La depresión incapacita a las personas que la padecen y si tienes esta afección es necesario que te des cuenta para buscar ayuda lo antes posible en cuanto notes que las señales están llamando a tu puerta. La depresión puede causar dificultad para concentrarse, provocar cansancio o sentirse estresado por las tareas diarias.
Si bien algunos pueden atribuir estos síntomas al estrés en el lugar de trabajo, cuando los síntomas no desaparecen fuera del horario laboral y comienzan a interferir también con otras áreas de la vida, puede ser una señal de que padeces depresión y ansiedad, dos condiciones comunes de salud mental que tienden a ir de la mano… y que no desaparecen por sí solas, se requiere ayuda.
Las personas que tienen depresión suelen aumentar las estadísticas de absentismo laboral y la pérdida de productividad. Si no se trata, la depresión puede ser debilitante y dañar tu rendimiento laboral, lo que hace que te sientas aún más ansioso por tener una estabilidad en tu trabajo o sientas nervios por tu capacidad para ascender dentro de la empresa.
Con depresión laboral puede parecer que estás atravesando un camino lleno de barro. Por este motivo, es necesario reconocer la condición y así, poder buscar la ayuda necesaria lo antes posible.
Síntomas de depresión laboral
Hay síntomas que pueden afectar directamente a tu capacidad para trabajar, y esto puede incluir los siguientes aspectos:
- Dificultades para mantener la motivación
- Problemas para concentrarse
- Dificultad para dormir
- Perder interés en actividades que antes disfrutaba
- Despertarte por la mañana sin ganas de levantarte de la cama
Cuando las personas están deprimidas, pueden aislarse, preocuparse excesivamente por cosas del trabajo o cosas banales, se pueden sentir culpables por cualquier cosa o con miedo de decepcionar a otros. También puede resultarles difícil hablar de cómo se sienten con sus compañeros, ya que pueden sentir vergüenza o temer que otros les juzguen sin entender su dolor emocional tan intenso.
Causas
La relación entre trabajo y depresión es una línea que puede funcionar en ambos sentidos. La depresión puede afectar su capacidad para realizar bien su trabajo, y el estrés en el trabajo también puede contribuir a que una persona se deprima también. Algunos desencadenantes relacionados con el trabajo que pueden causar estrés importante incluyen:
- Una alta carga de trabajo
- Que te pidan que hagas cosas fuera de su nivel de competencia
- Cambios repentinos o dificultades con los compañeros
- Ambiente tenso en el trabajo
- Probabilidades de despido
Qué hacer si tienes depresión laboral
Si tienes depresión laboral es importante que identifiques la causa que lo provoca para buscar una solución lo antes posible. En cuanto comiences a desarrollar síntomas de depresión, como sentirte con ansiedad, sentir nervios por la carga de trabajo o no poder controlar el estés que te causan tus tareas diarias, entonces es más que probable que tengas que hablar con alguien de confianza. Puede ser tu pareja, tu mejor amiga, algún familiar o alguna persona de confianza de tu trabajo. Durante este tiempo, intenta hablar sobre si el trabajo es lo que te causa realmente los síntomas o si hay algo más.
Si sientes que tu trabajo está contribuyendo a que te deprimas, tendrás que bordar los problemas directamente para solucionar lo que te está afligiendo. Es muy importante que busques ayuda, que vayas a tu médico de cabecera como primer paso, pero que al mismo tiempo busques ayuda en salud mental para complementar. Pero además de todo esto, puedes seguir también los siguientes consejos.
Ponte en primer lugar
Tu carrera es importante, pero ninguna fecha límite o reunión debe tener prioridad sobre tu salud mental. No puedes hacer nada si te sientes desmotivado y no puedes concentrarte en la tarea que tienes delante. Tómate un día de salud mental, o dos, para reagruparte emocionalmente. Serás mucho más valioso para ti y tu jefe si regresas con energías renovadas y una perspectiva más positiva de todo, lo tendrá en consideración.
Habla con tu jefe
Mientras que muchas personas que sufren de depresión tienden a tener miedo de hablar con sus superiores sobre la salud mental debido al temor de ser percibidas como débiles o incapaces de hacer su trabajo, hablar con tu jefe o departamento de recursos humanos es importante para crear un ambiente de trabajo que funcione para ti.
Habla en privado con tu jefe, sin interrupciones para hablar sobre los problemas que tienes, así como las adaptaciones que puedas necesitar para desempeñarte en tu trabajo. Esto puede incluir tiempo libre adicional, descansos programados o, para algunos, un día más estructurado. Al analizar cualquier adaptación, es recomendable que te centres más en tu capacidad para realizar el trabajo que en los detalles de los síntomas que estás experimentando.
Cuídate
Desarrollar un buen régimen de autocuidado es extremadamente importante para hacer frente a los síntomas de depresión y ansiedad. Mantener una dieta saludable, dormir lo suficiente, hacer ejercicio y ser social son mecanismos críticos de afrontamiento. Los ejercicios de respiración y la relajación muscular progresiva también pueden ayudar a calmar su cuerpo cuando se siente abrumado. Hay varias aplicaciones de ejercicios de respiración disponibles que puede descargar y practicar durante un descanso de trabajo para ayudarlo a sobrellevar todo el día.
Organiza tu trabajo
Para prepararte para el día y controlar tus síntomas de depresión laboral, dedica tiempo a organizarte. Prioriza las tareas, programa descansos que sean frecuentes, elimina distracciones y divide los proyectos grandes en partes más pequeñas y manejables para permitirte planificar mejor el día.
Programar tu día en función de cuándo te sientes mejor. Si tu ansiedad es alta durante el viaje de la mañana, por ejemplo, tal vez un horario de trabajo modificado que te lleve a la oficina a las 7 am antes de la hora punta en el tráfico es buena idea para ir más relejado, o, si las mañanas tempranas no son lo tuyo, alrededor de las 11 am, después de la hora punta , y trabajar hasta las 8 pm puede ser una opción. La clave es conocer tu mejor situación laboral donde eres más productivo, te sientes menos deprimido o ansioso, y tener una conversación abierta con tus jefes para ver qué arreglos laborales pueden funcionar y que te sientas mejor.