Es posible que hayas escuchado alguna vez sobre el constructivismo, pero, ¿también sabes por qué es tan importante para el aprendizaje y la enseñanza? El constructivismo tiene que ver con cómo aprendemos, cómo relacionamos la información que aprendemos nueva con los conocimientos previos que tenemos y así, poder interiorizarla para que realmente nos sirva para construir un nuevo conocimiento.
Este conocimiento adquirido puede ser cambiando o reformulando un aprendizaje que ya teníamos previamente o aprendiéndolo desde cero. De cualquier modo, es importante entender su significado para entender mejor cómo las personas aprenden.
Qué es
El constructivismo es básicamente una teoría, basada en la observación y el estudio científico, sobre cómo aprenden las personas. Esta teoría explica que las personas construyen su propia comprensión y conocimiento del mundo, experimentando cosas y reflexionando sobre esas experiencias.
Las personas cuando se encuentran con un nuevo aprendizaje se relaciona con las ideas que ya se tienen y con las experiencias vividas. En ocasiones se cambia lo que ya se cree o se descarta la nueva información por irrelevante. Somos creadores activos de nuestro propio conocimiento y lo construimos diariamente. Para poder construir el conocimiento es necesario hacer preguntas, explicar y evaluar los conocimientos que ya poseemos.
El constructivismo en el aula
En el aula, la visión constructivista del aprendizaje puede apuntar hacia varias prácticas de enseñanza diferentes. En el sentido más general, significa animar a los estudiantes a usar técnicas activas (por ejemplo: experimentos o resolución de problemas del mundo real) para crear más conocimientos y luego reflexionar y hablar sobre lo que están haciendo y cómo está cambiando su comprensión al respecto. El docente se debe asegurar de que entiende las concepciones preexistentes de los estudiantes y guía la actividad para abordarlas y luego desarrollarlas.
Los maestros constructivistas alientan a los estudiantes a evaluar constantemente cómo la actividad los está ayudando a adquirir comprensión. Al cuestionarse a sí mismos y sus estrategias, los estudiantes en el aula constructivista idealmente se convierten en «aprendices expertos». Esto les da herramientas cada vez más amplias para seguir aprendiendo. Con un ambiente de aula bien planificado, los estudiantes aprenden a cómo aprender.
Esto es especialmente importante para todas las personas porque es la mejor forma de poder aprender cualquier conocimiento. Estar activo dentro del aprendizaje relacionando los conceptos que se tienen con los nuevos, ayudará a construir un nuevo conocimiento.
Es como una espiral de conocimiento
Podrías mirarlo como una espiral. Cuando las personas que están aprendiendo reflexionan continuamente sobre sus experiencias, encuentran que sus ideas adquieren complejidad y poder, y desarrollan capacidades cada vez más sólidas para integrar información nueva. Uno de los roles principales del maestro es fomentar este proceso de aprendizaje y reflexión.
Para entenderlo mejor vamos a ver unos ejemplos: grupos de estudiantes en una clase de ciencias están discutiendo un problema en física. Aunque la maestra conoce la «respuesta» al problema, ella se enfoca en ayudar a los estudiantes a expresar sus preguntas de manera útil para que sean ellos quienes lleguen a la solución.
Ella le pide a cada estudiante que reflexione y examine su conocimiento actual. Cuando uno de los estudiantes presenta el concepto relevante, el maestro se apodera de él y le indica al grupo que esta podría ser una vía fructífera para que exploren un poco más. Diseñan y realizan experimentos relevantes. Después, podrán comprender mejor cuál es la respuesta al problema que deben solucionar, pero nadie les ha explicado lo que es, sino que han sido ellos mismos quienes a través de sus experiencias y sus conocimientos previos han ido poco a poco encontrando las respuestas reales.
El maestro tiene un papel activo
Quizá llegados a este punto creas que el docente no tiene un papel activo en la enseñanza puesto que son los alumnos quienes deben llegar a la respuesta… pero en realidad es un guía imprescindible para que los alumnos conecten sus conocimientos con aquellos que ya tienen o para que lo creen de nuevo.
El constructivismo modifica ese rol, de modo que los maestros ayudan a los estudiantes a construir conocimiento en lugar de reproducir una serie de hechos. El profesor constructivista proporciona herramientas como la resolución de problemas y actividades de aprendizaje basadas en la indagación con las que los alumnos formulan y prueban sus ideas, sacan conclusiones e inferencias, y reúnen y transmiten sus conocimientos en un entorno de aprendizaje colaborativo.
El alumno como protagonista
El constructivismo transforma al estudiante de un receptor pasivo de información a un participante activo en el proceso de aprendizaje. Siempre guiados por el maestro, los estudiantes construyen su conocimiento activamente en lugar de simplemente ingerir mecánicamente el conocimiento del maestro o del libro de texto. El alumno no es para nada un ser pasivo que solo debe adquirir conocimientos, dejando esa forma tradicional del aprendizaje y además obsoleto… el alumno pasa a tener un papel muy activo en todo momento.
El constructivismo a menudo también se malinterpreta como una teoría del aprendizaje que obliga a los estudiantes a «reinventar la rueda». De hecho, el constructivismo aprovecha y desencadena la curiosidad innata del estudiante sobre el mundo y cómo funcionan las cosas. Los estudiantes no reinventan la rueda, sino que intentan comprender cómo gira y cómo funciona. Se comprometen aplicando sus conocimientos existentes y su experiencia en el mundo real, aprendiendo a formular hipótesis, probando sus teorías y, en última instancia, sacando conclusiones de sus hallazgos.
¿Eres docente?
La mejor manera de entender realmente qué es el constructivismo y qué significa en el aula es ver ejemplos de ello en el trabajo, hablar con otros al respecto e intentarlo tú mismo. Puedes hablar con tus colegas de profesión para que te expliquen sus experiencias y buscar maneras de aplicarlo dentro del aula.
Sin duda, tanto si eres docente como si no lo eres, es la mejor manera de poder disfrutar de un buen aprendizaje, sintiéndose en todo momento partícipe del conocimiento, teniendo un papel activo. El aprendizaje para que sea éxitoso no tiene que ser algo pasivo ni mucho menos, ¡debe tener un papel activo y el docente deberá ayudar en su guía para conectar los conocimientos y así construir otros nuevos!