Cuando las sombras penetran en tu corazón

Hay momentos o épocas en esta vida en las que todo se vuelve gris u oscuro. Te sientes abandonado, solo, indefenso como un conejo en medio de la pradera con una enorme águila acechándole.

Es en esos momentos cuando, en el mejor de los casos, recurres a a buscar ayuda, ya sea en tu interior o a través de otras personas. Sin embargo, a veces esas sombras son tan espesas y gigantescas que no logras disiparlas y acaban por penetrar en tu corazón.

Recurres a escribirte una carta de amor a ti mismo, a encontrar tu particular forma de meditar, a hacer algún tipo de voluntariado… En mi caso acudo a una protectora de animales para sacar perros que han sido abandonados y que también sufren la crueldad de este mundo. Allí conoces a otras personas con las que puedes descargar parte de tus tinieblas.

Pero las sombras acaban volviendo al día siguiente. Parece que esto no tiene fin.

Dicen que el tiempo todo lo cura y que da la razón al que verdaderamente la tiene, pero a veces pasa muuucho tiempo y las sombras siguen ahí, acechándote.

Hay que ser muy fuerte para aguantar mentalmente estos días oscuros.

Hay un poema titulado «If» (‘Si’), de Rudyard Kipling, que viene muy bien escuchar en estos momentos de angustia mental:

Como ves es un llamamiento a al espíritu luchador que todos llevamos dentro. Trata de despertar nuestras virtudes. Yo he descargado este mismo audio y lo llevo siempre en el móvil.

No te miento si te digo que lo escucho dos o tres veces al día, sobre todo cuando las sombras acechan.

Eleva un poco más tus niveles de fortaleza mental y te prepara para combatir las sombras. Espero que te ayude a ti también.

Posdata: ¡se me olvidaba! Gracias a vosotros que sois el motor de este blog. Para mi resulta muy terapéutico escribir aquí cuando me siento mal. Me siento escuchado y comprendido.

Gracias por vuestras palabras de aliento.


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