La depresión posparto se puede predecir

Los investigadores de John Hopkins han descubierto que la alteración química especifica en dos genes, detectables por simple análisis de sangre durante el embarazo, predicen con una certeza del 85 % la probabilidad de una mujer de padecer depresión posparto.

Las modificaciones epigenéticas, que alteran la manera en que los genes funcionan sin cambiar la secuencia de ADN subyacente, al parecer, se pueden detectar en la sangre de mujeres embarazadas durante cualquier trimestre, proporcionando una forma sencilla de predecir la depresión en las semanas posteriores del parto, y la oportunidad de intervenir antes de que los síntomas comiencen a aparecer.

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Los hallazgos del estudio con 52 mujeres embarazadas, se describen en la revista Molecular Psychiatry y pueden ser consultados vía online.

«La depresión posparto puede ser perjudicial tanto para la madre como para el niño» dice el líder del estudio, Zachary Kaminsky, médico y profesor de psiquiatría y ciencias del comportamiento en la Universidad Johns Hopkins School of Medicine. Anteriormente no existía un método confiable para detectar la afección antes de que causara daño. Este descubrimiento podría ayudar a muchas mujeres.

Vídeo informativo sobre la depresión posparto:

No está claro lo que causa la depresión posparto, una enfermedad que se caracteriza por sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza, cansancio y ansiedad que comienza dentro de las cuatro semanas del parto y puede durar semanas, meses y hasta un año.

Se estima que entre un 10 a 18% de todas las nuevas madres desarrolla esta enfermedad. La tasa se eleva al 30 a 35% entre las mujeres con trastornos anímicos previamente diagnosticados. Anteriormente los científicos creían que los síntomas estaban relacionados con el importante descenso en los niveles de estrógeno de la madre después del parto, pero los estudios han demostrado que las mujeres tanto deprimidas como no deprimidas mantienen niveles de estrógeno similares.

Mediante experimentos con ratones, los investigadores de la Johns Hopkins concluyeron en que el estrógeno induce cambios epigenéticos en las células del hipotálamo, una parte del cerebro que regula el estado de ánimo. Kaminsky y su equipo crearon un modelo estadístico complicado para encontrar los genes que experimentan esos cambios epigenéticos, los cuales podrían ser posibles predictores de la depresión postparto.

Este proceso dió lugar a la identificación de dos genes, conocidos como TTC9B y HP1BP3, de los que poco se sabe pero intervienen en la actividad del hipotálamo. Kaminsky dice que los genes en cuestión pueden tener algo que ver con la creación de nuevas células en el hipotálamo y en la capacidad del cerebro para reorganizarse y adaptarse ante los nuevos entornos, dos elementos importantes en el estado de ánimo. De alguna manera, el estrógeno puede comportarse como un antidepresivo, que cuando se inhibe afecta negativamente el estado de ánimo. Fuente


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