Diez consejos para unas vacaciones psicológicamente gratificantes

La temporada de vacaciones debiera ser, en teoría, la época del año en la que únicamente hay espacio para el descanso y el deleite personal con la familia o los amigos. No obstante existen muchos factores que con frecuencia no se consideran y que verdaderamente pueden estropear esos anhelados días de descanso. Por esta razón hoy vamos a ver diez consejos para unas vacaciones psicológicamente gratificantes que no requieren más que reorganizarse y abrirse a nuevas experiencias:

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  • Viajar desprevenidos. En lugar de estudiar los sitios que se quieren visitar, comprar las entradas por anticipado, leer sobre la cultura y las tradiciones, se propone un enfoque un tanto diferente, dejando todo esto al azar y experimentando de forma desprevenida los lugares y sitios de interés; dejarse sorprender y no ir 100% preparados para todo.
  • Caminar por todas partes. La mayoría de los viajeros coinciden que no hay mejor manera de empaparse de la cultura y conocer los mejores lugares y rincones de una ciudad, que caminarla a pie o incluso tomar un paseo en bicicleta y dejar el transporte público solo para casos de real necesidad.
  • Mirar alrededor. Esto significa que al viajar tratemos de mirar más allá de lo que nuestra vista nos permite apreciar; detenernos a apreciar el verdadero valor de los lugares que se visitan, mirar en todas direcciones y básicamente dejar a un lado la tradicional percepción de un turista cualquiera.
  • Tomar la ruta incorrecta deliberadamente. Aunque contradictorio, esta podría ser la mejor forma de experimentar lugares totalmente inesperados y por supuesto fuera del itinerario. La idea aquí es divertirse y conocer lugares que quizás no son tan promocionados pero que igualmente tienen algo que ofrecer.
  • Olvidarse del mapa. Se recomienda no llevar mapas ni tampoco apoyarse en el Smartphone; algo así como confiar en la intuición y obligándose uno mismo a interactuar con la gente del lugar, pedir direcciones y recorrer un tanto a la deriva, total, siempre habrá taxis o transporte público al que recurrir para regresar al hotel.
  • Dejar de moverse. Se refiere a que si ya conocemos nuestro próximo punto de interés en la ciudad, bien podemos solo detenernos a medio camino y simplemente sentarnos en una banca a contemplar todo lo que se muestre ante nuestros ojos; edificios, monumentos, gente caminando, vendedores, el ruido de la ciudad, etc.
  • Buscar la foto. Significa no tomar fotografías de todo lo que se cruce en nuestro camino ni tampoco de los lugares de interés más cocidos; más bien seria pensar en un tema en especifico como arquitectura religiosa o calles emblemáticas por ejemplo, y lanzarse a la aventura de encontrar todo esto y sacar fotografías únicamente de estos lugares.
  • Pensamiento en grupo. Si se viaja acompañado de la familia o los amigos, una buena idea para experimentar nuevas cosas es dejar que un día en el viaje, cada miembro del grupo en algún momento durante los recorridos decida en qué dirección debe dirigirse el grupo, basándose meramente en su intuición y preferencias.
  • Preguntar es válido. Esta es una de las mejores formas de conocer a los lugareños, hacer amigos y aprender más de la cultura y tradiciones. Preguntar cosas como ¿que es lo que se hacen los domingos?, ¿cual es el mejor restaurante de la zona?, o simplemente cómo llegar de un lugar a otro.
  • Prestar atención a los sentidos. Durante el viaje hay que intentar enfocarse deliberadamente en sensaciones distintas a las visuales, escuchar con atención los diferentes sonidos, oler, saborear y tocar todo lo que nos generes interés.

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