La relación entre las molestias digestivas y el estrés (vídeo)

En ocasiones, esas molestias digestivas son producto de una lesión orgánica (una úlcera), enfermedad de Chrohn, infección intestinal… pero esto no es lo normal. Lo habitual es que los médicos no encuentren nada y que dichas molestias sean producto del estrés, la ansiedad o la depresión. El intestino está directamente relacionado con las emociones (te puede interesar «¿Sabías que tenemos un segundo cerebro en el estómago?»):

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Cuando estamos nerviosos podemos tener molestias digestivas. Si tienes molestias digestivas persistentes sería recomendable que se lo comentaras a tu médico de cabecera para ver si es aconsejable que te derive al departamento de digestivo y que allí te hagan las pruebas necesarias para descartar algún tipo de lesión o enfermedad.

Si no tienes ningún tipo de lesión o enfermedad es necesario que valores cómo es tu alimentación y estilo de vida. Puede que estés demasiado nerviosa/o y que eso te esté afectando al tubo digestivo. En este caso tendrías que tratar de llevar una vida más tranquila y los especialistas valorarán si es necesario que tomes algún tipo de medicación.

La meditación y hacer ejercicio son dos estupendas maneras de relajarte y seguro que le sientan de maravilla a tu tubo digestivo.