La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica que afecta al tejido nervioso de la persona que lo padece. Puede producir alteraciones en el estado de ánimo, trastornos motores y sensoriales. Además de los síntomas físicos y evidentes de la enfermedad, la EM también puede provocar alteraciones emocionales y respuestas psicológicas adversas. Es importante que las personas que padecen esta enfermedad tengan un buen apoyo emocional y psicológico para que puedan enfrentarse a la enfermedad con mayor entereza.
Al principio, puede ser difícil adaptarse al diagnóstico de un trastorno que es impredecible, tiene un curso fluctuante y conlleva el riesgo de progresar con el tiempo a algún nivel de discapacidad física. La falta de conocimiento sobre la enfermedad se suma a las ansiedades que comúnmente experimentan las personas recién diagnosticadas. Además de estas reacciones emocionales a la enfermedad, la desmielinización y el daño a las fibras nerviosas en el cerebro también pueden provocar cambios emocionales. Algunos de los medicamentos utilizados en la EM, como los corticosteroides, también pueden tener efectos significativos en las emociones.
Ante la EM, las personas tienden a centrarse principalmente en su salud física y descuidan su salud emocional, que es un componente esencial de la salud y el bienestar general. Pero, ¿qué tipo de problemas emocionales presentan las personas con EM?
Duelo saludable
La pena por cualquier tipo de pérdida es un proceso normal y saludable. Las personas con EM se afligen por los cambios causados por la enfermedad, comenzando con un nuevo diagnóstico que altera su vida y su imagen de sí mismos, y nuevamente cuando la enfermedad causa una pérdida o cambio importante, por ejemplo, la capacidad de trabajar, caminar o participar en ciertas actividades de ocio. El proceso de duelo es el primer paso para aprender a adaptarse a esos cambios en la vida de uno y avanzar. Dados los muchos síntomas y cambios que la EM puede causar, una persona con EM puede esperar que el proceso normal de aflicción fluya con el tiempo.
El dolor a veces puede ser difícil de distinguir de la depresión. Sin embargo, difieren de varias maneras:
- La pena por un cambio o pérdida reciente generalmente está limitada en el tiempo y se resuelve por sí sola. La depresión clínica es más persistente y constante, con síntomas que duran al menos dos semanas y, a veces, hasta varios meses.
- Una persona que experimenta una aflicción a veces puede concentrarse en las actividades de la vida y disfrutar de ella, mientras que una persona que está deprimida no puede hacerlo.
- Aunque el dolor generalmente se resuelve por sí solo sin tratamiento, la terapia, los grupos de autoayuda, así como un entorno de comprensión y apoyo pueden ayudar. La depresión requiere tratamiento por un profesional de salud mental. Los grupos de autoayuda y otros tipos de apoyo emocional son importantes pero no suficientes.
Cambios de humor
Los cambios emocionales más comunes en la EM incluyen:
- Duelo (y tristeza): reacciones naturales a los cambios y / o pérdidas que la EM puede causar. Es probable que estos sentimientos fluyan y fluyan a lo largo de la enfermedad.
- Preocupación, miedo, mal humor, irritabilidad y ansiedad: reacciones normales ante la imprevisibilidad; Cualquiera puede volverse irritable y ansioso cuando se enfrenta a desafíos difíciles.
- Depresión: uno de los síntomas más comunes de la EM.
La depresión, la ansiedad persistente y la irritabilidad extrema no son naturales ni inevitables, incluso en personas con EM. Sin embargo, son muy comunes. Estos cambios requieren tratamiento al igual que cualquiera de los síntomas físicos de la enfermedad; los cambios de humor pueden ser una fuente importante de dolor y angustia en sí mismos.
Estrés
Aparte de las tensiones normales de la vida cotidiana, la EM crea tensiones propias. Muchas personas con EM experimentan más síntomas cuando sienten estrés en su vida. Cuando el estrés disminuye, sus síntomas parecen menos severos. La EM es impredecible y solo anticipar la próxima exacerbación puede ser una fuente importante de estrés.
La EM también puede provocar algunos cambios importantes en la vida, como la pérdida de movilidad y la interferencia con el trabajo. El estrés crónico debilita el sistema inmunológico y aumenta el riesgo de una serie de enfermedades que incluyen enfermedades cardíacas, diabetes y depresión.
Ansiedad y angustia generalizadas
La esclerosis múltiple puede causar ansiedad, angustia, ira y frustración significativas desde el momento en que aparecen sus primeros síntomas. La incertidumbre y la imprevisibilidad asociadas con la EM es uno de sus aspectos más angustiantes. De hecho, la ansiedad es al menos tan común en la EM como la depresión. La pérdida de funciones y las circunstancias de la vida alteradas causadas por la enfermedad pueden ser causas importantes de ansiedad y angustia.
La terapia profesional y los grupos de apoyo pueden ser muy útiles para lidiar con la ansiedad y la angustia que pueden acompañar a la EM. Para la ansiedad severa, la medicación también puede ser necesaria para obtener alivio.
Malhumor e irritabilidad
El humor y la irritabilidad pueden manifestarse como cambios rápidos y generalmente impredecibles en las emociones. Los familiares pueden quejarse de frecuentes ataques de ira o irritabilidad. El aumento de la irritabilidad y el mal humor puede tener múltiples causas:
- Depresión
- Cambios en tu cerebro.
- Retos que pueden surgir de vivir con EM.
Cualquiera sea la causa, el mal humor y la irritabilidad pueden ser aspectos desafiantes de la EM desde el punto de vista de la vida familiar. La terapia familiar puede ser muy importante para lidiar con estos cambios emocionales.
Un diagnóstico correcto de sus cambios emocionales es esencial para identificar el tratamiento correcto. Si bien un antidepresivo puede ser el tratamiento óptimo si la depresión es la causa de sus cambios emocionales, un tipo diferente de medicamento para estabilizar su estado de ánimo podría ser la mejor opción para ayudar con los cambios de humor severos y los arrebatos emocionales.
Comportamiento inapropiado
Aunque esto ocurre en raras ocasiones, puede pasar. Una proporción muy pequeña de personas con EM exhiben conductas inapropiadas como la desinhibición sexual. Se cree que este tipo de comportamiento resulta en parte del daño relacionado con la EM a las funciones inhibitorias normales del cerebro. Estos comportamientos también pueden reflejar un juicio muy deficiente relacionado con la disfunción cognitiva causada por la EM. Tal comportamiento generalmente está más allá del control del individuo y no es un signo de debilidad moral o tendencias sociopáticas.
El tratamiento de estos problemas es complejo. La persona con EM puede requerir algún tipo de medicación psiquiátrica, quizás junto con la psicoterapia. Los miembros de la familia probablemente necesitarán terapia de apoyo, ya que estos comportamientos suelen ser impactantes y perturbadores. En algunos casos, la persona afectada puede requerir supervisión para prevenir la manifestación de los comportamientos en cuestión.