La regla del enfoque mental

Si cogemos una videocámara y filmamos una pared sólo grabaremos esa pared, no la que está en frente. A la mente humana le sucede exactamente lo mismo, solamente puede enfocar en una sola dirección. Intenta tener un pensamiento negativo y uno positivo a la vez. ¿Es posible? ¿Piensas en uno o piensas en otro?

Esta regla del enfoque tiene dos opciones: en unas personas predomina la opción que les lleva a la felicidad y en otras personas predomina la opción que les lleva la infelicidad.

La persona infeliz enfoca su atención en todas las cosas negativas de la vida y suprime todas las cosas positivas. Ha optado por filmar el lado negativo de la vida. Hay personas que dicen que no tienen nada positivo en la vida. No me lo creo.

Tu tienes el control de la cámara de tu mente. Tu eres el director de tu película de la vida. Puedes enfocarla en las cosas positivas o puedes enfocar al fango.

Hay personas que están rodeadas de gente que les quiere, tienen buena salud y una buena posición económica y se fijan en las únicas dos cosas que no le funcionan en su vida. No controlan la regla del enfoque.

Luego te encuentras con gente que está en el polo opuesto. Gente que tiene una pésima salud y se agarran al único rayito de esperanza que hace que su vida empiece a florecer: un amigo, el amor de una madre…Se agarran a lo positivo de su vida para construir una vida floreciente.

Esto es la magia del enfoque mental. El enfoque mental no depende de lo que pase a tu alrededor. Depende de ti. Enfoca las cosas positivas de tu vida. Los hijos que te adoran, la mujer o marido que te adora, unos inmejorables amigos, tu buena salud, etc.

Enfocándote en lo positivo podrás solucionar mejor tus problemas. Muchas personas dedican el 95% de su tiempo pensando en un problema. La gente exitosa se enfoca en buscar soluciones de forma proactiva. Hacen que las cosas sucedan en su vida.

Todos tenemos problemas en la vida. La diferencia está en cómo los afrontamos. Si cada uno de nosotros cogiéramos nuestros problemas y los metiésemos en una maleta, ¿quién se atrevería a coger una maleta? Yo no. Mejor me quedo como estoy. Todo el mundo tiene unas circunstancias en la vida. ¿De qué vale lamentarse? Lo que tienes que hacer es tomar acción. Es el único camino para la superación personal.


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