Después de la segunda guerra mundial, empieza a haber mas interesa por temas como las relaciones interpersonales y los conflictos intergrupales. El estudio de las relaciones sociales de los individuos en sus grupos sociales fue una de las principales características de la psicología social de la década de 1930 hasta la década de 1950. De ahí surgió el énfasis en la investigación del tema de la amistad.
La amistad es fundamental, pues los amigos son como la familia que nosotros mismos hemos escogido y creado, por eso son tan importantes pues constituyen una buena red de soporte en nuestra vida, por eso pueden entender muchos aspectos de nuestra vida o conductas que ni nuestra propia familia podría o querría entender.
Hoy en día parece que las personas tratan de llenar desesperadamente su necesidad de tener amigos mediante tener muchos, esto hace que se confundan fácilmente los amigos verdaderos de los que no lo son. Además las redes sociales virtuales, crean la ilusión de que la cantidad es mas importante que la calidad, la gente termina por descuidar sus amistades con la finalidad de tener mas amigos. Nuestra capacidad de intimar es limitada por lo tanto es muy difícil tener un gran número de amigos genuinos pues de ser así no habrá suficiente implicación emocional, ni suficiente tiempo para invertirlo en sustentar a dichas amistades.
Una de las características que definen a una amistad es la auto revelación, que se da cuando una persona toma el riesgo de revelar información personal sobre su vida privada y es importante que las autorevelaciones sean bilaterales y recíprocas, pues así es como se crean lazos íntimos con alguien, además si sabemos que la otra persona también se abrirá emocionalmente, nos será mas fácil confiar en esta para hacer lo mismo.
Una razón por la que los amigos son importantes, es porque son testigos de nuestra existencia, a través de ellos conocemos y aprendemos mas sobre nosotros mismos, además vivir experiencias con estos hace que sean mas placenteras que si las hubiéramos vivido solos.
Una vez que una amistad se establece a través de la auto-revelación y la reciprocidad, el pegamento que la une es la intimidad. Según la investigación de Fehr, las personas exitosas en las amistades, parecen haber desarrollado satisfactoriamente comprensión intuitiva y saben qué decir en respuesta a la auto-revelación de otra persona.
Según los psicólogos sociales Carolyn Weisz y Lisa F. Wood de la Universidad de Puget Sound, en Tacoma, Washington, hay otro componente que fortalece la amistad además de la intimidad, es el soporte de la identidad social, la forma en que un amigo entiende y apoya nuestro sentido del yo en la sociedad. Nuestra identidad social podría relacionarse con nuestra religión, nuestra etnia, nuestra función social, o incluso la pertenencia a un club o grupo especial.
Nos convertimos en mejores amigos de personas que aumentan nuestra autoestima y afirman nuestras identidades como miembros de ciertos grupos. Nos quedamos con las personas que apoyan nuestra identidad social y se retiran los que no lo hacen, además con el tiempo, cambiamos de amistades cuando las originales dejan de ser compatibles con nuestra vida actual.
Para mantener una amistad sana, se recomienda establecer: la auto revelación y el apoyo, que se basan en buenas habilidades comunicativas y facilitan la intimidad, también es importante compartir detalles sobre nuestra vida y saber escuchar los detalles de la vida de nuestros amigos. La interacción es fundamental, es decir mantener el contacto tanto como sea posible, intentar crear espacios en los que podamos ver a nuestros amigos o si no es posible, llamarles por teléfono o escribirles en caso de que hay distancia geográfica.
Mientras vamos creciendo, es común que veamos cada vez menos a nuestros amigos, pues el ritmo de vida de la vida adulta lo hace mas difícil, pero las amistades deben cultivarse , es importante no darlas por sentado, los amigos requieren que se les brinde tiempo y un sincero esfuerzo, además de implicarse emocionalmente.
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