Características de la cocaína y su tratamiento

Vamos a hablar acerca de la cocaína, analizando algunas de sus principales características, así como los efectos y aspectos relacionados con su consumo, a la vez que también tendremos en cuenta los distintos tratamientos que se utilizan en la actualidad.

Características de la cocaína y su tratamiento

Qué es la cocaína

La cocaína es el nombre por el que se conoce a una droga recreativa muy adictiva cuyo nombre real es benzoilmetilecgonina.

Destaca por ser una droga ilegal que se coloca en segundo lugar entre las drogas más consumidas en todo el mundo después de la marihuana.

La cocaína se obtiene de la planta de coca, un tipo de planta que habitualmente se cultiva en Sudamérica y que tiene propiedades anestésicas y analgésicas a la vez que también aumenta y mejora la circulación de la sangre, razón por la cual en la antigüedad era utilizada como medicamento para personas que se mareaban en las alturas. Sin embargo, en la actualidad ha pasado a tener un componente lúdico y sin control por lo que se presentan los efectos secundarios que pueden llegar incluso a causar la muerte.

Cabe destacar que se trata de una droga muy adictiva, muy por encima de sus competidoras más directas a nivel de porcentaje de usuarios, y esto se debe a que actúa directamente sobre la vía mesolímbica de nuestro cerebro. Esto significa que la visión se puede producir con tan sólo consumir unas cuantas veces la droga e incluso si el consumo ha sido reducido también en cantidad.

Como curiosidad, la cocaína es el producto a través del cual se produce el crack.

Los efectos de la cocaína

Cabe destacar que el principal efecto de la cocaína es estimular la dopamina, que es un neurotransmisor que se encuentra localizado en las neuronas cerebrales.

En cuanto a su consumo, destaca por quitar la sensación de fatiga y exaltar nuestro estado de ánimo. También aumenta la confianza en uno mismo, pero a su vez hace que la persona pierda el contacto con la realidad, aumente su agresividad e incluso le produzca manía persecutoria, con lo cual puede dar lugar a reacciones violentas con cualquier persona que se encuentre en su entorno.

Por otra parte, una vez que finaliza su efecto, generalmente produce inquietud y angustia, apareciendo un alto nivel de cansancio y aumentando más la agresividad. También es frecuente que con el tiempo acabe apareciendo ansiedad así como problemas para conciliar el sueño.

En el caso de consumir dosis elevadas se pueden llegar a producir temblores, convulsiones e incluso alucinaciones.

En cuanto al apartado físico, en el instante de su consumo aumentará la frecuencia cardíaca, las pupilas se dilatan y aumenta la sudoración. En el caso de una dosis alta se puede provocar un episodio de hipertensión e incluso aumentar la temperatura del cuerpo.

Cabe destacar que consumir cocaína implica un considerable aumento del riesgo de que se produzca un accidente cerebrovascular, aparezcan problemas pulmonares muy especialmente si se consume fumada, aumenta el riesgo de infarto de miocardio, de infecciones en la sangre e incluso de que se produzca un paro cardiorrespiratorio súbito.

A esto hay que añadir que en la mayor parte de los casos se consume cocaína adulterada, de manera que la toxicidad aumenta peligrosamente en función del producto con el que se haya mezclado.

La cocaína causa otros problemas de gran seriedad como arritmia cardíaca, así como fomenta la aparición de embolias y otras enfermedades de diversa índole.

Cómo se consume la cocaína

Existen cuatro vías de administración de la cocaína principales que son por vía oral, por vía intravenosa, por vía pulmonar y por vía nasal.

  • Cocaína por vía oral: una de las formas menos frecuentes de consumo es por vía oral, es decir, ingerir directamente la cocaína.
  • Cocaína por vía intravenosa: en cuanto al consumo por vía intravenosa se inyecta directamente en la sangre con lo que el efecto es mucho mayor que optando por otras alternativas.
  • Cocaína por vía pulmonar: se conoce como vía pulmonar al consumo de la cocaína inhalada transformándola previamente en humo, es decir, cuando se consume mezclada con tabaco y fumada. En este caso el humo llega hasta los pulmones de manera que se consigue que pase a la sangre con la misma intensidad que lo haría si se hace por vía intravenosa.
  • Cocaína por vía nasal: es lo que habitualmente conocemos como esnifar, que básicamente se centra en inhalar el polvo de cocaína directamente por la nariz, de manera que su paso a la sangre se lleva a cabo a través de las membranas nasales. Cabe destacar que este sistema puede provocar graves problemas en la zona nasal.

Estadísticas de consumo de la cocaína

El consumo de la cocaína está fundamentalmente asociado a jóvenes entre 15 y 35 años, presentando un preocupante crecimiento en los últimos años en todos los continentes.

Cabe destacar que América es el continente que se encuentra la cabeza en cuanto a consumo de cocaína se refiere, quedando en segundo lugar Europa y Asia en tercero.

Según las últimas encuestas y estudios realizados, por ejemplo en España encontraríamos como comunidad más consumidora canarias, con más de 180 kg por cada 100.000 habitantes. Valencia estaría segundo lugar con algo más de 170 kg, Galicia pasaría al tercer lugar con más de 140 kg, Madrid estaría en cuarto lugar y muy por debajo de las anteriores con menos de 50 kg, y Andalucía ocuparía la quinta posición con poco más de 40 kg por cada 100.000 habitantes.

Tratamiento de la adicción a la cocaína

En primer lugar es muy importante que el paciente reconozca su situación, es decir, no se puede actuar frente a ninguna dependencia si la persona afectada no quiere reconocer que la padece.

Básicamente vamos a tener que considerar dos enfoques que son la desintoxicación y la deshabituación. En referencia con la desintoxicación, evidentemente el objetivo es dejar de consumir cocaína, proceso durante el cual también se debe realizar un control médico y un mantenimiento farmacológico fundamentalmente con el objetivo de evitar el tan temido síndrome de abstinencia.

Pese a tratarse de una droga muy adictiva, también es cierto que en la evolución de los pacientes puede ser muy positiva siempre y cuando sigan los pasos indicados, y una de las ventajas es que de forma progresiva irá recuperando el apetito, empezará a tener más ganas de dormir y en general se sentirá mucho más estable, con lo cual tenemos ahí una motivación muy importante que vale la pena considerar.

Posteriormente deberemos proceder a la deshabituación, es decir, tenemos que saber la razón por la que se produce la adicción en esa persona en particular, con lo cual se deberá establecer una terapia a través de la cual se buscará solucionar el problema causante y, sobre todo, conseguir que el paciente logre recuperar la confianza en sí mismo.

Cabe destacar que, una vez han finalizado estas dos fases, lo siguiente que tenemos que hacer es recuperar la vida del paciente, lo que se traduce en proceder a la reinserción, para lo cual tiene que haber desaparecido la dependencia y básicamente se establecerá un control psicológico a través del cual consiga las herramientas y apoyo necesario para poder desarrollar sus propias capacidades y volver de nuevo a conciliarse con una vida totalmente normal y estable junto a su familia y seres queridos.


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