Una nueva investigación norteamericana considera que el papel de los padres a la hora de prevenir o limitar el consumo de alcohol y marihuana en sus hijos es más importante que el ambiente de la escuela.
Los investigadores evaluaron los datos de un estudio representativo a nivel nacional que recopiló información de más de 10.000 estudiantes, así como información relativa a sus padres y maestros.
En concreto, los investigadores observaron cómo el «capital social familiar» y el «capital social escolar» afectó a la probabilidad y/o la frecuencia del consumo de marihuana alcohol por parte de los estudiantes.
El «capital social familiar» se puede describir como los lazos entre padres e hijos, la confianza entre ellos, las líneas de comunicación abiertas y la participación activa en la vida de un niño.
El «capital social escolar» refleja la capacidad de una escuela para ofrecer un ambiente positivo para el aprendizaje, incluyendo medidas como la participación de los estudiantes en actividades extracurriculares y la capacidad de los profesores para atender a las necesidades de cada alumno.
Los investigadores evaluaron el consumo de marihuana y alcohol por separado. En ambos casos, los investigadores encontraron que los estudiantes con altos niveles de capital social familiar y bajos niveles de capital social escolar fueron menos propensos a consumir marihuana o alcohol que los estudiantes con un alto nivel de capital social escolar pero con un bajo capital social familiar.
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