera una mayor cantidad de estrés.
- Mal humor por la mañana. Aquí se hace referencia al estado de ánimo de las personas cuando se levantan de la cama y se alistan para realizar sus actividades diarias. De acuerdo con esto, si una persona se despierta de mal humor, tiene mayores probabilidades de que durante el día se enfrente con situaciones que a pesar de no ser estresantes, terminen provocando estrés. El mal estado de ánimo puede inducir eventos estresantes y eventualmente generar menor productividad en el trabajo.
- Se duerme peor cuando se está estresado. Un estudio realizado por la Universidad de Estocolmo, específicamente por la investigadora Helena Peterson, encontró que si una persona no es capaz de conciliar el sueño como consecuencia del estrés, experimentará una carga de estrés muy pesada a lo largo del día. Esto significa que una cantidad significativa de estrés durante el día, dará lugar a una pobre calidad de sueño.
- El trabajo emocional incrementa los niveles de estrés. Empleos en los que se requiere que los trabajadores se muestren amables y siempre con actitud positiva, como es el caso por ejemplo de el servicio de atención a clientes, se muestran especialmente propensos a un costo emocional más alto, toda vez que no importa que tan molestos estén los clientes, ellos en todo momento deben mantener una postura de cortesía.
- Acoso en el trabajo también genera estrés. El acosa en el lugar de trabajo también es considerada como una fuente de estrés, definida como actos interpersonales negativos a los que las víctimas no pueden hacer frentes o controlar adecuadamente.