Los niños no entienden el concepto de la muerte igual que lo entendemos los adultos, tienen un pensamiento más mágico e incluso puede que no entiendan que nunca más volverán a ver a una persona que ha fallecido y piensen que aunque lleven tiempo sin verla quizá algún día podrán abrazarle de nuevo, cuando esto no es así. Es necesario saber cómo ayudar al duelo en niños.
Cuando un ser querido muere, los niños sienten y muestran su dolor de diferentes maneras. La forma en que los niños enfrentan la pérdida depende de cosas como su edad, qué tan cerca se sintieron de la persona que murió y el apoyo que reciben. Hoy queremos darte algunos consejos para que puedas ayudar a un niño a superar el duelo.
Ayuda a superar el duelo en niños
El duelo en niños no es nada fácil de superar pero los niños necesitan tu apoyo y tu cariño para sentirse respaldados en estos sentimientos tan complicados. Esto no es sencillo porque tú también tienes que lidiar con tu dolor.
El dolor ante la pérdida de un ser querido es muy grande por lo que es necesario que si lo necesitas, busques ayuda profesional para lidiar con tus emociones y cuando te sientas un poco más fuerte, puedas ayudar a los niños a aceptar el duelo por el que están atravesando.
- Habla simple y claro. Cuando hables de muerte, usa palabras simples y claras. Para dar la noticia de que alguien ha muerto, acércate a tu hijo de manera cuidadosa. Use palabras que sean simples y directas. Por ejemplo, «Tengo algunas noticias tristes que contarte. La abuela murió hoy». Haz una pausa para darle a tu hijo un momento para asimilar sus palabras.
- Escucha y dale consuelo. Cada niño reacciona de manera diferente al enterarse de que un ser querido ha muerto. Algunos niños lloran. Algunos hacen preguntas. Otros parecen no reaccionar en absoluto. Todas las reacciones están bien. Quédate con su hijo para ofrecerle abrazos o tranquilidad. Responde a las preguntas de tu hijo o simplemente estar juntos por unos minutos.
- Pon nombre a las emociones. Anima a los niños a decir lo que piensan y sienten cada día, semanas y meses posteriores a la pérdida. Habla sobre sus propios sentimientos: ayuda a los niños a ser conscientes y sentirse cómodos con los suyos. Di cosas como: «Sé que te sientes muy triste. Yo también estoy triste. Ambos amamos mucho a la abuela, y ella también nos amó a nosotros”.
- Dile tu hijo qué tiene que esperar. Si la muerte de un ser querido significa cambios en la vida de tu hijo, evita cualquier preocupación o temor explicando lo que sucederá. Por ejemplo, «Tía Sara te recogerá de la escuela como solía hacerlo la abuela». O: «Necesito quedarme con el abuelo unos días. Eso significa que tú y papá estarán en casa cuidando el uno del otro. Pero hablaré contigo todos los días y volveré el domingo”.
- Habla sobre funerales y rituales. Permite que los niños participen en rituales como visitas, funerales o servicios conmemorativos. Dile a tu hijo con anticipación lo que sucederá. Por ejemplo, «Mucha gente que amaba a la abuela estará allí. Cantaremos, rezaremos y hablaremos sobre la vida de la abuela. La gente podría llorar y abrazarse. La gente dirá cosas como: ‘Lamento su pérdida’ o, ‘Mis condolencias.’ Esas son cosas amables que se dicen a la familia en un funeral. Podemos decir ‘Gracias’ o ‘Gracias por venir’. Puedes quedarte cerca de mí y tomar mi mano si quieres “.
- Habla sobre tus creencias Es posible que deba explicar el entierro o la cremación. Por ejemplo, «Después del funeral, hay un entierro en un cementerio. El cuerpo de la persona está en un ataúd que se entierra en el suelo con una ceremonia especial. Esto puede parecer un triste adiós, y la gente puede llorar «. Comparte las creencias de tu familia sobre lo que le sucede al alma o al espíritu de una persona después de la muerte.
- Explica qué pasará después del entierro. Explica qué sucederá después del entierro o la cremación como una forma de demostrar que las personas se sentirán mejor. Por ejemplo, «Todos iremos a comer juntos. La gente se reirá, hablará y se abrazará un poco más. Centrarse en los felices recuerdos de la abuela y en la buena sensación de estar juntos ayuda a las personas a comenzar a sentirse mejor”.
- Dale a tu hijo un papel. Tener un papel pequeño y activo puede ayudar a los niños a dominar una situación desconocida y emocional, como un funeral o un servicio conmemorativo. Por ejemplo, puede invitar a tu hijo a leer un poema, elegir una canción para reproducir, juntar algunas fotos para mostrar o hacer algo. Deja que los niños decidan si quieren participar y cómo.
- Ayuda a tu hijo a recordar a la persona. En los próximos días y semanas, anima a tu hijo a dibujar o escribir historias favoritas de su ser querido. No evites mencionar a la persona que murió. Recordar y compartir recuerdos felices ayuda a sanar el dolor y activar sentimientos positivos.
- Responde a las emociones con tranquilidad. Observa si tu hijo parece triste, preocupado o molesto de otras maneras. Pregunta por los sentimientos y escucha. Hazle saber a tu hijo que lleva tiempo sentirse mejor después de la muerte de un ser querido. Algunos niños pueden tener problemas temporales para concentrarse o dormir. Los grupos de apoyo y la terapia pueden ayudar a los niños que necesitan más apoyo.
- Ayuda a tu hijo a sentirse mejor. Dale la comodidad que tu hijo necesita, pero no te preocupes por los sentimientos tristes. Después de unos minutos de hablar y escuchar, cambia a una actividad o tema que ayude a tu hijo a sentirse un poco mejor. Jugar, crear arte, cocinar o ir a algún lugar juntos.
- Dale tiempo. Dale tiempo a tu hijo para que sea capaz de recuperarse ante la pérdida. El duelo es un proceso que ocurre con el tiempo. Asegúrate de tener conversaciones continuas para ver cómo se siente y qué hace tu hijo. Sanar no significa olvidarse del ser querido. Significa recordar a la persona con amor y dejar que los recuerdos amorosos provoquen buenos sentimientos que nos apoyan mientras disfrutamos de la vida.