Últimamente estoy hablando demasiado sobre la felicidad; si existe, si es posible lograr un estado pleno y continuo de bienestar, etc.
Debo aclarar que la búsqueda de la felicidad sólo nos la debemos plantear en el caso de que no tengamos una enfermedad mental o cualquier tipo de problema emocional incapacitante; en el caso de que tuviéramos una patología de este tipo nuestro primer objetivo debería ser curarnos (en el caso de que sea posible la curación), mitigar los efectos (en el caso de que sea una patología crónica) y aprender a convivir con ello para poder empezar a plantearnos la búsqueda de la felicidad.
Fundamentalmente existen dos tipos de tratamientos para combatir las enfermedades mentales:
1) La psicoterapia: existen muchos tipos de terapias que se pueden utilizar para ayudar al paciente a superar los problemas. En todos los casos , el objetivo del tratamiento es procurar un ambiente sin prejuicios que permita que el paciente y el proveedor de la terapia puedan trabajar juntos en pro de un acuerdo mutuo sobre un conjunto de metas.
2) La medicación.
Terapia cognitivo-conductual en las enfermedades mentales
Es necesaria una buena relación entre el paciente y el terapeuta . El paciente y el terapeuta desarrollan una relación de confianza. En la Terapia Cognitivo-Conductual la cuestión más apremiante o preocupante para el paciente, generalmente, se convierte en el foco inicial del tratamiento. Como resultado , el paciente tiende a sentirse aliviado y alentado porque el principal problema que lo llevó de inmediato a la terapia ya está identificado y siendo tratado.
El paciente es entrenado en el ABC de la Terapia Cognitivo-Conductual . El terapeuta explica la conexión entre los pensamientos y creencias y su impacto en el comportamiento. La manera que tiene el paciente de pensar en sus problemas determina la forma en que el individuo responde a diversas cuestiones.
Un buen terapeuta Cognitivo-Conductual explorará las profundidades y la fuente de los pensamientos y sentimientos que usted tiene. Tendrá todo el tiempo que se necesita para verdaderamente comprender y entender la fuente de una creencia.
Si tenemos un problema que requiera la intervención de un psicólogo o psiquiatra deberemos elegir con mucho cuidado quién nos va a atender. Estar en manos de un buen profesional es el camino para la remisión completa de la enfermedad. Sólo a partir de ese momento podremos plantearnos metas más altas para nuestra vida, metas que nos conduzcan a la SUPERACIÓN PERSONAL.
Os dejo un VIDEO para aquellos que andan perdidos entre sombras y sin esperanzas: