Nacemos con la vida a nuestro favor
Existe una creencia limitante común a muchas personas: la vida tenemos que ganárnosla. Parece una frase simple pero esconde muchas creencias implícitas que pueden limitar nuestra capacidad para contemplar las oportunidades que la vida siempre nos ha dado.
» El hecho de que una opinión la comparta mucha gente no es prueba concluyente de que no sea completamente absurda « Bertrand Russell
Hay algo muy importante para el ser humano y para la sociedad de la que formamos parte: las personas tienen que ser felices. Sin embargo, la realidad es bien diferente. Las personas distan mucho de ser felices.
No se puede generalizar pero empieza a ser una realidad constatable. Cuando a alguien se le pregunta: ¿cómo te va? Se obtienen respuestas como:
– Ahí vamos: como si nuestro paso por la vida fuera un deambular sin sentido.
– Un lacónico Pues aquí estamos: como si estuviéramos resignados a la vida que nos ha tocado vivir.
– Mejor ni hablar: como si se hubieran conjugado todos los factores negativos de la vida en nosotros.
– Batallando: como si nuestro día a día fuera una lucha sin cuartel.
– Pues ya ves: como diciendo dímelo tu porque yo paso.
Muy pocas personas contestan Bien y contados con los dedos de las manos aquellos que afirman felices y asertivamente ¡Muy bien!. Creo que es evidente, algo va mal.
Observo que mucha gente va a sus puestos de trabajo con desidia pensando únicamente en el fin de semana o en rellenar la quiniela para ver si les tocan esos millones que les saquen de sus míseras vidas.
Abundan las personas que se sienten desgraciadas en su trabajo y esclavas de un sistema en el que tienen que trabajar sin parar para pagar el coche, la casa y todas las deudas adquiridas. La gente se ha amoldado a este estilo de vida y nadie cambia: ¿qué quieres que haga si tengo 3 bocas que mantener y una casa que pagar?
Siempre nos han inculcado desde pequeños que la vida hay que ganársela. Hemos aceptado resignadamente esta premisa lo que implica aceptar como punto de partida que la vida está perdida y por eso en nuestro día a día intentamos ganárnosla con apatía.
Nos han inculcado que la vida, aquello que es el principio de todo, hay que ganársela, es decir, que cuando nacimos ya la teníamos perdida. ¡Qué incongruencia!, ¿no?
Hay que hacer algo al respecto ya mismo si queremos hacer una sociedad más feliz y que mejore día a día. Establezcamos un nuevo punto de vista sobre la vida, un nuevo punto de origen. Aceptemos que el punto de partida de nuestra existencia es más favorable y menos resignado. ¿Qué os parece? La vida no nos la tenemos que ganar porque ya nacimos con ella en el bolsillo. La vida es nuestra, no la tenemos perdida.
« No hay nadie tan equivocado como aquel que pasa gran parte de su vida ganándosela « Henry david thoreau
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