Por muy difíciles que sean las circunstancias en tu vida, tú también puedes vivir una vida plena, significativa y próspera.
Antes de ver estas 8 claves para ser un poco más felices te invito a que veas este vídeo que nos muestra en dónde radica la felicidad de un hombre.
Es uno de esos maravillosos vídeos asiáticos que nos inspiran y que intentan concienciarnos para que nos esforcemos en ser mejores personas. Se titula, «Testigo de la felicidad»:
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Una buena calidad de vida se da cuando estamos física, emocional, mental y espiritualmente sanos. Vamos a ver esas 8 claves para lograr este estado de plenitud:
1) Centrarse en las fortalezas y los talentos.
Examinar nuestras fortalezas y virtudes es una maravillosa manera de avanzar hacia una vida más plena. A medida que descubrimos nuestras fortalezas y las incorporamos a nuestra vida cotidiana vamos a experimentar más satisfacción y gratificación.
Utilizando nuestras fortalezas y talentos para hacer algo hermoso encontraremos el significado de nuestra vida.
2) Una vida saludable.
Esta área es una de las más importantes ya que afecta al resto de áreas. Una vida saludable incluye dormir lo suficiente, hacer ejercicio y ser selectivos acerca de lo que comemos y bebemos.
3) La paz emocional.
Aprender a lidiar con nuestras emociones es obviamente crucial para experimentar una mayor felicidad.
Afortunadamente podemos aprender a generar más emociones positivas.
4) Conocimiento.
Cultivar la curiosidad y el interés por aprender cosas nuevas facilita la motivación y la inspiración.
5) Entrena a tus sentidos.
Podemos entrenarnos para apreciar y disfrutar lo que antes nos parecía aburrido. Esto básicamente se aprende mediante la meditación: podemos aprender a focalizar nuestros 5 sentidos en el desempeño de cualquier tarea mediante la atención plena o mindfulness.
6) Sensación de control.
Me encanta la cita de William Ernest Henley, que dice: «Yo soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma.»
Necesitamos este sentido de autonomía e independencia para alcanzar una vida más plena.
7) Las relaciones sanas.
Nuestra vida simplemente no sería fructífera sin relaciones saludables. Somos criaturas sociales y necesitamos esta unión con el fin de prosperar en la vida.
Para que estas relaciones sean saludables tenemos que aprender a imprimir valores como la honestidad, la responsabilidad, el respeto y la confianza en nuestro trato con los demás.
8) Espiritualidad.
A medida que nos convertimos en personas más espirituales, aprendemos a reconocer la interconexión entre todos nosotros y el mundo que nos rodea. Esto proporciona una nueva perspectiva sobre las experiencias diarias.
A través de la espiritualidad logramos una mayor compasión y empatía en las relaciones con los demás. Nos ayuda a ser conscientes de cómo podemos mejorar nosotros mismos y al mundo que nos rodea.
Puedes utilizar la meditación o la oración para desarrollar tu espiritualidad aunque hay muchas maneras de conectarse con un un poder superior.