La claustrofobia, características y remedios

La claustrofobia es una enfermedad que afecta a más personas de las que podemos imaginar, y es por ello que hemos considerado importante dedicar un artículo a este problema que puede estar afectando incluso a personas de nuestro entorno, de manera que podamos echarles un cable y conseguir de esta forma solucionarlo lo antes posible.

La claustrofobia, características y remedios

Qué es la claustrofobia

La claustrofobia es un trastorno de ansiedad que provoca miedo al encontrarse en espacios cerrados. En la persona que se ve afectada se crea una sensación de que no va a poder salir del lugar en el que se encuentra, lo cual genera un miedo casi imposible de controlar que se alimenta de las imágenes involuntarias de catástrofes que se generan en su subconsciente.

Entre estas catástrofes destacar la asfixia motivada en base a que se acabe el aire, y por supuesto también es bastante recurrente el hecho de pensar que nunca va a poder salir de ese lugar.

Por norma general, la claustrofobia nace a partir de alguna experiencia negativa que se haya tenido en un espacio de reducidas dimensiones o excesivamente oscuro, de manera que cada vez que se vuelve a enfrentar a una situación similar, el miedo vuelve a renacer de nuevo.

No obstante, en ocasiones también tiene lugar en personas que nunca se han tenido que enfrentar a este tipo de situaciones, sino que incluso puede llegar a generarse a partir de algo tan sencillo como una película donde el protagonista se vea en alguna de estas situaciones.

Uno de los mayores inconvenientes de la claustrofobia es que la mayoría de personas que se ven afectadas por este problema no piden ayuda a su médico, de forma que piensan que con evitar este tipo de situaciones es más que suficiente. Sin embargo, en cualquier momento nos podemos encontrar con una situación inesperada donde no consigamos afrontar la realidad y tengamos un ataque, de ahí que lo ideal sea aprender a controlarlo y afrontarlo, con lo que no sólo podremos salir de la situación en el caso de que tenga lugar, sino que además también vamos a evitar que la claustrofobia vaya creciendo hasta el punto en el que, como ocurre en algunos pacientes, llegue a afectar de manera que las personas afectadas no pueden por ejemplo trabajar en una oficina de tamaño reducido.

Los síntomas de la claustrofobia

Existen distintos síntomas que pueden denotar que estamos ante un cuadro de claustrofobia como es el caso de que aumenta la sudoración, el ritmo cardíaco se acelera, nos mareamos, se producen palpitaciones e incluso tenemos sensación de que nos falta el aire hasta el punto en que se produce hiperventilación.

Generalmente la situación comienza de forma más o menos suave en función del tipo de claustrofobia que tenga el paciente, pero poco a poco se va retroalimentando de las imágenes y sensaciones negativas, de manera que cada vez los síntomas se hacen mucho más patentes.

Cómo se diagnostica la claustrofobia

Para diagnosticar la claustrofobia, evidentemente lo primero que tiene que ocurrir es que el paciente presente los síntomas anteriormente descritos cuando se encuentra en lugares reducidos, pero es importante tener en cuenta que no siempre esto va a significar que existe claustrofobia, ya que hay otras patologías similares de las que hablaremos un poco más adelante y pueden dar lugar a confusión, por lo que hay que proceder a analizar el nivel de ansiedad que se produce y el modo en que se repite al enfrentarse a situaciones similares.

En primer lugar se van a estudiar detalles como la posibilidad de que exista un trastorno de ansiedad que produzca esos síntomas aunque en realidad no se trate de claustrofobia debido a que no se producen las imágenes catastróficas, lo cual es precisamente una de las principales razones por las que muchas veces pensamos que pueda existir el problema cuando en realidad no lo es.

También hay que analizar otros tipos de fobias así como los episodios paranoicos que se puedan producir en el paciente, y por supuesto también se analizará si la persona consume o está abusando de algún tipo de sustancia estupefaciente o psicotrópica o incluso de medicamentos.

La claustrofobia, características y remedios

En base a estos estudios se procederá a realizar una valoración donde se considerará si el paciente tiene o no claustrofobia o se trata de otro tipo de problema que deberá ser resuelto de una forma distinta.

El tratamiento de la claustrofobia

Y finalmente, una vez que se ha detectado o diagnosticado la enfermedad, el siguiente paso es comenzar con el tratamiento.

Lo primero que hay que hacer es aprender a controlar la ansiedad que provoca este problema, evitando la tensión en nuestro cuerpo. Para ello se establecen distintas técnicas, así como la respiración diafragmática que nos ayudará a nivelar la ansiedad y evitará las imágenes negativas.

También se deberá recurrir a técnicas cognitivas que eviten sacar conclusiones anticipadas que son precisamente las que nos hacen daño, es decir, no podemos estar en un sitio cerrado y automáticamente pensar que nos vamos a asfixiar, ya que la probabilidad de que esto ocurra es muy baja, pero estamos haciendo todo lo posible por que realmente nos afecte.

Y finalmente también se deberá proceder a combatir el miedo, para lo cual también existen ejercicios y terapias tanto individuales como de grupo que nos pueden ser de mucha ayuda para vencer ese problema que nos puede suponer un importante inconveniente en nuestras vidas.

Sobre todo, nuestro objetivo va a ser aprender a controlar este miedo y afrontar la situación a través de la práctica, por ejemplo preparándonos antes de acceder a un espacio cerrado y por supuesto sabiendo reaccionar en el caso de que empecemos a sentir que nos ponemos tensos. Incluso también debemos aprender que las otras personas que se puedan encontrar con nosotros pueden ser un fantástico apoyo para distraernos a la espera de ser rescatados.

Estas son las principales características de este problema que, como decíamos, afecta a una gran cantidad de población, pero que por suerte también cuenta con un tratamiento muy efectivo, pero eso si, es muy importante que realicemos todas las terapias con constancia y afrontemos la situación para poder ponerle solución lo antes posible y con los mejores resultados.


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