Las habilidades emocionales de tus hijos mejoran si les cuentas experiencias pasadas que vivisteis juntos

padre e hijo

Un estudio reciente ha descubierto que los padres y madres que cuentan mejores historias a sus hijos sobre sus experiencias pasadas conjuntas, ayudan a estos a desarrollar sus habilidades emocionales.

El estudio ha encontrado diferencias sutiles entre los hombres y las mujeres en su capacidad para contar anécdotas personales pasadas. La investigación realizada por Widaad Zaman, de la University of Central Florida, y su colega Robyn Fivush, de la Emory University en Atlanta, Georgia, analizó cómo estas diferencias de género en los padres pueden afectar el desarrollo emocional de los niños.

Investigaciones anteriores en esta área concluyeron que el hecho de que los padres rememoren con sus hijos experiencias pasadas permite a los niños interpretar dichas experiencias e integrarlas en su pasado, presente y futuro.

El objetivo principal del «estudio Zaman» fue comparar los diferentes estilos que tienen el padre y a la madre a la hora de recordar y contar una experiencia pasada a sus hijos pequeños. Esto incluye la forma en que sus hijos participan en la historia mientras se la están contando.

Los investigadores estudiaron a 42 familias con niños entre cuatro y cinco años de edad. A los padres se les pidió:

1) Que recordaran cuatro experiencias pasadas que hubieran tenido connotaciones emocionales para el niño/a (alguna experiencia feliz, otra triste, un conflicto con un compañero y un conflicto con uno de los padres).

2) Que recordaran dos juegos en los que hubieran interactuado juntos.

Los padres se turnaban para hablar con el niño en visitas separadas.

Los investigadores encontraron que las madres elaboraban más las historias que los padres. Las madres tienden a incluir términos más emotivos de la historia que los padres. Este estilo materno proporciona al niño una mayor perspectiva y sentimiento sobre la experiencia.

Los autores sostienen que a través de esta mayor interacción con el niño/a, las madres ayudan a sus hijos a que hablen de sus experiencias más que los padres, sin importar el tipo de experiencia. Esto puede reflejar los esfuerzos de la madre por tratar de ayudar a su hijo/a a lidiar con las emociones difíciles, sobre todo con las experiencias negativas. Todo esto se relaciona con un mejor bienestar emocional.

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