Catalepsia o muerte aparente: despertando en tu propio funeral

catalepsia que se confunde con muerte

¿Alguna vez has escuchado la historia de alguien que en su funeral despertó aterrando a todos los presentes? ¿O historias de ataúdes que al abrirlos se encontraron arañazos porque enterraron a la persona viva pensando que estaba muerta? ¿Cómo hubo una época en que a los muertos se les enterraba con un cordel en su mano atado a una campana que estaba fuera del ataúd encima de la tierra? Así al despertar podían tocar la campana y que fuesen desenterrados. Estas historias que parecen espeluznantes, realmente lo son, pero porque muchas de ellas son verdad. Ocurrieron debido a que las personas padecieron una catalepsia.

Qué es

La catalepsia se categoriza por un trastornos del sistema nervioso central y la persona afectada sufre una parálisis corporal con un endurecimiento y tensión de los músculos. Esto hará que la persona no puede realizar ningún tipo de movimiento, que su respiración apenas sea perceptible. Además de esto, apenas tienen sensibilidad al dolor aunque la persona es consciente de todo (ve y escucha) pero nadie se da cuenta por su parálisis.

Por este motivo, la catalepsia se conoce también como muerte aparente puesto que la persona parece que se ha muerto, aunque en realidad está viva. Esta confusión ocurre porque las personas pueden pasar varios minutos paralizada, pero también pueden llegar a estar semanas de esta manera sin mostrar señales evidentes de vida.

Es un trastorno realmente terrorífico pero no es considerada como una afección grave porque la persona puede recuperarse bien después de haber pasado este episodio de parálisis. Aunque la catalepsia puede ocurrir en personas con Parkinson, epilepsia, histeria, psicosis, por efectos de consumir drogas como la cocaína, por tener esquizofrenia y otras enfermedades, también se han dado casos de catalepsia en personas totalmente sanas sin enfermedades ni trastornos asociados.

mujer en catalepsia en la morgue

Síntomas

Como cualquier otro trastorno o enfermedad, la catalepsia presenta síntomas que se deben conocer para poder reconocer cuando esto ocurre. No es necesario tener otras condiciones asociadas para sufrir catalepsia, aunque es más probable que una persona sana lo padezca si ha tenido anteriormente una crisis de ansiedad, cansancio o problemas músculo esqueléticos.

Es necesario no confundir la catalepsia con desmayos o una muerte, por eso hay que reconocer los síntomas más característicos. Estos son:

  • Rigidez corporal
  • Palidez en el rostro y el cuerpo
  • Anulación de las respuestas visuales
  • Insensibilidad al dolor
  • Lentitud en funciones corporales vitales como respiración o el pulso
  • No existe control sobre los músculos ni movimientos voluntarios
  • Flexibilidad cérea (si alguien mueve alguna parte del cuerpo, se queda en esa posición)

Causas

Algunas causas que pueden provocar la catalepsia es padecer otras enfermedades o trastornos mencionados más arriba como el Parkinson, problemas del sistema nervioso como la epilepsia, esquizofrenia, el síndrome de abstinencia, etc. Estas suelen ser las principales causas del trastorno, pero también existen otras que pueden provocar este tipo de afección: obesidad, depresión, apnea del sueño, emociones muy intensas.

personas mueren enterradas vivas

Diagnóstico y tratamiento

Para diagnosticar la catalepsia será un facultativo médico quien lo haga a través de una evaluación urgente mediante técnicas de electroencefalogramas o electrocardiogramas. La finalidad de estas pruebas es poder cerciorarse de si la persona está realmente muerta o si hay algún tipo de actividad cerebral o del corazón.

En la actualidad no existe ningún tratamiento para la catalepsia por eso es tan importante saber cuál es la causa y así actuar según el caso del paciente en concreto. Por ejemplo, si una persona ha sufrido catalepsia por padecer Parkinson, el médico puede recetarle relajantes musculares. En cambio, si la catalepsia es debida a un trastorno psicótico como la esquizofrenia, entonces se deberán administrar medicamentos antipsicóticos y acudir a sesiones de psicoterapia realizadas por psicólogos especializados o psiquiatras.

Casos reales

Un preso que parecía muerto

Que los casos de catalepsia ocurriesen en el pasado, era más normal porque no habían medios para saber si realmente una persona estaba muerta o viva. Pero, en España también ha sucedido hace relativamente poco un caso donde dieron por muerto a un hombre cuando no lo estaba…

El caso más reciente conocido a través de periódicos locales,  fue cuando en enero de 2018 un hombre de unos 50 años parecía muerto en la celda donde se encontraba preso, no respiraba. Los funcionarios de la prisión certificaron el fallecimiento del hombre, metieron su cuerpo en una bolsa de plástico y llevaron el supuesto cadáver a los servicios funerarios de la zona.

Fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, en Oviedo. Los trabajadores de guardia del centro esperaban al momento de realizarle la autopsia cuando el preso ‘resucitó’. El hombre que estuvo ‘muerto’ por más de cinco horas fue trasladado al área de Urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias y custodiado por agentes de la Guardia Civil. También fue acompañado por su familia quienes recibieron la horrible noticia de su muerte y de repente, pudieron sentir la infinita alegría de su vuelta al mundo de los vivos.

mujer en morgue por catalepsia

Otro caso en Rusia

Son muchos los casos de catalepsia que han ocurrido a lo largo de la historia, pero no hay que irse muy lejos para encontrar otro relativamente cercano. En 2009 un joven militar fue declarado muerto cuando estaba siendo sometido a una operación de vesícula. Este caso conmocionó a la persona y a la opinión pública de Honduras, de donde era el muchacho.

Después de haber velado al supuesto cadáver durante varios días por sus familiares y amigos, el ataúd fue puesto en un nicho en un cementerio. Horas después de haber metido el ataúd en el nicho, los vigilantes del lugar quedaron horrorizados cuando en mitad de la noche, pasaron por enfrente de la tumba en su ronda habitual y escucharon los gritos de auxilio del chico.

Cuando los agentes abrieron el ataúd al escuchar los gritos, vieron al joven sudado, con el pecho arañado por la ansiedad extrema experimentada y lo peor de todo fue el desenlace, y es que los vigilantes no llegaron a tiempo y el muchacho murió de asfixia dentro del ataúd porque se quedó sin oxígeno mientras pedía auxilio.


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