“El miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son.” Tito Livio
La Coulrofobia o fobia a los payasos, es un trastorno de ansiedad que está en la categoría de las fobias. Coulrofobia es un término que lleva entre 15 y 20 años usándose, consiste en un miedo intenso e injustificado hacia los payasos, es relativamente común y en los últimos años ha ido en aumento, por lo que ha adquirido mayor relevancia. En casos extremos, quien padece ésta fobia, entra en pánico con tan solo ver a un payaso o ver una fotografía u oír hablar de el.
Esta fobia puede generalizarse también a mimos, bufones o cualquiera que cubra su cara con máscaras o gran cantidad de pintura, oculte su identidad y evite la lectura o interpretación de sus expresiones.
A nivel cultural, la idea de cubrir la cara con máscaras o pintura proviene del uso de máscaras tribales y pinturas desde hace siglos para realizar rituales o ceremonias religiosas. Los payasos y bufones se usaban para entretener a las multitudes, sobre todo a la realeza, para esto se retomaban las costumbres de las tribus de adornarse con máscaras, trajes y pintura.
La Coulrofobia puede tener síntomas físicos como: cambio en la respiración, irregularidad de ésta, (por lo general se acelera), sensación de falta de aire, cambios en el ritmo cardiaco, mareo, náuseas, temblores, sudores, etc.
Se sabe que esta fobia se desarrolla en los primeros años de vida, cuando los niños son muy sensibles a las caras desconocidas o poco familiares, sin embargo, aunque sea mas común que se presente en la infancia, también puede desarrollarse en la vida adulta.
¿Por qué se da?
En un articulo de Psychology Today, de Carlin Flora, publicado en julio del 2006, se dice que muchas personas se aterrorizan con los payasos o bufones por que la identificación de las expresiones faciales se vuelve muy complicada debajo de la pintura, además una clave para la supervivencia de nuestra especie, ha sido durante años la capacidad de leer las expresiones faciales, el hecho de no poder leerlas, genera desconfianza y angustia en muchas personas.
Otra de las causas de padecer esta fobia es haber vivido algún acontecimiento desagradable con payasos en algún momento de la vida, lo cual crea un recuerdo que generaliza ese miedo o pánico hacia todos los payasos.
La cultura popular también ha influido en la intensificación de éste miedo, ya que ha habido numerosos personajes de cine, libros o televisión que se basan en payasos siniestros, ( Jóker, en “Batman”, el payaso de “La casa de los 1000 cadáveres de Rob Zombie, “Gacy el payaso asesino” de Clive Saunders, la cual se basa en John Wayne o “Eso” de Tommy Lee Wallace). Además han existido casos reales de asesinos que se disfrazaban como payasos, tal es el caso de John Wayne Gacy quien generó gran terror por su frialdad al cometer múltiples asesinatos.
En un artículo, de Trinity University, Joseph Durwin dice que algunas de las cualidades arquetípicas de los payasos tienen que ver con que son hostiles ante las autoridades religiosas, se burlan del orden establecido, deforman la realidad y rechazan las normas sociales. Esto suele ser desconcertante por que se burlan de nuestra concepción del universo, nuestras nociones de protección y seguridad y todas las demás certezas frágiles de nuestro tiempo.
¿Cómo puede tratarse?
No hay una cura definitiva para esta fobia, pero si llega a ser muy limitante para la vida de una persona, existen tratamientos para aprender a vivir con ella. La psicoterapia es la mejor ví para tratarla, uno de los tratamientos que han tenido mayor éxito es es la terapia de exposición, en la cual, se empieza por hablar de payasos o mencionar la palabra “payasos” después se les muestra imágenes de estos, cuando la persona este tranquila y logre ver las imágenes sin alterarse o entrar en pánico, se pasa a la siguiente fase que es enseñarles un juguete de un payaso, también se les puede enseñar un video y la etapa final consiste en que vean a un payaso real o que se disfracen de uno. Pero es importante que esto se haga poco a poco y que no se pase de una etapa a otra sin asegurarnos de que se ha perdido el miedo. Este proceso permite desensibilizar a las personas y que aprendan a estar cerca de un payaso sin experimentar los molestos síntomas fisiológicos antes