Te presentamos las principales enfermedades mentales y sus características

Aunque en la actualidad, es más frecuente referirnos a una psicopatía o un trastorno mental, se puede decir que este término engloba un conjunto de afecciones que alteran el proceso de racionamiento, las emociones y la percepción de la realidad, las cuales inciden directamente en el comportamiento de las personas. Entre las más conocidas caben destacar: la depresión, el trastorno bipolar, trastorno obsesivo-compulsivo, la esquizofrenia, la demencia, las discapacidades intelectuales y los trastornos del desarrollo, como el autismo.

El origen de las enfermedades mentales se ha determinado como la resultante de una compleja interacción de factores biológicos, sociales y psicológicos. Aunque su estudio se ha desarrollado en forma lenta, ya que en cierta manera se ha visto entorpecido por el hecho de que durante mucho tiempo tales comportamientos eran atribuidos a “posesiones demoniacas”. Afortunadamente la evolución de los estudios psicológicos y psiquiátricos, ha permitido dar otro enfoque, aceptación y tratamiento a las personas que presentan alguna enfermedad de  este grupo. Lo que en la antigüedad era resuelto con el aislamiento del paciente y la aplicación de métodos muy parecidos a rutinas de tortura, hoy en día se maneja mediante la tolerancia e inclusión, y esto ha propiciado que muchas personas con tratamiento y medicación adecuada desenvolverse en la sociedad.

Actualmente está ampliamente aceptado que proporcionar un adecuado conocimiento de una enfermedad facilita a la persona que la padece la recuperación.

Causas de una enfermedad mental

Ciertamente se incurriría en un grave error si recurriéramos en todo momento a realizar una generalización en este aspecto, sin embargo, es innegable que existen una serie de aspectos comunes que han sido definidos como posibles causantes las enfermedades mentales

  • Factores genéticos: Los genes son estructuras que contienen información, la cual es transferida de generación en generación. En el caso de las personas con antecedentes familiares existe un mayor riesgo de padecimiento, ya que en su estructura genética se encuentran presentes estas psicopatías (aunque esto no es determinante por sí solo, ya que existen muchos casos de personas con antecedentes familiares que no las desarrollan).
  • Factores biológicos: Usualmente se evidencian alteraciones en procesos y estructuras correspondientes al sistema nervioso, sin embargo los agentes que las producen  no siempre logran ser definidos.
  • Factores sociales: La adaptación al entorno social que lo rodea representa una parte importante en el desarrollo del ser humano, sin embargo, no siempre resultan sencillas las relaciones con nuestros semejantes. Se ha detectado, luego de múltiples investigaciones, que situaciones complicadas, en las que la persona no logra superar el conflicto puede desencadenar en una psicopatía.

Los trastornos mentales más comunes

Aunque muchas veces hemos oído hablar de ellos, es probable que no sepamos del todo en qué consisten. A continuación se detallan las características de las afecciones más resaltantes.

Depresión

Todos alguna vez nos hemos sentido víctimas de este trastorno, y aunque es probable que así haya sido, dado que esta es una de las enfermedades mentales más comunes, es importante considerar que en un sentido clínico, la depresión no consiste en un día de desánimo y tristeza porque las cosas no han funcionado como se ha querido.  

En el caso de un paciente con depresión, lo habitual es vivir un día malo que nunca termina. Se ha determinado que en los pacientes existe una alteración a nivel de unas estructuras denominadas neurotransmisoras, particularmente la serotonina y noradrenalina, lo cual induce a caer en este estado. Entre los síntomas que presenta una persona depresiva, se encuentra la pérdida del interés por las actividades cotidianas, ya que se carece de toda capacidad de disfrutar, además de esto la sensación constante de culpa y baja autoestima, hacen que las personas vivan presas de la percepción de “no ser suficientes”.

Lo grave de esta condición es que esa sensación de malestar se extiende por periodos de tiempo indefinidos, en los que producto del desánimo la persona pierde el apetito, ve afectado sus patrones de sueño, y esa sensación de “no encontrar el sentido” se extiende en diversos ámbitos de su vida, hasta el punto que la persona puede caer en un estado de soledad y desesperación que termina por inducirlos al suicidio.

Una de las enfermedades mentales con más alta tasa de incidencia

Según cifras estimadas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) existen al menos 300 millones de personas a nivel mundial que sufren de este padecimiento (casi un 4,4%).

Las consecuencias de estos trastornos en términos de pérdida de salud y calidad de vida son enormes, por eso La Organización Mundial de la Salud (OMS) la ha clasificado como el principal factor que contribuye a la discapacidad mundial. Asimismo, se determinó que la depresión es uno los mayores causales que contribuyen a las defunciones por suicidio.

Trastornos de ansiedad y ataques de pánico

Los ataques de pánico, hacen que la persona desarrolle en manera súbita un miedo intenso, que no  responde a ningún estímulo. La persona presenta los siguientes síntomas: mareos, hiperventilación, taquicardia y dificultad para respirar. Estos no duran mucho pero son tan intensos que la persona afectada los percibe como muy prolongados. A menudo el individuo siente que está en peligro de muerte inminente y tiene una necesidad imperativa de escapar de un lugar o de una situación que lo atemoriza. Se dice que son producidos por bajos niveles de un neurotransmisor llamado norepinefrina, el cual es el encargado de regular los receptores adrenérgicos.

Es frecuente que ante situaciones de estrés o que atentan contra tu integridad física experimentemos esa sensación molesta llamada ansiedad. Sin embargo existen personas que viven episodios ansiosos ante casi cualquier estímulo, por lo que se ven imposibilitadas de desarrollar actividades cotidianas con normalidad ya que una sensación de miedo excesiva se apodera de ellos. En este grupo se encuentran dos afecciones importantes:

  • Trastorno obsesivo-compulsivo: Uno de los trastornos de ansiedad más conocidos es este, donde las personas suelen tener pensamientos recurrentes que no pueden controlar que los llevan a desarrollar compulsiones y obsesiones. Es frecuente que experimenten repulsión y pánico a los gérmenes y que sean obsesivos por la limpieza, sienten temor a  ser heridos o herir a otros, y suelen tener pensamientos perturbadores religiosos o sexuales.
  • Los trastornos fóbicos de ansiedad: son un Grupo de enfermedades mentales en los cuales la ansiedad se genera predominantemente por ciertas situaciones bien definidas, que no son peligrosas. Como resultado, estas situaciones son típicamente evitadas, o son soportadas con pavor, y preocupación del paciente puede somatizarse en síntomas particulares, como palpitaciones o sensación de desvanecimiento.

Trastorno bipolar

Es conocido depresión maníaca, y en este la persona alterna su estado de ánimo entre la manía y la hipomanía.  Es una de las enfermedades mentales que incluye episodios serios de la depresión. La persona muestra cambios drásticos en su temperamento, definidos en dos etapas:

  • Episodio maniaco: de esta manera se denomina a la fase que experimenta el individuo en la que se suele mostrar activo y entusiasta, con más energía. Una persona que presenta esta fase tiende a: sentirse muy feliz, nerviosa, tener problemas para dormir, estar irritable, suelen sentir que sus pensamientos van muy rápido. También la persona puede hacer cosas arriesgadas, como gastar mucho dinero o tener sexo de manera imprudente
  • Episodio depresivo: en esta fase la persona se muestra triste y sin ánimos, con baja energía. En este caso la persona puede sentirse: desanimada, dormir durante largos periodos, pensar en la muerte

Los “altibajos” del trastorno bipolar no se asemejan a los cambios de humor que todo ser humano experimenta. En personas con esta condición los cambios son bruscos, y usualmente  producen alteraciones en el sueño y la capacidad de pensar con claridad.

No existe cura para esta psicopatía, sin embargo el control mediante medicación y terapia permite que en el paciente los cambios de humor no generen un impacto tan brusco, de manera que pueda desarrollar un ritmo de vida con relativa normalidad.

Trastornos del desarrollo

Este es un concepto relativamente recientemente, y  en general que abarca las discapacidades intelectuales y los trastornos generalizados del desarrollo, aunque estos son considerados dentro del grupo de enfermedades mentales porque inducen a la modificación de patrones de conductas, caracterizados por acciones repetitivas y obsesivas, en general las afecciones pertenecientes a este grupo son consideradas como parte de las características de la personalidad del individuo.

Por lo general se inician en la infancia pero pueden persistir hasta la edad adulta, causando una disfunción o un retraso en la maduración del sistema nervioso central. Por lo general, no se caracterizan por periodos de remisión como muchos otros trastornos mentales, sino que siguen un patrón constante. Entre los ejemplos más resaltantes de este grupo tenemos:

  • Autismo: La evidencia científica sugiere que en la mayoría de los casos se trata de un desorden heredable, caracterizado por presentar alteraciones en ciertas estructuras como el cerebelo. Este es uno de los desórdenes neurológicos con mayor influencia genética que existe, en el que se manifiesta una incapacidad de interactuar socialmente y un comportamiento restringido y repetitivo. Las terapias de conducta, cognición y habla pueden ayudar a ganar habilidades de autocuidado, sociales y comunicativas.
  • Asperger: Es un trastorno que guarda muchas características comunes con el autismo, en especial en lo que se refiere a los problemas de interacción social. Sin embargo las personas que experimentan esta afección no presentan problemas de lenguaje, y se caracterizan por poseer una inteligencia aguda.

Estudios neuroanatómicos  muestran que en las personas con síndrome de asperger existe una alteración en el desarrollo cerebral que ocurre poco después de la concepción. El resultado es una alteración en los circuitos neuronales que controlan el pensamiento y la conducta.

Esquizofrenia

Tradicionalmente era definida como “locura” y forma parte de las enfermedades mentales crónicas, por lo que requiere de atención médica continua.

La principal característica de esta psicopatía es que el sujeto no es consciente de que la sufre, y el desconocimiento hace que los pacientes sean víctimas del entorno, cuya tendencia natural es someterlos a burlas y hostigamiento. Es importante entender que una característica común en las personas que sufren estas afecciones es la extrema vulnerabilidad que sienten, y que condiciona su reacción. Los episodios violentos son generalmente mecanismos de defensa ante el peligro al que se sienten expuestos.

La paranoia, sensación de acecho y peligro es parte del cuadro de esta enfermedad, la persona vive asediada por el temor a ser lastimada, llegando a experimentar alucinaciones.

Muchos estudios apuntan a que las causas de esta enfermedad tienen una fuerte influencia de la parte genética, sin embargo el desarrollo de esta enfermedad en personas con antecedentes familiares también está ligada a los factores psico- sociales que las rodean.

Consecuencias de la esquizofrenia

  • Creencias o convicciones falsas, es común que los pacientes perciban como reales falsas creencias, llegando a sentir que alguien tiene la capacidad de escuchar sus pensamientos o que puede controlar su voluntad o sus sentimientos, o sus acciones o impulsos.
  • Alucinaciones, o distorsiones de los sentidos, es decir, empezamos a percibir en el plano real imágenes tangibles que solo existen en nuestros pensamientos.
  • Las preocupaciones intensas se repiten de manera constante y reiterada y siempre desproporcionada.
  • Pensamiento desordenado, la persona pierde la capacidad de organización de sus ideas
  • Uso le palabras sin sentido, la persona pierde su capacidad de comunicación.

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