Tanto el lexatin como el diazepam son medicamentos que tienen efecto ansiolítico, perteneciendo en ambos casos las benzodiazepinas, pero también es importante tener en cuenta que presentan algunas diferencias que son precisamente las que vamos a analizar a continuación a través de esta comparativa en la que conoceremos el funcionamiento y, sobre todo, estableceremos una comparativa lexatin vs diazepam.
Qué son las benzodiazepinas
Cuando hablamos de benzodiazepinas nos estamos refiriendo a fármacos psicotrópicos que actúan directamente sobre el sistema nervioso central, presentando diversos efectos entre los que destacan el efecto sedante, el efecto ansiolítico, el efecto hipnótico, el efecto anestésico, el efecto anticonvulsivo y finalmente también el efecto miorrelajante.
Gracias a estas particularidades, las benzodiazepinas son muy indicadas para el tratamiento de diversas alteraciones nerviosas entre las que destaca la ansiedad, además de que también cuenta con diversas utilidades adicionales como la posibilidad de utilizarlas para combatir los problemas de insomnio, las epilepsias, los espasmos musculares, ayudar durante la abstinencia alcohólica, y en general hacer frente a distintos estados afectivos que puedan afectar al paciente.
Otros usos habituales de las benzodiazepinas son durante un tratamiento dental o incluso al introducir una endoscopia en el caso de que el paciente presente un estado de ansiedad elevado, consiguiendo de esta forma anestesiarlo y sedarlo.
A su vez también se presentan otras alternativas de uso como por ejemplo para el tratamiento de los estados de pánico que se producen a partir de alguna intoxicación por la ingesta de alucinógenos.
Un detalle importante que debemos tener en cuenta es que, por lo general, las benzodiazepinas cuentan con efectos muy similares entre ellas, pero generalmente se establecen algunas diferencias cuantitativas en relación con las propiedades farmacodinámicas y las propiedades farmacocinéticas, de manera que la aplicación de uno u otro dependerá de cada paciente, lo que significa que será el médico el responsable de tomar una decisión en el momento dado.
Es muy importante tener en cuenta que las benzodiazepinas causan una fuerte adicción y dependencia, además de que, en caso de abusar de ellas, finalmente puede provocar tolerancia, con lo que el efecto beneficioso del medicamento desaparecería.
Existen multitud de benzodiazepinas populares como pueden ser el lexatin, el diazepam, el flurazepam, el Lorazepam, el flunitrazepam, el clonoazepam, el temazepam, el oxazepam, el triazolam, el alprazolam, el dalmane, el ativan, el roipnol, el clonopin, el restoril, el serax, el halcion y el xanax entre muchos otros.
La administración de las benzodiazepinas generalmente se lleva a cabo por vía oral, aunque cabe destacar que en determinados casos también se puede aplicar mediante vía intramuscular e incluso a través de vía intravenosa.
Las diferencias entre lexatin vs diazepam
Como comentábamos al principio, tanto el lexatin como el diazepam son benzodiazepinas que tienen efecto ansiolítico y forman parte de un grupo muy grande de fármacos de este tipo aunque, evidentemente, presentan algunas particularidades que son las que las diferencian.
En cuanto al efecto del fármaco estaríamos hablando de dos medicamentos prácticamente idénticos, por lo que en este sentido no habría problema a la hora de elegir entre uno y otro. Sin embargo sí se presentan diferencias en cuanto a la vida media, es decir al tiempo que dura el efecto del fármaco, de manera que el diazepam suele tener una duración de entre 12 y 50 horas, mientras que el lexatin tan sólo causa efecto durante un tiempo que va desde las 10 horas hasta las 20 horas.
Sin embargo, también hay otra diferencia que se centra en el tiempo en el que el medicamento se presenta con su acción máxima, es decir, el tiempo durante el cual está haciendo el máximo efecto, y en ese sentido, el lexatin podría alcanzar hasta las tres horas, mientras que el diazepam suele comenzar a descender su efectividad a partir de una hora tras su ingesta o aplicación.
Como podemos observar, en ambos casos estamos hablando de medicamentos muy similares, pero básicamente se van a diferenciar en el tiempo en el que están produciendo el máximo efecto que son capaces, y por supuesto también el tiempo en el que seguirán haciendo algún tipo de efecto en nuestro organismo, con lo cual se establecen diferencias importantes que ayudan a elegir uno u otro en función de las condiciones del paciente y del problema que se vaya a tratar, pudiendo optar por un efecto más corto pero de mayor impacto inicial, o de menor impacto inicial pero con una prolongación mayor.