Un estudio de Mayo Clinic ha concluido que es probable que los niños y adolescentes que evitan situaciones que encuentran aterradoras, desarrollen ansiedad.
El estudio investigó a a 800 niños de entre 7 y 18 años y fue publicado este mes en la revista Behavior Therapy. Además, el estudio presenta un nuevo método para medir el comportamiento de evitación en niños pequeños.
En primer lugar, los investigadores desarrollaron el cuestionario para medir el comportamiento de evitación. A raíz de este cuestionario, se encontraron con uno de los hallazgos más sorprendentes: comprobaron que la evitación puede predecir el desarrollo de la ansiedad en el niño. Los niños que mostraron conductas de evitación tendían a ser más ansiosos un año después.
«Este nuevo enfoque nos puede permitir identificar a los niños que están en riesgo de sufrir un trastorno de ansiedad», dice Stephen Whiteside, un psicólogo pediátrico en el Mayo Clinic Children’s Center. «La terapia cognitivo-conductual se centra en la disminución de las conductas de evitación, nuestro enfoque también puede proporcionar un medio para evaluar hasta qué punto es efectiva esta terapia.»
Este modelo es totalmente coherente: «los niños que evitan situaciones de miedo no tienen la oportunidad de enfrentarse a sus miedos y no aprenden que sus miedos son manejables».
La mayoría de los niños experimentan temores de un tipo u otro y, para algunos, esos temores se agudizan como parte de un trastorno de ansiedad. Cuando los niños comienzan a evitar situaciones de miedo, pueden desarrollar trastornos de ansiedad que se convierten en incapacitantes para su vida cotidiana.
Los médicos han tenido hasta ahora pocas herramientas para medir los comportamientos de evitación, de ahí la importancia de este estudio.